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Bogotá, Colombia

¿CÓMO CONSEGUIR CREATIVIDAD E INNOVACIÓN?

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Reflexiones que pretenden estimular la creatividad en pro de aumentar nuestra competitividad innovativa… haciendo referencia al pensum académico, al pensamiento lateral, a los “insights” y a la implementación disciplinada. Por John Chiswell, publicista.

 

Resulta decepcionante ver en la revista Anda 45 que Colombia ocupa el puesto 68 en innovación, según la medición del Foro Económico Mundial. El artículo lamenta que la innovación en Colombia esté en una etapa de desarrollo tan incipiente que urge mejorarse. Aun con este ranking tan pobre, que representa tan solo 0,02% de nuestro PIB (comparado con 6% en el Reino Unido), las exportaciones “culturales” de Colombia alcanzan US$650 millones, una base de por sí sustancial, que con un apoyo más enfocado y decidido, podría verse reflejado en un muy significativo aumento de   ingresos para el país.

Si profundizamos en los cuatro puntos citados, creemos que el pensum académico ameritaría una revisión, tal como lo sugiere Iván Duque Vélez en su artículo titulado “Reino creativo” (Portafolio 20/10/11), en el que propone “modificar los pensum académicos, ubicando en un mismo plano prioritario la formación matemática y lingüística con la formación humanística, científica, deportiva y artística, facilitando que el talento progrese en las áreas de mayor aptitud”. 

El pensamiento lateral

Desde nuestra infancia aprendimos a dar respuestas correctas. Posteriormente aprendimos a dar más respuestas y soluciones, correctas. Pero por muy sensato y práctico que esto sea, lleva a acentuar nuestra tendencia de pensar verticalmente al desestimar consideraciones no-lógicas, ambiguas; no convencionales, inesperadas que podrían enriquecer nuestra creatividad.

Al respecto, en su “creativity classic bestseller”, Roger von Oech (destacado conferencista internacional sobre el pensamiento creativo y autor de cinco libros sobre el tema) nos presenta una situación muy ilustrativa, al relatarnos el caso de una profesora que apretó una tiza sobre el tablero dejando una mancha dispareja, y le solicitó a una clase de adolescentes que dijeran “qué podría ser esto” y la respuesta fue “es una mancha de tiza en el tablero”. Con lo cual dieron por respondida la pregunta. Pero la profesora les comentó que esta misma pregunta había sido hecha a niños de kínder y las respuestas que dieron sugerían una cantidad de posibilidades, como: un ojo de un búho, la colilla de un cigarrillo, la tapa de un poste de teléfono vista desde un helicóptero (¿?), una piedra, un insecto pisado, etc.

 

Esto nos hace ver que en el espacio de diez años, el grupo de adolescentes había dado la respuesta precisa y correcta, pero habían descartado cualquier inquietud para considerar otras interpretaciones, se habían vuelto específicos pero habían dejado de apelar a su imaginación.

En este contexto, tiene mucha relevancia lo dicho por Pablo Picasso: “Me tomó 60 años para volver a ver como un niño”. 

En otro apunte, Von Oech nos cuenta que una profesora le dijo a su clase de niñas que colorearan el dibujo de una casa con jardín, con pasto y flores, y un cielo despejado. Una de las niñas pintó el jardín y la casa gris y el cielo amarillo? y cuando la profesora exigió que le explicara ¿por qué el pasto no lo había pintado verde, el techo de la casa rojo y el cielo celeste?, la niña, sintiéndose castigada, temerosamente respondió: “Porque así lo veo cuando amanece”.

Evidentemente, no siempre la respuesta correcta, ¡es la única respuesta correcta! No deberíamos satisfacernos con la que consideramos la única respuesta correcta sino, más bien, buscar una y otra respuesta que también puede ser la correcta? enfocando una cosa familiar, de una manera no familiar. O como decía Paul Twivy, destacado creativo inglés, “mirando al mismo jardín desde otra ventana” o como lo hizo la niña en el relato de Von Oech: viéndolo a otra hora.

 

Pero en todo caso apoyándonos en el pensamiento lateral, abrimos la mente a otras posibilidades, a la vez que evitamos correr el riesgo de que nuestra creatividad/innovación pueda quedar truncada.

Este sencillo ejercicio demuestra muy bien la aplicación del pensamiento lateral a un problema que no tiene otra solución que el de “abrirse a los costados”:

 

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Aquí tenemos tres hileras de tres puntos que debemos conectar con cuatro líneas rectas, sin levantar el lápiz y sin pasar por ninguno de los puntos dos veces.

Como verán en la solución dada en la www.andacol.com (buscar: respuesta a pensamiento lateral), no hay forma de solucionar este problema si no se sale del marco (inexistente) del perímetro de los nueve puntos, al que muchos se autorrestringen, ¡por no abrir su mente a posibilidades laterales de solución!

Abundan ejemplos de aplicación exitosa del pensamiento lateral en el desarrollo creativo y la innovación, siendo especialmente valiosos los conceptos de Von Oech. Así como los de Edward de Bono, autor de más de once libros sobre el tema.

Ambos insisten en que la mejor manera de llegar a propuestas creativamente relevantes y exitosas es elaborar muchas “mejores ideas”, preferiblemente concebidas desde distintos ángulos, y que, sobre todo, se originan con claridad absoluta en cuanto al objetivo que se persigue y el conocimiento cabal del target al que nos dirigimos, y en esta precisión, el énfasis se vuelca cada vez más en la interpretación perspicaz de los insights cuya definición es: Insight: revelación real de la naturaleza oculta detrás de respuestas, actitudes y/o comportamientos.

En la conferencia que dictara en Bogotá el doctor Sthanunathan, vicepresidente global de Marketing & Insights de The Coca-Cola Company, destacó el protagonismo que adquieren cada vez más los insights en el desarrollo de sus estrategias inmediatas o como él los titula: “aquí y ahora”.

Los insights nos permiten acercarnos mucho más a entender los deseos y las necesidades de nuestro público objetivo, al percibir, captar y evaluar las causales subyacentes a sus respuestas, actitudes y comportamientos, tradicionalmente tan convencionales.

 

R47P51G2Con mente abierta y mucha sensibilidad se exploran y analizan insights que además nos ayudan a detectar cómo nuestro target ve el futuro…, aclarando cómo lo anticipa..., cómo lo sueña, estimulando su imaginación..., sintonizando atentamente lo inesperado en las respuestas..., sondeando su receptividad a la innovación...? y más y más...

 

Hoy, este proceso se ve acelerado por la Internet y las redes sociales, que con su gran alcance, volumen y versatilidad nos brinda acceso masivo e inmediato a infinidad y variedad de insights cuyo análisis y deducción estimula la creatividad, haciéndola más pertinente, oportuna y relevante, contribuyendo así a fortalecer nuestra competitividad innovativa que bien pueda aportar al crecimiento de Colombia.

 

Y para concluir: me permitiría recomendar que la aplicación de estas reflexiones y la eventual lluvia de ideas, que estas y otras puedan generar, dependen para su éxito creativo e innovativo de una Implementación disciplinada. Para tal efecto, quisiera referirlos al artículo ¡Pongamos en marcha la locomotora de la innovación!, del doctor José María Forero, publicado en la revista Anda 45. En que asevera que “lo que en realidad impulsa la innovación es una fuerte disciplina”, a lo que califica con dos puntos más: perseverancia y pasión.
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