¿Estará su origén en la palabra “vino quemado” que nos remite a 1512 o, tal vez, en los albores de 1636, cuando los viticultores de Cognac se sublevaron por los bajos precios del vino y para no pagar impuestos, destilan y guardan su aguardiente en barricas de roble y al momento de verificar su estado se encuentran con una bebida ambarina, viva, agradable al paladar y llena de aroma? Por José Rafael Arango, sommelier profesional.
¿Qué es la destilación?
Es un proceso que consiste básicamente en calentar en recipientes adecuados la sustancia que se quiere destilar (en nuestro caso el vino), y condensar la respectiva evaporación haciéndola pasar por frío. El aparato utilizado se llama alambique.
La destilación es un proceso absolutamente natural, que requiere técnica y manejo para lograr que se evaporen alcoholes primarios de los fermentados para obtener alcoholes más puros y de mayor graduación, sin el perjuicio de otros indeseables para el correcto aroma y el gusto del licor final.
¿Desde cuándo se practica la destilación?
Si fue en China o en Babilonia donde se descubrió el arte de la destilación no se sabe con certeza. Lo cierto es que fueron los árabes (recuérdese que entran en España en el año 711) quienes introdujeron esta técnica de destilación en el mundo occidental. Al no poder beber por razones religiosas, los árabes optaron por destilarlos para la obtención de “al-cohol” para usos antisépticos, medicinales y de perfumería.
¿Qué es el brandy?
El brandy es una categoría de bebida espirituosa que, a diferencia de las demás (como el whisky, ron, ginebra, vodka, tequila) es la única que procede de la uva, la posterior destilación de su vino y su correspondiente envejecida en recipiente de roble. De ahí su gran nobleza y tradición.
¿De dónde viene la palabra Brandy?
La palabra brandy llegó al uso por su utilización en el lenguaje inglés, lugar donde tampoco fue bautizada. La palabra original es “brandewijn”, que en holandés significa vino quemado; poco a poco se fue deformando su pronunciación desde brandewijn a brandwine y luego a brandy.
¿Qué diferencia hay entre un Brandy y un Cognac?
Todo cognac es un brandy, no todo brandy es un cognac. El cognac, versión reconocida del brandy, es elaborado a partir de uvas de la región de Francia que tiene ese mismo nombre. Los cognacs solo pueden llevar ese nombre en la etiqueta si son producidos en la región de Cognac en el oeste de Francia.
¿Desde cuándo se elabora el brandy?
Desde el año 711 los árabes nos legaron este proceso, en países como España desde la época de Alfonso X “el Sabio” en 1264. En las Actas Capitulares existen referencias a la importancia de la “Renta del Aguardiente” desde 1580.
También desde el siglo XVI en la zona de Jerez se bebían, por los bodegueros y sus relaciones, aguardientes de vino añejados.
Comenzó a comercializarse en volúmenes significativos a mediados del siglo XIX en el mundo entero.
¿Cuáles son sus principales características?
La elaboración y el envejecimiento le confieren al brandy riquezas únicas. Las principales son:
• Una uva sana que produce unos vinos limpios y afrutados, ideales para la destilación.
• Una destilación esmerada que produce unas “holandas” (aguardientes de baja graduación) de características sobresalientes.
• Envejecido en botas de roble.
• Envejecido siguiendo el sistema tradicional de “Criaderas y Solera”.
¿En qué consiste el sistema de criaderas y solera?
Se denomina así al sistema de conducción del envejecimiento característico de Jerez (España) y que se sustenta en dos aspectos fundamentales:
1. Realización de extracciones y reposiciones parciales de los aguardientes contenidos en las vasijas. Ello da lugar a mezclas de los distintos aguardientes contenidos en las botas de una gran complejidad.
2. Realización periódica de estas extracciones (denominadas sacas) y reposiciones (denominadas rocíos) parciales cada tres, cuatro, cinco meses, o cada uno o dos años, según la costumbre de cada casa y características de cada marca.
Para ello las vasijas se asientan unas sobre otras, denominándose solera las más próximas al suelo. De todas y cada una de las vasijas de la solera se extrae una fracción, generalmente inferior a un cuarto de su contenido, que combinado con el brandy extraído de otras soleras, se destina al embotellado.
El vacío generado en cada una de las vasijas de la solera se repone o rocía con brandy procedente de botas situadas en el nivel inmediatamente superior (primera criadera) y así sucesivamente hasta trasladar el vacío ocasionado con la saca de la solera hasta la última criadera, donde se incorporan los aguardientes de vino más jóvenes o sin envejecer.
¿Qué son las Holandas?
Holanda es el término que se da a los aguardientes de baja graduación (en torno a los 65% vol.) que son de mayor calidad pues precisan destilar grandes vinos.
También se pueden utilizar aguardientes de mayor graduación, pero nunca superando 50% del total. Las holandas siempre deben representar 50% como mínimo en el brandy final.
¿Qué tipo de barricas se usan?
En Jerez se usan barricas (llamadas “botas”) de roble de 500 litros. En el resto del mundo barricas de 250 l y hasta 300 l de roble francés o americano. En Jerez las barricas maduran un vino tranquilo por lo menos tres años antes de ser usadas, mientras que en el resto del mundo las barricas del brandy son nuevas
¿Cuánto vino es necesario para obtener un litro de Brandy?
Para obtener un litro de brandy se necesita destilar cuatro litros de vino.
¿Qué cantidad de uva se utiliza?
Para obtener el brandy de Jerez se necesita destilar todos los años unos 250 millones de litros de vino, es decir, unos 300 millones de kilos de uvas, lo que equivale a unas 100.000 hectáreas de viñedo.