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¿Por qué Antioquia es clave en el negocio de Alpina?

A hora y media de Medellín, en las afueras del casco urbano de Entrerríos, en medio del verde paisaje del Norte antioqueño está una fabrica de discreta fachada, pero que alberga una de las plantas más sofisticadas del continente para producir yogures, además de otras líneas de lácteos.

Esta planta se sumó a los planes de la multinacional colombiana desde 2007 y comenzó a operar en junio de 2010, luego de una inversión que rondó los 50 millones de dólares de esa época.

En la actualidad recibe cerca de 330 mil litros diarios de leche que acopia de unos 330 ganaderos de la zona y ocupa a más de 200 empleados, el 76 % son de Entrerríos. Con el pasar de los años se convirtió en un motor clave del crecimiento de Alpina y recibe este año un 30 % de los 70 mil millones de inversiones, señaló su presidente, Ernesto Fajardo Pinto.

A la planta de Entrerríos, se suman otras cinco en Sopó, Facatativá (Cundinamarca), Chinchiná (Caldas), Popayán y Caloto (Cauca), que atienden el mercado nacional y exportaciones a 11 países, desde Cuba y Haití, pasando por Perú y Bolivia, hasta Canadá y Rusia. Además, Alpina produce con plantas propias en Ecuador, Venezuela y Estados Unidos.

Entre todas producen siete categorías de producto, desde los quesos maduros y la mantequilla con que comenzó su historia Alpina hace 72 años, hasta el más reciente, una bebida láctea con aloe vera (sábila).

Esto implica una compleja operación a cargo de 6 mil empleados, desde el acopio de leche que equivale a recorrer al día 25 veces la distancia de la Tierra a la Luna, hasta la distribución y comercialización de productos emblemáticos como el Bon Yurt, de los que se venden 180 unidades por minuto, según cuentas de la compañía.

En ese contexto, Alpina también se ha resentido este año con la desaceleración de la economía y la demanda del país, de la que depende un 88 % sus ingresos. En el primer semestre registró ventas netas por 881.465 millones de pesos, con un crecimiento de solo 1,7 %; su flujo operativo de caja (Ebitda) se contrajo 10 %, hasta 121.720 millones; y las ganancias se redujeron en 31,1 %, cayendo a 33.740 millones.

En ese escenario, el presidente de Alpina habló el miércoles pasado con EL COLOMBIANO. Se refirió al peso específico de Antioquia en la compañía, reconoció que las metas de crecimiento para este año se acotaron, aunque se mostró optimista ante las perspectivas del país:

¿Cuál es la relevancia de Antioquia en la operación de Alpina?

“Para nosotros ha sido una región de expansión en los últimos años, tanto en ingresos como en producción. Antioquia significa un 14,1 % de las ventas totales, solo superado por Cundinamarca. Asimismo, hemos casi cuadruplicado nuestros volúmenes de producción en la planta de Entrerríos: si en 2014 estuvo cerca de las 2 mil toneladas, este año esperamos cerrar superando 7.500 toneladas. Por tanto, se ha incrementando el acopio de leche con ganaderos de la zona. Es una planta en la que , hemos hecho varios rediseños e inversiones para diversificar su producción de manera significativa”.

Justamente, ¿cuál es la relevancia de esta planta en Alpina?

“Entrerríos es muy importante en la estrategia y es la que más inversión ha tenido en los últimos años, tanto en inversión como crecimiento de producción. Se han instalado nuevos equipos y allí se encuentra uno de los dos laboratorios acreditados que tenemos en Colombia”.

La ubicación de la planta también ayuda...

Por supuesto, es clave para atender la distribución más eficiente en el departamento y el mercado de la Costa Atlántica. A eso se suma que es una cuenca que agrega diversidad climatológica y aporta en calidad del acopio de leche con ganaderos muy profesionales frente a la materia prima que requiere Alpina para sus productos”.

De otro lado, ¿cómo ha enfrentado Alpina la menor demanda nacional en lo que va del año?

