Colombia es un país lleno de cuentos que no hemos contado. El cuento de la Colombia desconocida, la Colombia capaz, recursiva, innovadora, competitiva, productiva y solidaria, de esa Colombia que se está reinventando, de esa Colombia que se inventa formas novedosas de atraer turismo, inversionistas y compradores, formas interesantes de lograr levantarse de los golpes, formas innovadoras de emprender, formas novedosas de ser feliz…, ese cuento debemos contarlo. Por Pedro Medina, líder de Yo Creo en Colombia.
Me comentaba un argentino que vive en Colombia que le sorprenden las historias y los cuentos que contamos en Colombia y más aún, le sorprenden los que no contamos. Me decía él, por ejemplo, que a los niños argentinos les cuentan muchos cuentos sobre sus antepasados y que ellos valoran esa historia.
¿Cómo contar los cuentos positivos en medio del paradigma de algunos periodistas de que la noticia que vende es la mala noticia? ¿Cómo mostrar esa Colombia espectacular en medio de un paradigma de algunos productores de cine de VPGN (Violencia, Prostitución, Guerrilla y Narcotráfico) de que esto es lo que vende? ¿Cómo resaltar aquello que nos hace auténticos, únicos, especiales en un mundo que nos vende la copia y la imitación?
Este cuento sí cuenta
Raúl Cuero, colombiano reconocido como el científico hispano más importante de EE.UU., nos daba luces sobre estas inquietudes en un conversatorio reciente organizado por Colombia es Pasión.
Raúl resaltó tres cambios culturales vitales: la importancia de crear la cultura de lo imperativo, la necesidad de inventar sistemas que multipliquen lo bueno y la urgencia de enfocar la atención en soluciones y no a problemas.Desmenuzando cada una de estas propuestas, descubrimos ideas interesantes aplicables a nuestro trabajo y vida personal y familiar.
Sobre la cultura de lo imperativo, recuerdo cuando queriendo comprarme un carro a los 18 años, decidí vender biblias puerta a puerta en Homer, Louisiana. Luego de cinco días de no vender nada, llegué a mi casa el viernes con US$5.99 en el bolsillo. Ya habíamos prepagado el arriendo de un cuarto por un mes y habíamos negociado un desayuno de esos abundantes por US$1.99. La cena eran tres pasteles de carne que costaban un dólar. Encontré una carta de mi mamá con un cheque de US$200. Lo imperativo en ese momento era lograr mi primera venta. Sin dudarlo, escribí una nota a la carrera, la metí con el cheque en un sobre, le coloqué estampillas y corrí dos cuadras hasta el buzón de correos. Al día siguiente, en la última casa logré mi primera venta a las 9:40 p.m. Al final del verano me compré mi Pontiac Lemans Convertible.
Raúl Cuero me contó que para él era imperativo cuando crecía caminar cinco kilómetros descalzo para recoger agua a las cinco de la mañana –de lo contrario no había comida–.
Es imperativo para Raúl Cuero el tener que inventar. él reta un gran paradigma y al retarlo, inspira a muchos. ¿Cómo es posible que alguien negro de Buenaventura pueda crear, pueda patentar, pueda trascender?
Lo que es imperativo y lo que es opcional lo decide cada cual. Lo que nos preguntamos nos abre puertas o nos las cierra. Ante un riesgo, podemos preguntarnos: “¿qué es lo mejor y qué es lo peor que puede ocurrir si yo hago esto?”. Si puedo tolerar lo peor y lo mejor resulta muy atractivo, yo asumo el riesgo. Es importante ajustar nuestra semántica. Hay una palabra que les resta toda la fuerza a los imperativos y es “tratar”. Hay otra que le resta pasión a nuestro compromiso y es “toca”. Lo único que “toca” hacer es morirse. Lo demás se considera opcional. Cuando digo “quiero”, “me comprometo”, doy una instrucción muy interesante a mi ser…, la de descifrar la forma de hacerlo, superando obstáculos.
