El futuro de la televisión en Colombia tiene tantas aristas como intereses.
El gobierno nacional cree que la convergencia tecnológica trae consigo una inevitable convergencia de negocios y una urgente convergencia regulatoria.
La ministra de Comunicaciones, María del Rosario Guerra de la Espriella, defiende que esa convergencia se haga en torno de un ente gubernamental como la Comisión de Regulación de Telecomunicaciones, CRT.
PLINIO OLANO, EL SENADO
Algo similar piensa el presidente de la Comisión VI del Senado, Plinio Olano Becerra, quien reconoce que el sector de las telecomunicaciones es estratégico y eso exige una regulación estable, control y vigilancia eficaz y ética.
Sostiene el congresista que la creación de la CNTV estuvo rodeada de muy buenas intenciones. Se buscó crear un ente autónomo que regulara, ejerciendo control y vigilancia sobre la TV, pero la opinión pública tiene una opinión desfavorable de ese organismo.
Cree, además, que la TV merece mantener el rango constitucional, pero que en el futuro el gobierno debe asumir la regulación técnica y la CNTV limitarse a los contenidos.
En cuanto a reformar o eliminar la CNTV, Olano Becerra no cree que lo uno excluya lo otro, y dice que cualquier modificación es ganancia frente al actual escenario. Lo importante es que las necesidades de los distintos actores de la televisión estén representadas en la CNTV, con seguridad política y regulación. Debe haber respeto por el televidente y éste debe sentir que hay organismos de control.MARíA DEL ROSARIO GUERRA, EL GOBIERNO
La ministra Guerra de la Espriella reafirma la importancia de la TV y presenta la más reciente encuesta del Dane. El 88,5% de los colombianos tiene televisión en color y 3,5% adicional en blanco y negro. O sea, una penetración de 92%. Esa población consume un promedio de 2.5 horas diarias de TV. Y subraya que hay un distanciamiento entre los generadores de opinión y la opinión pública.
Señala la ministra tres variables que mueven el sector. Las nuevas tecnologías, como Internet y multimedia, que han revolucionado la manera de emitir y consumir contenidos. La dinámica de los mercados, que trae nuevos modelos de negocios, movilidad más portabilidad, uniendo los operadores tradicionales con los operadores de telecomunicaciones, generando así una manera diferente de ver los contenidos. Y las ofertas empaquetadas en la TV por suscripción, que reduce las tasas de abandono y tiene bajos costos marginales.
La pantalla ya no es el único medio para ver contenidos, hay muchas vías para llegar al usuario. Su propuesta es la separación de redes y contenidos. Independientemente del servicio, el tratamiento debe ser homogéneo para todas las infraestructuras. Que la CRT sea el organismo que regule las redes y la CNTV un ente autónomo, especializado en regulación de contenidos.
También propone la eliminación de barreras de entrada y una política de producción de contenidos, de apoyo a la creatividad, de estímulos y formación.
Respecto de la TV pública, cree que debe ser sostenible financieramente y poder comercializar hasta 30% de su parrilla. Debe, además, tener programación social útil, que se ajuste a las realidades sociales.
Por su parte, la TV privada debe tener responsabilidad pública.
Su propuesta la sintetiza haciendo énfasis en una estructura regulatoria para la convergencia, en una regulación de contenidos especializada, y en la elevación de los perfiles de los comisionados y su representatividad sectorial.
Hay que buscar una forma de organizar a los padres de familia, los televidentes y los trabajadores de la TV, para que participen en la regulación. Pensando en el comisionado que los representa, propone la creación de un registro único nacional de instituciones.
Sostiene que es necesario revisar la forma en que se eligen los comisionados y exigir que los elegidos sean personas con criterio y formación audiovisual (pregrado y maestría) y un mínimo de experiencia relacionada con el tema audiovisual.
La ministra se imagina una CNTV con una estructura liviana, de no más de treinta personas, y que regule también la publicidad.
EDUARDO NORIEGA, EX COMISIONADO
El ex comisionado Eduardo Noriega de la Hoz intervino con la ponencia “Televisión y Democracia”. Reconoce que la CNTV necesita profundas reformas, pues hay una gran inoperancia. Las modificaciones que adopte el Congreso de la República para el sector marcarán la televisión de los próximos diez años.
Afirma Noriega de la Hoz que el tamaño de la democracia se ve afectado por las leyes que rigen la TV, y que para vigorizar la democracia el órgano que regule el sector debe ser neutro. “En la Ley 182 de 1996 se hablaba de convergencia y se resolvía la convergencia. Era una ley de televisión afortunada y oportuna”.
Sostiene Noriega que el gobierno ha sido irresponsable respecto de la composición de la junta directiva de la CNTV. Cada vez que hay elección expide un decreto diferente, a fin de tener control de los resultados.
En cuanto al tercer canal de operación privada, cuya adjudicación se debe producir en los próximos meses, advierte que hay una intromisión indebida del gobierno, que tiene controlada la CNTV.
Alerta que el impacto tecnológico y económico de la televisión digital no fue valorado por las bancas de inversión que estudiaron el desarrollo del negocio y los montos para cobrar en las nuevas adjudicaciones y prórrogas de los canales privados.
Concluye Noriega que la Comisión Nacional de Televisión se merece algunas críticas, pero que en todo caso debe ser preservada.
EUGENIO MERLANO, EX COMISIONADO
El ex comisionado Eugenio Merlano de la Osa presentó una perspectiva histórica de la CNTV y recordó los debates que se dieron en la Asamblea Nacional Constituyente, en los meses de marzo y junio de 1991, en los que se habló de la necesidad de evitar la concentración de medios radiales y televisivos, del acceso pluralista y la necesidad de que la comunidad estuviera bien informada. Por eso se discutió la privatización de la televisión sin interferencia estatal alguna, porque las ondas de radio y el espectro electromagnético son propiedad del Estado.
Concluye Merlano de la Osa que la CNTV no es y nunca ha sido autónoma ni independiente, como lo consagra la Constitución. “Ha estado al vaivén de la política y ha sido deteriorada por la designación y elección de sus miembros. La CNTV ha cedido a intereses particulares, operadores por cable, partidos políticos”.
Ante este panorama, Merlano dice que es imposible acabar la CNTV, porque está blindada constitucionalmente. Pero hay que reformarla en lo sustancial, constituir un organismo que lo regule todo.
Los gobiernos, desde 1995, han tenido mayoría en la CNTV y ellos son corresponsables de los logros y también de los desaciertos de la entidad.