He tenido la fortuna de compartir sobre cervezas con el doctor Andrés Felipe Rodríguez, director de Relaciones Corporativas de Bavaria, gran catador y conocedor del mundo cervecero, y en medio de nuestras charlas encontraba que se había logrado un culmen de calidad en productos como la Club Colombia o la Peroni, pero que el público colombiano ya tenía la madurez para mirar otras alternativas a las pálidas y refrescantes cervezas que había en el mercado. “Todo a su debido tiempo”, me respondía con una sonrisa socarrona el doctor Rodríguez.
La destapé nervioso y lo primero que encontré fue una cerveza de un atractivo color rojo cobalto muy brillante y efervescente, plena de espuma, su color invitaba a un festín que se presagiaba lleno se sabores y matices que pude validar en nariz, allí los caramelos se confundían con la fruta roja en mermelada y un toque de cacao muy agradable. Por fin la tomé a unos 6 °C y tuve una deliciosa fiesta en la boca, que en el mundo del vino se llamaría: Efecto pavo real, por la cantidad de sensaciones que producía esta cerveza generosa, vibrante y vistosa, muy diferente de sus pálidas hermanas. Al comienzo un “ataque” muy afrutado con notas a cerezas y frambuesas que dieron paso a notas tostadas acompañadas de un caramelo sabiamente expresado, con un final que recordaba a un buen café expresso.
“Por fin”, exclamé mentalmente, en un rictus de alegría que no podía disimular, y no es que las otras cervezas de la marca me fueran indiferentes, pero siempre he buscado, como en los vinos, ese toque de complejidad, ese diferencial que de manera magistral logró Bavaria en esta cerveza.
Su elaboración dista de la Club Colombia normal en la adición de maltas caramelos y tostadas, cebadas que se han manejado con niveles superiores de tostado para acceder a esta riqueza aromática y gustativa, conservando la riqueza de los lúpulos aromáticos y ajustando un poco los niveles de amargor, lo que le otorga mayor corpulencia que la de la Club Colombia original.
Respecto al maridaje supera
un poco a su hermana mayor, pues por su complejidad no solo tolera muy bien el picante y las carnes rojas a la parrilla, sino que se lleva bien con platos en los que el sabor ácido domina como los cebiches, también los agridulces o ahumados de la cocina oriental, la comida mexicana picante le va a la perfección. Por supuesto, las comidas ricas en grasa. Es un buen complemento de los cortes gruesos de carnes rojas, por si fuera poco el tema de quesos y embutidos va muy bien, en pocas palabras, un clásico para esta temporada navideña.
Mi único reparo con Bavaria es que la Club Colombia Roja fue anunciada como una cerveza de temporada y no de línea, tendré que protestar ante el doctor Rodríguez o surtir mis cavas hasta la otra temporada. ¡Que la disfruten!.