“Nos ha tocado trabajar en una estrategia consistente en distintas áreas para poder crecer un poco en ventas. Tenemos un plan agresivo de innovación para traer nuevos productos al mercado, a pesar de una coyuntura difícil. Al tiempo se ha tratado de ser más eficientes en el manejo del capital de trabajo y se buscan mejores tasas de interés en el endeudamiento. Se han hecho ajustes logísticos en el movimiento de mercancías, seguimiento a cada camión, agilizar el cargue y descargue. También hemos invertido en equipos más eficientes que nos sirvan para aumentar la producción y ahorrar en consumos de energía y agua, al tiempo que facilitarán incorporar nuevas ofertas y aumentar los indicadores de eficiencia”.

¿Qué espera del segundo semestre en el mercado colombiano?

“Aunque las expectativas de crecimiento en el año se han moderado y ahora son mas conservadoras, hacemos parte de ese sentimiento compartido de que el segundo semestre debería ser mejor que el primero. Pero somos cautelosos y nos mantenemos en buscar eficiencias y sin sacrificar para nada innovación y acciones de cara al consumidor”.

En esas condiciones, ¿cuánto prevé crecer Alpina este año frente a las ventas de $1,8 billones de 2016?

“Terminamos el primer semestre un poco más arriba que el año pasado y esperamos crecer por encima del 2 % en todo el año, un poco más de lo que se proyecta que crezca la economía nacional”.

¿Cómo se han comportado los otros mercados en que Alpina tiene plantas?

“En Ecuador hay señales de recuperación, luego del cambio de gobierno, y la demanda viene creciendo. Alpina Venezuela tiene retos en consecución de materia prima, pero hemos podido crecer en volúmenes de producción frente a lo obtenido el año pasado”.

Eso sí que sorprende...

“El equipo que tenemos allí ha sabido adaptarse a las circunstancias de mercado, a pesar de una línea reducida de productos de yogures, refrescos, mantequillas, arequipes”.

¿Y en Estados Unidos?

Tenemos el mercado del sureste que se atiende con exportaciones desde Colombia y ha crecido con nuestra oferta tradicional de avenas, arequipes y demás. En cuanto a la planta (Nueva York), su producción se dirige al mercado interno y habilitamos nuevas líneas, con la idea de tener dos o tres lanzamientos de producto este año. Cabe anotar que por los cambios en la tasa de cambio de los últimos años (devaluación del peso frente al dólar), los mercados del Caribe que atendíamos desde Estados Unidos, ahora lo hacemos desde Colombia”.

Si hoy el 12 % de ingresos de Alpina provienen del exterior, ¿a cuánto espera que llegue esa proporción?

“Hay que seguir creciendo en Colombia. No puede ser que la estrategia de diversificación de mercados sea a costa de que en el país dejemos de crecer. Un balance que vemos como meta es que sea el 20 %, pero de la mano de también ganar terreno en Colombia” (ver Dicen de...).

Por último, ¿cuál es su visión sobre el horizonte económico del país?

“Soy optimista, luego de ver ese ajuste tan fuerte tuvimos con la caída de los precios del petróleo y tener que aprender a depender menos de esa fuente de crecimiento. Con la firma de la paz veo un futuro de mayor progreso del turismo y de las mismas zonas agrarias que venían con problemas. Estamos ante un escenario en que se podrán desarrollar nuevas industrias y hay que estar atentos a cómo avanza la implementación del acuerdo para que se dé con los balances adecuados”.

¿Hay señales claras para invertir en zonas priorizadas en el posconflicto?

“Alpina está dispuesta a continuar facilitando el desarrollo de potencialidades en una relación gana-gana. La historia de la compañía ha estado ligada a esas regiones, como Cauca y Nariño, no solo comprando leche, sino aportando a que los ganaderos ganen en asociatividad y aprendan a mejorar como proveedores”.

Ernesto Fajardo preside Alpina desde octubre de 2013, tras liderar Inversiones Mundial (hoy Grupo Orbis). FOTOS CORTESÍA ALPINA.

CONTEXTO DE LA NOTICIA - RADIOGRAFÍA - SE COCINAN MÁS INVERSIONES AFUERA...

