El debut de la nueva AB InBev en la Bolsa de Bruselas marcó el inicio de una etapa renovada en el negocio cervecero, y además demostró el revolcón que los brasileños hicieron con los miembros de la alta gerencia de las empresas de SABMiller.
Los cambios en las directivas de América Latina no se demoraron más de 15 días, pues de acuerdo con información de Bavaria, Colombia, Perú y Ecuador se integraron en una sola zona denominada Copec, la cual será presidida por Ricardo Moreira, quien tendrá su centro de operaciones en Bogotá.
Esta nueva zona contará con una fuerza laboral conjunta de 225.000 empleados y estará conformada por Bavaria y Bogotá Beer Company en Colombia, Backus en Perú y la Cervecería Nacional de Ecuador.
Luciano Carrillo, quien fue representante de AB InBev en Colombia durante el proceso de fusión, ahora ocupará el cargo de presidente de Bavaria, desplazando a Grant Harries, mientras que Sergio Rincón, quien ocupaba el cargo de vicepresidente en la misma compañía, fue trasladado a la Ecuador para presidir la Cervecería Nacional.
Fernando Jaramillo fue otro de los ejecutivos colombianos que cambió de cargo, pues pasó de ser vicepresidente de asuntos corporativos de la empresa ligada a la familia Santo Domingo, para ocupar el cargo de vicepresidente de asuntos corporativos y legales para la región Copec.
Sin embargo, no solo directivos de Bavaria tuvieron que reacomodarse con la integración de las compañías. Rafael Álvarez, que dirigía la Cervecería en El Salvador, fue cambiado de zona para empezar a presidir Backus.
“Una fusión de este tipo casi siempre trae cambios de ejecutivos porque se modifica el rumbo de la compañía y se deben llevar nuevas personas que acompañen el proceso, posiblemente porque tienen mayor experiencia en dicha área o porque se acomodan más a los nuevos planes de trabajo”, le explicó a LR la socia de la compañía de reclutamiento Talengo, María Fernanda Jaramillo.
Se especulaba con que esta clase cambios se dieran, pero a muchos les sorprendió la rapidez con la que fueron tomadas las decisiones. De hecho, la empresa dirigida por el brasileño Carlos Brito se tomó menos de dos semanas, desde que los accionistas de SABMiller aprobaron la fusión, para reacomodar todas las direcciones estratégicas.
Sin embargo Jaramillo aseguró que este revolcón, por repentino que sea, no debería generar ningún traumatismo en el funcionamiento interno de la organización, aunque sí podría hacerlo si las empresas no les brindaban acompañamiento y comunicación transparente a los clientes y proveedores durante todo el proceso de fusión, que en este caso tomó casi un año.
La cervecera más grande
AB InBev nació gigante. La compañía entró a cotizar en Bruselas a un precio inicial de US$127,28 y se volvió aún más grande de lo que era pues ahora controla 30% del mercado cervecero en el mundo y alcanza una capitalización bursátil de US$219.109 millones.
Y es que aunque la nueva firma aún no cotiza en Wall Street, de hacerlo, se posicionaría entre las 20 empresas más grandes allí presentes por su capitalización de mercado, por encima incluso del de grandes marcas norteamericanas como Verizon, Coca-Cola o Walt Disney.
Precisamente, una de las razones por las que la fusión tomó tanto tiempo fue el constante control y las intervenciones de los organismos estatales en los diferentes países en los que tenía presencia, pues era necesario determinar que una vez unida, no tendría ningún tipo de posición dominante.
“Desde el punto de vista jurídico los gobiernos delegan esa función de competencia. En el caso colombiano, lo hace la Superintendencia de Industria y Comercio. Ellos hacen una revisión de las fusiones para evitar el monopolio y el abuso de la posición dominante que puede afectar a los competidores y a los consumidores. Estas no se deben convertir en un obstáculo o una piedra en el zapato para el negocio”, le dijo a este medio el abogado especialista en comercio exterior de Cuesta & Asociados, Andrés Felipe Quiroga.
Aunque a AB InBev aún está lejos de controlar más de 50% del mercado, es claro que su posición en el mercado es determinante frente a las otras grandes cerveceras, pues la que le sigue en participación es Heineken, una compañía europea que apenas ostenta 9,1% de ese segmento.
El exitoso debut de la cervecería en la Bolsa de Bruselas
Muy buenos resultados dejó la primera aparición de la cervecera AB InBev en la Bolsa de Bruselas. La acción de la nueva compañía salió al mercado con un valor inicial aproximado de U$$127,28 (113,95 euros) y cerró al alza con US$128,5 (115,05 euros). La valorización de 1,59% de las acciones confirmó su dominancia en el mercado global, pues en su nacimiento, la firma superó la capitalización bursátil de gigantes norteamericanos como Walt Disney y Walmart.
Las opiniones
María Fernanda Jaramillo
Socia de Talengo
“Una fusión de este tipo casi siempre trae cambios de ejecutivos porque se modifica el rumbo de la compañía y se deben llevar nuevas personas que acompañen el proceso”.
Andrés Felipe Quiroga
Abogado especialista en negocios internacionales
“Los gobiernos deben vigilar estas fusiones sin ser una piedra en el zapato, para así evitar que el abuso de la posición dominante afecte a competidores y consumidores”.
Para contactar al autor de esta nota:
Diego S. Carranza Agudelo
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Editor de esta nota:
Gabriel Forero Oliveros
Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Fuente: http://www.larepublica.co/