Sistematizar lo bueno implica entender qué es un sistema
Implica investigar los inputs, el proceso de transformación y los outputs. Si consideramos al ser humano como un sistema, podemos mirarlo desde los seis, ocho o diez sistemas (cardio, vascular, respiratorio, etcétera) o identificarlo como un sistema integral donde se consigna información, estímulos y alimentos, para luego ser transformados en energía, ideas, amor, soluciones y basura. Un sistema nos permite cambiar, organizar, renovar, mantener lo que tenemos.
También nos ayuda a volver algo más fácil, logrando repetibilidad. Recuerdo que cuando conocí a Cuero en el 2005 le conté que National Geographic había publicado una revista con un titular macabro sobre Medellín y con unas fotos que espantaban al que quisiera ir. Yo invertí muchas horas en liderar una campaña de cartas protesta hacia el editor de la revista. Las palabras de Cuero me marcaron: “Pedro, invierte tu tiempo logrando que en Colombia existan ejemplos tan tangibles, tan impresionantes, tan sorprendentes que de eso sea lo que hablen los medios”.
En el tercer elemento, en el de solución, es importante un cambio de enfoque del DOFA al FODA, de desarrollo basado en problemas a desarrollo basado en activos.
La sostenibilidad y los retornos del proyecto deben pensarse antes de iniciar.
Al pensar en soluciones, el foco es clave. En el video de TED (www.TED.com) sobre el estudio del Consenso de Copenhague sobre los veinte problemas mundiales, Bjorn Lomborg pone a la audiencia a reflexionar sobre cómo lo que nos muestran como lo más importante, a veces no parece tan prioritario si lo analizamos comparativamente. De los veinte problemas del mundo, advierte Lomborg, el menos crítico es el del cambio climático, y el más crítico, el del sida. http://www.ted.com/talks/lang/spa/bjorn_lomborg_sets_global_priorities.html)
Una buena solución debe lograr intervención sobre causas raizales y no sobre los síntomas en formas innovadoras. Dicen que uno no piensa fuera de la caja, uno se inventa nuevas cajas en las cuales pensar.Raúl Cuero dice que hay que sistematizar el ser bueno, el tener disciplina. La premisa de él es el conocimiento humano o la capacidad humana debe satisfacer la existencia humana en la era que uno vive. Él propone que Colombia debe crear escuelas de pensamiento, Lo cual él lo está liderando a través de sus Parques de Creatividad en Colombia y en otros seis países. Pregunta Cuero: “¿Por qué no existe la escuela de pensamiento García Marquesiana?”.
Raúl Cuero es un científico colombiano que de niño conseguía sus libros y revistas en la basura, hoy es un microbiólogo que ha sido premiado y estimulado en sus investigaciones por la Nasa. Las relacions entre el suelo de Marte y la Tierra hacen parte de sus investigaciones.
Pienso que nuestra semántica afecta mucho cómo vemos este reto de generar soluciones. Me decía Rubén Darío Vega, un campesino de Miraflores, Boyacá, “Don Pedro…”. Yo le insistí que me dijera “Pedro” y él seguía con su don Pedro. Le expliqué que DON quiere decir “De Origen Noble” y que mi bisabuelo era un arriero de Sonsón, Antioquia, con recua de mulas. él me dijo algo que me sorprendió: “…pero mire, Pedro, los campesinos son mucho más nobles que gente con mucha alcurnia que está en posiciones de poder”.
La diáspora más grande del mundo en cuanto a densidad de población ha sido la colombiana. ¿Cómo aprovecharla? Alejandro Gaviria, investigador de la Universidad de los Andes, dice que una de las mayores fortalezas de países como China y Colombia viene de sus comunidades en el extranjero.
