
A pesar del título este no es un artículo sobre ciclismo, sino sobre oficios artesanales tradicionales franceses. Específicamente sobre la historia de una de las agrupaciones más famosas surgida en los siglos XII y XIII, época caracterizada por la construcción de las grandes catedrales. Por María Isabel Restrepo, directora Escuela de Artes y Oficios Santo Domingo.
Aunque se conocen en general con el nombre de Compañeros de la tarea del Tour de Francia, los compañeros han estado divididos en el transcurso de los siglos por oficios y muchas veces también por motivos de filosofía o de tradición.
La idea de la unión como compañeros es la de prestarse ayuda y apoyo en diferentes situaciones y aunque fueron instituidas en la Edad Media, los compañeros le dan un origen bíblico a su asociación. Dicen que fueron creados por dos personas que, según ellos, participaron en la construcción del templo de Salomón: el maestro Jacques, tallador de piedra, y el Père Soubise, carpintero, quienes según esta leyenda, habrían vivido en el siglo X a. C.
Los compañeros se distinguen por su deseo de transmitir las técnicas y ayudar para hacer un buen trabajo.
Los estudios duraban cinco años, después de los cuales los aprendices eran por fin considerados compañeros siempre y cuando produjeran alguna obra digna de que su autor fuera recibido como tal.
La Iglesia amenazaba durante los inicios de la asociación, con excomulgar a todo aquel que perteneciera a grupos clandestinos que tuvieran reglas específicas de convivencia. Y precisamente esto y más distinguía a los compañeros: los aprendices vivían e incluso hoy viven en comunidades con reglas claras y ritos de iniciación secretos.
Su nombre que incluye el Tour de Francia, es porque su formación los obliga a realizar un viaje que por lo general le daba la vuelta a Francia enseñando y perfeccionando el oficio. Incluso hoy los compañeros siguen viajando dentro de su país y fuera de él. A la Escuela de Artes y Oficios Santo Domingo en Colombia han venido dos compañeros: el primero en el año 2000 y el segundo en el año 2001. Sus visitas han impactado la institución al aplicar una de sus premisas: realizar el mejor trabajo posible.
Las iglesias y construcciones muestran desde el siglo XII representaciones en la piedra que hacen referencia a los compañeros, los maestros y sus aprendices, o representan en ella sus símbolos más característicos: la escuadra y el compás, o un jabalí y un conejo (el iniciado y el aprendiz). También es muy importante la figura de la madre (mujeres que dirigían albergues para hospedar a los compañeros durante sus viajes).
Pero poco a poco fue complicándose aún más la existencia de estos grupos. No solo ya la Iglesia en el siglo XIV sino las leyes reales prohibieron sus reuniones, las cuales eran consideradas bastante sospechosas por su clandestinidad, sus ritos, sus símbolos y sus personajes. Finalmente quedaron sin personería jurídica. Y además, siguieron dividiéndose entre ellos: entre los que seguían a Maître Jacques y los que seguían a Père Soubise por ejemplo, e incluso hace poco, por el tema de la aceptación de mujeres en su asociación?.
Aunque se conocen en general con el nombre de Compañeros de la tarea del Tour de Francia, los compañeros han estado divididos en el transcurso de los siglos por oficios y muchas veces también por motivos de filosofía o de tradición.
La idea de la unión como compañeros es la de prestarse ayuda y apoyo en diferentes situaciones y aunque fueron instituidas en la Edad Media, los compañeros le dan un origen bíblico a su asociación. Dicen que fueron creados por dos personas que, según ellos, participaron en la construcción del templo de Salomón: el maestro Jacques, tallador de piedra, y el Père Soubise, carpintero, quienes según esta leyenda, habrían vivido en el siglo X a. C.

Los compañeros se distinguen por su deseo de transmitir las técnicas y ayudar para hacer un buen trabajo.
Los estudios duraban cinco años, después de los cuales los aprendices eran por fin considerados compañeros siempre y cuando produjeran alguna obra digna de que su autor fuera recibido como tal.
La Iglesia amenazaba durante los inicios de la asociación, con excomulgar a todo aquel que perteneciera a grupos clandestinos que tuvieran reglas específicas de convivencia. Y precisamente esto y más distinguía a los compañeros: los aprendices vivían e incluso hoy viven en comunidades con reglas claras y ritos de iniciación secretos.
Su nombre que incluye el Tour de Francia, es porque su formación los obliga a realizar un viaje que por lo general le daba la vuelta a Francia enseñando y perfeccionando el oficio. Incluso hoy los compañeros siguen viajando dentro de su país y fuera de él. A la Escuela de Artes y Oficios Santo Domingo en Colombia han venido dos compañeros: el primero en el año 2000 y el segundo en el año 2001. Sus visitas han impactado la institución al aplicar una de sus premisas: realizar el mejor trabajo posible.
Las iglesias y construcciones muestran desde el siglo XII representaciones en la piedra que hacen referencia a los compañeros, los maestros y sus aprendices, o representan en ella sus símbolos más característicos: la escuadra y el compás, o un jabalí y un conejo (el iniciado y el aprendiz). También es muy importante la figura de la madre (mujeres que dirigían albergues para hospedar a los compañeros durante sus viajes).
Pero poco a poco fue complicándose aún más la existencia de estos grupos. No solo ya la Iglesia en el siglo XIV sino las leyes reales prohibieron sus reuniones, las cuales eran consideradas bastante sospechosas por su clandestinidad, sus ritos, sus símbolos y sus personajes. Finalmente quedaron sin personería jurídica. Y además, siguieron dividiéndose entre ellos: entre los que seguían a Maître Jacques y los que seguían a Père Soubise por ejemplo, e incluso hace poco, por el tema de la aceptación de mujeres en su asociación.