El concepto de sostenibilidad, o preservación del medioambiente en cualquier tipo de proceso, bien sea, comercial o, bien, industrial, ha sido visto como una mejora competitiva y como ese plus que puede asegurar tanto un ahorro considerable de los recursos y del dinero, como ese elemento que puede atraer más clientes.
Por tal motivo, recientemente se ha visto una tendencia mundial de los centros comerciales por buscar certificaciones de gestión ambiental, tendencia no solo importante por la preservación del medioambiente sino también por el hecho de que los centros comerciales son los pioneros en el cambio de patrones y son generadores de transformación.
Un ejemplo de interés por conservar el medioambiente son el centro comercial de Toison d’Or (Dijon, Francia) y el de Los arcos (Sevilla, España), que cuentan con el certificado europeo BREEAM (sigla en inglés para Building Research Establishment Environmental Assessment Methodology), método de evaluación y certificación de sostenibilidad aplicado a las edificaciones. Básicamente, el BREEAM, según el puntaje, da fe de la reducción del impacto en el medioambiente que tiene la construcción y su funcionamiento, y, por consiguiente, certifica el confort y las condiciones de salud para quienes viven o trabajan allí, y asegura el mínimo daño que puede acaecerle al medioambiente su funcionamiento.
Tanto el Toison d’Or como Los arcos obtuvieron una calificación alta en el BREEAM y por ello son considerados ejemplos a seguir para los demás centros comerciales europeos. Además, es de resaltar que ambos la obtuvieron después de su remodelación. Los Arcos obtuvo una puntuación de 80,71 y esto lo convirtió en el centro comercial español con la puntuación más alta, y obtuvo la nota máxima en la selección de materiales de construcción y uso del suelo.
Pero Colombia no es ajeno a este tipo de tendencias, pues la sostenibilidad, más allá de ser un discurso, es una convicción por los intereses futuros. Muestra de ello son las políticas medioambientales que ha puesto en marcha Unicentro Bogotá y que lo hizo merecedor de dos reconocimientos en 2012 y que desde 2015 lo ha convertido en tendencia nacional. En 2012 obtuvo del Premio Colombia Sostenible el Sello de Oro por el Manejo Integral de Residuos (Unicentro Bogotá recupera 200 t al año de material reciclado) y el Sello de Plata por el Sistema de Recolección de Aguas Lluvias (que permite, al mes, el ahorro del 20% del agua; esto es 4.000 m³).
En cuanto al manejo de basuras, Unicentro Bogotá las separa en tres categorías para contribuir al control de desperdicios: residuos orgánicos, celulosa y plásticos metales. De celulosa, se recolectan 85 t al año, cantidad que equivale 345.000 kW o a 17 barriles de petróleo, lo que representa el beneficio de 500 familias en las fundaciones de inclusión social que recolectan este material.
En cuanto al manejo del agua, Unicentro Bogotá tiene un avanzado sistema de recolección de agua lluvia que la filtra y la usa para los baños de la edificación. Este ahorro (de 4.000 m³ al mes) es el equivalente del consumo de agua de 30.000 personas al mes. Además, las instalaciones de Unicentro Bogotá cuentan con alrededor de 3.000 lámparas dimerizables (que se ajustan según la luminosidad del día), que permiten optimizar la luz solar que entra por el techo de la edificación y minimizar el consumo de luz eléctrica. Este hecho permite la reducción de más de 800 t de CO² al año. Por su parte, los techos tienen un diseño especial que permite circular el aire caliente y llevarlo al exterior; así hay control de la temperatura interna y reducción significativa del uso del aire acondicionado y, por ende, de la energía eléctrica y de la contaminación.
Adicionalmente, dada la crisis energética colombiana del primer trimestre de 2016, Unicentro decidió apagar las fuentes de agua, los reflectores LED y los avisos en las fachadas, y en la época decembrina (época en la que el consumo de energía eléctrica se dispara, no solo por parte de los centros comerciales) de 2015, Unicentro Bogotá racionó con dos horas diarias el alumbrado navideño, sin importar que Unicentro Bogotá es reconocido desde hace 40 años como uno de los centros comerciales mejor decorados e iluminados de Bogotá y, por tal motivo, los capitalinos recurren allí a ver la iluminación.
El hecho de que Unicentro Bogotá, tras 40 años de funcionamiento, y los centros comerciales de la Toison d’Or y de Los arcos hayan obtenido reconocimientos por el uso sostenible de los recursos y por la contribución a la preservación del medioambiente deja ver que no se necesita ser un centro comercial nuevo para implementar estas políticas. Como diría el dicho popular: “nunca es tarde”. Siempre es un buen momento para contribuir con un granito de arena a la conservación del entorno y para ejercer prácticas benéficas para toda la sociedad.
El consumo de energía eléctrica a nivel mundial se ha disparado durante la última veintena. Por ejemplo, Corea del Sur pasó de 3.3881 kWh en 1995 a 10.428 kWh en 2013; pero, por su parte, el consumo per cápita colombiano tuvo una curva más discreta: pasó de 895 kWh en 1995 a 1.177 kWh en 2013.
Según la encuesta de Percepción ciudadana en las principales ciudades de Colombia, solo un poco más de la mitad de la población de Bogotá y Medellín, ciudades principales y a la cabeza de las tendencias en centros comerciales, reconoce que recicla, mientras que el porcentaje en otras ciudades es inferior.
Fuente: http://www.lanotadigital.com/