Pienso que las ventajas que no conocemos, no nos sirven, porque tendemos a ignorarlas o a pordebajearlas. Creo que es importante pensar estratégicamente como nación en cómo apoyamos a muchos de esos 3,5 millones de colombianos que viven afuera. Debemos unirnos para apoyar...
a cientos de estudiantes colombianos que quieren servir como embajadores y quieren emprender proyectos sociales o empresariales,
a cientos de científicos colombianos que quieren contribuir con Colombia,
a cientos de profesionales colombianos que sueñan con volver a Colombia,
a cientos de maestros colombianos que buscan enseñar sobre Colombia en sus colegios y universidades,
a cientos de médicos colombianos que aspiran a dejar una huella en Colombia,
a cientos de ciudadanos colombianos, hijos y nietos de colombianos que respiran, vibran y sienten a Colombia en el tuétano y quieren conectarse con Colombia y contribuir con algo más que las remesas, que ya son muy importantes y valiosas para el país.
Ante una duda de la vida real
Recibo un mensaje de un conocido quien me dice: soy un ingeniero biomédico con dos posgrados en Gerencia de Proyectos… Los últimos años he estado trabajando en EE.UU. como consultor e involucrado con una multinacional y he llegado a un punto donde estoy replanteándome mi vida profesional... Pero ahora, después de pasar unas navidades en Colombia (cosa que no hacía desde hace dos años), me encuentro completamente libre de cualquier obligación laboral y pensando en la nueva dirección que he de tomar... Es aquí donde espero, usted me pueda dar un consejo. Yo definitivamente he descubierto que Colombia siempre será mi lugar preferido en el mundo... si tengo obligaciones y gastos que no me permiten conformarme con ingresos demasiado bajos. Así que no sé cómo saldar esta diferencia en mis intereses.
Yo le contesto… entonces, para mí la decisión es fácil... viva en el lugar favorito del mundo!
...pienso que las grandes oportunidades en Colombia están en crear algo nuevo... ¿dónde están las oportunidades? Quizás cuando chico jugaste ponchados o cunclí, un par de juegos donde había un lugar seguro, un TAPO. Muchos andan buscando estabilidad laboral, ingresos garantizados. No creo en eso. Veo cantidades alrededor mío que los tenían y los perdieron. De la noche a la mañana, las empresas para las que trabajaban en esos empleos seguros quebraron o reestructuraron o subcontrataron y su empleo se esfumó. Muchos eran ejecutivos brillantes, con un plan de carrera dentro de su empresa, con evaluaciones de desempeño excelentes. Esos planes de carrera y esas evaluaciones les generaron una tranquilidad que los puso en piloto automático. Y un día, ¡los poncharon!
El TAPO es importantísimo.
Para entenderlo, vale la pena desbaratarlo.
La T es las tendencias en etapa temprana: aquellas tendencias que otros aún no identifican. Mire alrededor elementos que le prenden la chispa a nuevas tendencias: la crisis global, la marcha del 4 de febrero, la caída de tres de los siete cabecillas de la Farc, los 40 hostales para mochileros en Colombia…
La A es los activos ocultos: todo aquello que vale pero que la gente no ha sabido valorar. La lista de activos ocultos en Colombia es inmensa: desde la panela hasta la juventud, desde los viejos hasta Buenaventura, desde los páramos hasta el Chocó, desde las esmeraldas hasta las aves.
La P es los problemas no resueltos. Me decía un amigo estadoudinense que vive en Bogotá, que si uno quiere ganar mucha plata, debe buscar problemas grandes y resolverlos. Haga un inventario de los problemas grandes de Colombia que le molesten bastante a usted e invéntese soluciones novedosas. Haga pruebas piloto. Compruebe los resultados.
La O es océano azul. Quizás haya escuchado esa teoría sobre la pregunta “océano azul”: qué podría yo hacer que nadie ha hecho y que si lo hiciese, cambiaría radicalmente la situación. Dicen que uno no piensa fuera de la caja sino que se inventa nuevas cajas en las cuales pensar.
Como en ponchados o cunclí, depende de usted el ir al TAPO.
El cuento que no contamos, no cuenta. El cuento que cuento, cuenta
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