Cinco de las compañías más influyentes a nivel nacional y regional en la industria de los materiales de construcción movieron sus fichas para ampliar o inaugurar plantas con el fin de aumentar su capacidad de producción de cemento. Cemex, San Marcos, Cemargos, Molins (de la mano de Corona) y la Organización GYJ son las compañías que destinaron más de $4 billones con el objetivo de morder más participación en el mercado cementero.
Una de las inversiones más grandes es la de Cemex Colombia, que tendrá en operación desde diciembre su planta de producción de cemento ubicada en Maceo (Antioquia), y que se convertirá en la segunda más grande de la compañía. “La principal inversión que tenemos en Colombia es nuestra planta de Maceo, Antioquia, que estará lista a finales de este año, y estaremos finalizando esta inversión en la primera mitad de 2017. Esta planta tendrá una capacidad de producción cercana al millón de toneladas, con una inversión aproximada de US$340 millones ($1 billón)”, aseguró Carlos Jacks, presidente de Cemex Colombia. Y añadió que “en los primeros seis meses del año en curso nuestras ventas en Colombia han incrementado 11% en pesos comparadas con el mismo periodo de 2015”.
Cementos San Marcos, la cementera de la que es socio el alcalde de Cali Maurice Armitage, le apostó a renovar y ampliar su planta en Yumbo, Valle del Cauca. “Invertimos más de $93.000 millones entre la ampliación de la molienda y el aumento de la capacidad de producción de clínker propio de la planta. Primero, el año pasado invertimos alrededor de $35.000 millones y este año tenemos presupuestados unos $58.000 millones. La idea es hacer el proceso 100% con clínker propio y sustituir materia prima importada, lo cual nos da una mayor competitividad en el mercado. Esta segunda reforma esperamos tenerla lista para el primer semestre del año entrante”, manifestó Fernando de Francisco Reyes, gerente general de Cementos San Marcos.
Con la ampliación de la molienda, Cementos San Marcos pudo aumentar su capacidad de producción para pasar de 257.000 toneladas de cemento al año a 550.000. La expectativa es cerrar este año con ingresos de $190.000 millones y ventas de 500.000 toneladas de cemento.
Uno de los nuevos referentes regionales es Cementos Patriota en Boyacá, la apuesta de la marca G&J Ferreterías (una red ferretera con 35 puntos en 25 ciudades de Colombia), la cual es propiedad de la familia Ramírez. Hace menos de dos semanas, la firma inauguró la planta de Procemcol en Sogamoso, con una inversión de $20.000 millones . “La capacidad instalada (...) será de 90.000 toneladas de clínker por año y la posibilidad de producir cemento sin necesidad de agua para el enfriamiento del clínker ya que este proceso a diferencia de las otras cementeras, se hará a gas, lo cual es un valor agregado a favor del medio ambiente”, dijo a través de un comunicado la firma boyacense.
Y las movidas también se han hecho en el extranjero, pues a mediados de agosto, Cementos Argos anunció la firma de un acuerdo con HeidelbergCement, a través de sus subsidiarias norteamericanas Lehigh Hanson Inc. y Essroc Corp., para comprar una planta de producción de cemento en Martinsburg, West Virginia (Estados Unidos) y ocho terminales que atienden la operación en los estados cercanos. El negocio total fue tasado en US$660 millones ($1,9 billones). De acuerdo con información de la compañía, “la planta cuenta con capacidad de producción de cemento de 2,2 millones de toneladas por año y utiliza tecnología moderna con base en un proceso de producción seco”. Adicionalmente, la compañía informó en mayo que abriría una nueva planta de concreto en Tunja (Boyacá), la segunda en el departamento, con una inversión de $1.500 millones.
Hace un año, Corona anunció su llegada al mercado cementero al aliarse con el grupo español Molins para desarrollar de manera conjunta el negocio de producción y venta de este producto en Colombia.
El acuerdo incluyó la construcción de una planta de producción de cemento en Sonsón (Antioquia), aprovechando la concesión para la explotación y comercialización de caliza que tiene Corona en la zona.
La nueva planta tendrá una capacidad de producción de cemento de 1,3 millones de toneladas anuales y su puesta en marcha está prevista para mediados de 2018. Esta generará 220 empleos directos y 250 indirectos durante su operación y 800 en promedio durante su construcción. La inversión en la fábrica es cercana a los US$370 millones.
Para contactar al autor de esta nota:
Andrés Quintero Vega
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Editor de esta nota:
Tatiana Arango
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.