Asociación Nacional de Anunciantes de Colombia
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Bogotá, Colombia

Por cuenta de la Internet y el celular, Revolución impredecible

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Ahora todos interactuamos en tiempo real, sin importar las distancias, los idiomas y las condiciones de las personas. ¿No es esto una verdadera revolución?   Por Jaime Arias Ramírez, consultor.

 

 

 

La humanidad ha experimentado muy pocas revoluciones, la más importante ocurrió cuando el subhombre mutó a hombre hace varios miles de años; luego aparece la revolución agrícola que facilita los primeros asentamientos, más tarde surgen las sociedades primitivas y las civilizaciones, y tal vez pare de contar. Lo demás son avances importantes como lo fueron la invención de la escritura y mucho después de la imprenta, la revolución industrial basada en el conocimiento de los metales y del manejo del vapor para producir energía y movimiento a las máquinas.


Las verdaderas revoluciones han sido tecnológicas más que culturales y políticas y una de las últimas fue el desarrollo de la informática, acompañada de notables avances en comunicación. El telégrafo, la radio, el teléfono y la televisión anticiparon el desarrollo del teléfono celular y del correo electrónico, por trabajos separados de Martin Cooper y Raymond Tomlinson, que confluyen y se complementan en enormes sinergias y que prácticamente les han cambiado la vida a miles de millones de personas. Por tratarse de desarrollos tecnológicos basados en series de investigación, existe un gran número de desarrollos aplicativos anteriores, algunos de los cuales datan de los años sesenta, buena parte originados en la exploración al cosmos, proezas de americanos, rusos y europeos.


Hace treinta años nadie hubiera podido imaginar el mundo de hoy en el que más de dos  billones de personas están conectadas a la Internet y más de cuatro billones poseen un celular (61% de la población mundial), comenzando por los niños y las gentes más humildes. En solo Colombia funcionan más de 30 millones de celulares, en cerca de un millón de hogares se dispone de Internet, con más de 5 millones de usuarios y más de 80% de los hogares cuentan con un televisor. La televisión es una invención anterior que ha venido perfeccionándose hasta la modalidad digital, próxima a entrar en Colombia, convirtiéndose en eslabón clave de las nuevas comunicaciones personales. La combinación de Internet, televisión digital y celular constituye un dispositivo poderoso que ya es considerado “revolucionario”. La pregunta es si tendrá más impacto en la aceleración del cambio humano del que en su momento tuvieron la escritura y la imprenta. Muchos consideran que el impacto puede ser mayor ya que la informática no es solo un instrumento sino que puede ser la prolongación del cerebro y de varios órganos humanos.


La contribución de Cooper y Tomlinson no solo hace más agradable la vida, sino que mejora e intensifica la comunicación interpersonal, crea aplicaciones ventajosas para la humanidad, aumenta la eficiencia de los negocios y del desempeño personal y transforma nuestra forma de vivir, partiendo de la interrelación, que es un fenómeno eminentemente humano y social.


La informática, que es el tratamiento automatizado de la información por medio de computadores, ha modificado el curso de muchas actividades sociales, constituye un nuevo instrumento de trabajo intelectual, expande la capacidad de información y de análisis y contribuye a la transformación del comercio, la industria (robótica), los servicios y el arte agregando valor a todos ellos y transformando la administración y la gestión de los países, las empresas y los individuos.