El presidente de Alpina, Ernesto Fajardo, respondió que antes de buscar instalarse en más países, la apuesta ahora es consolidar los 11 mercados de exportación: Cuba, Bolivia, Curazao, Surinam, Perú, Canadá, Rusia, México, Aruba, República Dominicana y Haití. Pero indicó que se estrechan relaciones con socios estratégicos en algunos de estos destinos, “para evaluar una relación diferente, si vemos que existen oportunidades interesantes de inversión”. Entre tanto, no se contempla incursionar en nuevas líneas, pero sí continuarán los lanzamientos de productos afines a las categorías actuales: “Seguimos investigando otras fuentes de nutrición, pero no le puedo decir más”.

Fuente: http://www.elcolombiano.com/

En la actualidad recibe cerca de 330 mil litros diarios de leche que acopia de unos 330 ganaderos de la zona y ocupa a más de 200 empleados, el 76 % son de Entrerríos. Con el pasar de los años se convirtió en un motor clave del crecimiento de Alpina y recibe este año un 30 % de los 70 mil millones de inversiones, señaló su presidente, Ernesto Fajardo Pinto.
A la planta de Entrerríos, se suman otras cinco en Sopó, Facatativá (Cundinamarca), Chinchiná (Caldas), Popayán y Caloto (Cauca), que atienden el mercado nacional y exportaciones a 11 países, desde Cuba y Haití, pasando por Perú y Bolivia, hasta Canadá y Rusia. Además, Alpina produce con plantas propias en Ecuador, Venezuela y Estados Unidos.
Entre todas producen siete categorías de producto, desde los quesos maduros y la mantequilla con que comenzó su historia Alpina hace 72 años, hasta el más reciente, una bebida láctea con aloe vera (sábila).
Esto implica una compleja operación a cargo de 6 mil empleados, desde el acopio de leche que equivale a recorrer al día 25 veces la distancia de la Tierra a la Luna, hasta la distribución y comercialización de productos emblemáticos como el Bon Yurt, de los que se venden 180 unidades por minuto, según cuentas de la compañía.
En ese contexto, Alpina también se ha resentido este año con la desaceleración de la economía y la demanda del país, de la que depende un 88 % sus ingresos. En el primer semestre registró ventas netas por 881.465 millones de pesos, con un crecimiento de solo 1,7 %; su flujo operativo de caja (Ebitda) se contrajo 10 %, hasta 121.720 millones; y las ganancias se redujeron en 31,1 %, cayendo a 33.740 millones.
En ese escenario, el presidente de Alpina habló el miércoles pasado con EL COLOMBIANO. Se refirió al peso específico de Antioquia en la compañía, reconoció que las metas de crecimiento para este año se acotaron, aunque se mostró optimista ante las perspectivas del país:
¿Cuál es la relevancia de Antioquia en la operación de Alpina?
“Para nosotros ha sido una región de expansión en los últimos años, tanto en ingresos como en producción. Antioquia significa un 14,1 % de las ventas totales, solo superado por Cundinamarca. Asimismo, hemos casi cuadruplicado nuestros volúmenes de producción en la planta de Entrerríos: si en 2014 estuvo cerca de las 2 mil toneladas, este año esperamos cerrar superando 7.500 toneladas. Por tanto, se ha incrementando el acopio de leche con ganaderos de la zona. Es una planta en la que , hemos hecho varios rediseños e inversiones para diversificar su producción de manera significativa”.
Justamente, ¿cuál es la relevancia de esta planta en Alpina?
“Entrerríos es muy importante en la estrategia y es la que más inversión ha tenido en los últimos años, tanto en inversión como crecimiento de producción. Se han instalado nuevos equipos y allí se encuentra uno de los dos laboratorios acreditados que tenemos en Colombia”.
La ubicación de la planta también ayuda...
Por supuesto, es clave para atender la distribución más eficiente en el departamento y el mercado de la Costa Atlántica. A eso se suma que es una cuenca que agrega diversidad climatológica y aporta en calidad del acopio de leche con ganaderos muy profesionales frente a la materia prima que requiere Alpina para sus productos”.
