
La historia de la cerveza en Colombia es la historia del país, por lo menos desde su época republicana, próceres, industriales, prohombres constructores de la nación fueron los primeros en impulsar una de las industrias más importantes y prósperas de nuestros días.
La industria cervecera nació de manera muy rudimentaria a mediados del siglo XIX, nos cuenta José María Cordovez Moure en su obra Reminicencias de Santafé de Bogotá que en el año de 1845 un inglés llamado Samuel Sayer fundó la primera cervecería en la capital colombiana.
Luego se lee en las Crónicas de Bucaramanga que José Delfino Lambole, ciudadano de origen francés, fundó en 1869 la segunda cervecería en la Ciudad de los Parques, producto que se vendía a 10 centavos la botella, precio por demás económico para la época.
Ese mismo año don Ángel Cuervo, hermano del gran filólogo Rufino José e hijo de don Rufino Cuervo vicepresidente de la República en uno de los períodos del general Mosquera, funda una cervecería en Santafé.
Ángel Cuervo se lanza a esta aventura debido a su precaria situación económica, su hermano Rufino José narra estos primeros y difíciles momentos de la siguiente manera:
“No tenía él (Ángel Cuervo) por qué saber de semejante fabricación, y le fue preciso acudir a los libros/ fue menester una larga serie de ensayos, cuyos pormenores se apuntaron día por día, y cuyos resultados no fueron regulares sino después de algunos años”, y luego continúa: “Al fin se logró asegurar una buena producción constante, y comenzó la lucha por darle entrada en las mejores fondas y en las tabernas más concurridas, en lo cual ayudó mucho la cooperación de buenos amigos. La escasez de recursos no permitía tener empleados ni obreros suficientes, y Ángel mismo lavaba botellas y barriles y ejecutaba todas las demás faenas sin descanso día tras día. Cuando empezó a prosperar la empresa, dejé yo otros quehaceres y fui a ayudarle. No necesitábamos menos fortaleza corporal para esta ruda labor, que filosofía para desdeñar a los que decían: ‘Vean en lo que han parado los hijos del doctor Cuervo’ y para ocuparnos nosotros mismos, en el cobro de las cuentas, yendo por las fondas y tabernas, aguardando y volviendo una y más veces”.
Hoy, al conmemorar la gesta libertadora y recordar a esos primeros empresarios que tomaron un país bucólico y pastoril y lo convirtieron a golpe de hacha en la nación colombiana, la Asociación de Amigos del Instituto Caro y Cuervo y Bogotá Beer Company se unieron para lanzar la Cerveza Don Rufino, aquella con la receta original fabricada hace 141 años para que los jóvenes paladares del siglo XXI prueben los sabores que degustaron nuestros bisabuelos.
Finalmente los esfuerzos iniciales de los hermanos Cuervo fueron ampliamente recompensados años después a la venta de su próspera empresa cervecera cuyos réditos dieron para vivir cómodamente en Europa por más de veinte años sin mayores sobresaltos.
Originalmente la cerveza se llamó Cuervo, pero por razones de marca (Tequila Cuervo) se rebautizó Don Rufino, es una cerveza tipo ale rubia (la tecnología de la época no permitía hacer cervezas tipo lager) Elaborada con cebada malteada, con malta de dos hileras (carriles), y carapils, una malta que se utiliza para darle cuerpo a la cerveza, no influye en color ni azúcares. Se la añadió lúpulo magnum para una amable sensación de amargura y lúpulo hallertauer para mejorar su gran carácter aromático que resulta por demás elegante, Esta cerveza tiene un 4% vol alcohol y 18 ibu (unidades de amargor). Su fermentación duró cinco días y fue madurada por un período de diez días en acero inoxidable.
Continuemos celebrando nuestro bicentenario con una bebida clásica que se remonta al nacimiento de nuestro país mientras vivimos una experiencia gastronómica de 141 años.