La Internet se emplea a la vez como medio de comunicación y de información, como entretenimiento, soporte del aprendizaje, mercado on-line, activismo político, teleconferencias, telemedicina y teletrabajo, y de esa manera cambia la forma de relacionamiento humano, la actuación del Estado y las empresas frente a los ciudadanos y clientes, la integración multicultural, los modos de agrupación de las familias y la dinámica de los círculos de amigos, colegas y simples contactos, dinamizando los intercambios personales, mejorando los sistemas de transporte, haciendo posible las organizaciones en red y convirtiendo en realidad el concepto de aldea global. Ahora todos interactuamos en tiempo real, sin importar las distancias, los idiomas y las condiciones de las personas.  ¿No sería esto una verdadera revolución? ¿Y qué decir del teléfono móvil o celular desarrollado por Cooper, de Motorola, a partir del Dyna TAC 800OX? Este sencillo aparato  móvil, sin cables, de bajo costo, con áreas de cobertura amplias, autorrecargable, permite transmitir sonidos, datos e imágenes fijas y móviles, realizar teleconferencias, ver fotografías y videos, sintonizar la radio y la TV., reproducir música por mp3, bajar videojuegos, orientarse satelitalmente en el espacio (GPS),  encontrar ubicaciones y direcciones, manejar agendas electrónicas, acceder  a la Internet y trabajar como computador personal. Todo lo anterior en ambientes virtuales, es decir, electrónicos y representacionales y de forma multicrónica y a distancia.


Estas grandes invenciones están causando impactos tan enormes y positivos en la educación, la comunicación, la gestión y el  confort que muchos científicos y legos consideran que el mundo se está tornando mejor, más efectivo y más agradable gracias a las TIC. Algunos desarrollos son aún prematuros para ser considerados convenientes o inconvenientes: es el caso de los libros electrónicos que ya comienzan a venderse masivamente y que en un plazo no muy lejano podrían reemplazar a los libros tradicionales de papel. Como la mayoría de los avances, estamos ante efectos negativos que comienzan a preocupar a las agencias públicas, los gobiernos, los psicólogos, los padres y las escuelas.


Un posible efecto nocivo  de las TIC para la sociedad es la invasión de la privacidad mediante la manipulación de grandes bases de datos con información personal extraída de múltiples fuentes y utilizada sin restricciones; es el caso de la información económica y crediticia, médica, judicial  y otras. También en la esfera política general existe el peligro potencial de penetrar con mensajes, valores, información comercial y otra que va más allá de la capacidad del individuo de asimilar, incorporar y manejar los contenidos y la cantidad de datos e información. Los hackers constituyen un caso del delito informático, como también las bandas de traficantes de sexo. El ciudadano actual puede caer en la trampa de la informática y quedar convertido en un simple número a merced de los Estados o de las grandes empresas.


Un posible efecto nocivo  de las TIC para la sociedad es la invasión de la privacidad mediante la manipulación de grandes bases de datos con información personal extraída de múltiples fuentes y utilizada sin restricciones; es el caso de la información económica y crediticia, médica, judicial  y otras.

Tal vez las amenazas más grandes sean para las nuevas generaciones. Niños y  jóvenes se están convirtiendo en adictos y no emplean los dispositivos como simples medios sino como forma de vida, como culto y como vehículo único para expresar ideas y sentimientos. Un libro reciente de la Universidad Central se titula sugestivamente así: “Nacieron con el chip incorporado”. Los menores aprenden fácilmente el empleo de la informática y la comunicación, pero a la vez son más permeables a la influencia de las nuevas tecnologías y caen con frecuencia en el hondo vacío virtual, se alienan en él, dedican la mayor parte de su diario vivir al ciberespacio y con frecuencia se entregan a los “blogs”, al “facebook”  y a los videojuegos, olvidando el ambiente natural y hasta la lengua materna, adoptando un pensamiento homogeneizado para convertirse en personajes casi extraterrestres, o en verdaderos adictos. La existencia de clínicas para tratar la “ciberadicción” es una noticia que nos debe causar preocupación porque significa que estamos entrando en terrenos de verdadera psicopatología y que eventualmente los casos aislados puedan convertirse en epidémicos.


Estamos ante avances tecnológicos que pueden transformar nuestras vidas para bien o para mal. La actitud ante los cambios causados por las TIC no debe ser de rechazo pero tampoco de aceptación indiscriminada; tanto la sociedad mundial, los gobiernos nacionales, el sector educativo, como las familias y los individuos deben entender lo bueno y lo inconveniente y actuar con prudencia frente a situaciones ya creadas que no pueden desconocerse ni eludirse

*Este artículo ha sido modificado de uno publicado por el autor en el diario La República en julio del presente año.