De otro lado, ¿cómo ha enfrentado Alpina la menor demanda nacional en lo que va del año?
“Nos ha tocado trabajar en una estrategia consistente en distintas áreas para poder crecer un poco en ventas. Tenemos un plan agresivo de innovación para traer nuevos productos al mercado, a pesar de una coyuntura difícil. Al tiempo se ha tratado de ser más eficientes en el manejo del capital de trabajo y se buscan mejores tasas de interés en el endeudamiento. Se han hecho ajustes logísticos en el movimiento de mercancías, seguimiento a cada camión, agilizar el cargue y descargue. También hemos invertido en equipos más eficientes que nos sirvan para aumentar la producción y ahorrar en consumos de energía y agua, al tiempo que facilitarán incorporar nuevas ofertas y aumentar los indicadores de eficiencia”.
¿Qué espera del segundo semestre en el mercado colombiano?
“Aunque las expectativas de crecimiento en el año se han moderado y ahora son mas conservadoras, hacemos parte de ese sentimiento compartido de que el segundo semestre debería ser mejor que el primero. Pero somos cautelosos y nos mantenemos en buscar eficiencias y sin sacrificar para nada innovación y acciones de cara al consumidor”.
En esas condiciones, ¿cuánto prevé crecer Alpina este año frente a las ventas de $1,8 billones de 2016?
“Terminamos el primer semestre un poco más arriba que el año pasado y esperamos crecer por encima del 2 % en todo el año, un poco más de lo que se proyecta que crezca la economía nacional”.
¿Cómo se han comportado los otros mercados en que Alpina tiene plantas?
“En Ecuador hay señales de recuperación, luego del cambio de gobierno, y la demanda viene creciendo. Alpina Venezuela tiene retos en consecución de materia prima, pero hemos podido crecer en volúmenes de producción frente a lo obtenido el año pasado”.
Eso sí que sorprende...
“El equipo que tenemos allí ha sabido adaptarse a las circunstancias de mercado, a pesar de una línea reducida de productos de yogures, refrescos, mantequillas, arequipes”.
¿Y en Estados Unidos?
Tenemos el mercado del sureste que se atiende con exportaciones desde Colombia y ha crecido con nuestra oferta tradicional de avenas, arequipes y demás. En cuanto a la planta (Nueva York), su producción se dirige al mercado interno y habilitamos nuevas líneas, con la idea de tener dos o tres lanzamientos de producto este año. Cabe anotar que por los cambios en la tasa de cambio de los últimos años (devaluación del peso frente al dólar), los mercados del Caribe que atendíamos desde Estados Unidos, ahora lo hacemos desde Colombia”.
Si hoy el 12 % de ingresos de Alpina provienen del exterior, ¿a cuánto espera que llegue esa proporción?
“Hay que seguir creciendo en Colombia. No puede ser que la estrategia de diversificación de mercados sea a costa de que en el país dejemos de crecer. Un balance que vemos como meta es que sea el 20 %, pero de la mano de también ganar terreno en Colombia” (ver Dicen de...).
Por último, ¿cuál es su visión sobre el horizonte económico del país?
“Soy optimista, luego de ver ese ajuste tan fuerte tuvimos con la caída de los precios del petróleo y tener que aprender a depender menos de esa fuente de crecimiento. Con la firma de la paz veo un futuro de mayor progreso del turismo y de las mismas zonas agrarias que venían con problemas. Estamos ante un escenario en que se podrán desarrollar nuevas industrias y hay que estar atentos a cómo avanza la implementación del acuerdo para que se dé con los balances adecuados”.
¿Hay señales claras para invertir en zonas priorizadas en el posconflicto?
“Alpina está dispuesta a continuar facilitando el desarrollo de potencialidades en una relación gana-gana. La historia de la compañía ha estado ligada a esas regiones, como Cauca y Nariño, no solo comprando leche, sino aportando a que los ganaderos ganen en asociatividad y aprendan a mejorar como proveedores”.