La compañía Alpina acaba de hacer una fuerte apuesta por la diversificación. Además de lanzar al mercado una bebida a base de almendras, para nada de origen lácteo, compró a Don Maíz, una de las compañías productoras de arepas más tradicionales del país. Don Maíz nació en 1998 como un proyecto artesanal, y con el paso de los años se ha convertido en una próspera industria que además fabrica, entre otros, empanadas, tortillas y complementos como encurtidos de ají y hogao.
Se conoció que Azul Nevado, firma a través de la cual Alpina opera sus tiendas de venta al detal de sus marcas de postres y derivados lácteos y los puntos de fábrica, es la encargada de asumir el reto y la nueva dueña de Don Maíz.
En detalle, los socios de Azul Nevado son Agroindustrial de La Sabana, Cayambe Establishment y Max Baenziger y Compañía, firmas que se encuentran entre las sociedades fundadoras o socias de Alpina. Registra ventas anuales por unos 30.000 millones de pesos y tiene 275 empleados.
Sin embargo, este nuevo negocio implica para Azul Nevado cambiar de actividad empresarial y convertirse en productor y comercializador de alimentos semipreparados a base de maíz.
Don Maíz facturó el año pasado 38.000 millones de pesos y alcanzó una utilidad neta de 902 millones de pesos. Además, tiene 6 por ciento de tajada del negocio. Es decir que la actividad formal de producción de alimentos preparados a base de maíz en Colombia es de unos 633.000 millones de pesos anuales. Don Maíz, que fue fundada en 1998 por Libia Jaramillo, tiene 323 empleados y una planta en Bogotá.
El pasado 3 de mayo, en Bogotá, Libia Jaramillo, con el 50 por ciento de la propiedad accionaria de la compañía, y 10 de los miembros de su familia, con el 50 por ciento restante, dieron un paso al costado tras la justa oferta de la compañía hermana de Alpina.
Otro hito de Don Maíz sucedió en el 2010 cuando la tecnificación de su planta le permitió abordar el mercado nacional hasta lograr posicionarse como la número uno de la categoría. Hasta entonces, muchos de los procesos se realizaban de manera artesanal.
Otro suceso relevante se dio un año después cuando la señora Libia y sus hijos cedieron por primera vez la gerencia general de la compañía a una persona externa a la familia, cerrando así el proceso de profesionalización iniciado años atrás en las áreas administrativa, financiera, comercial, de operaciones, de calidad y tecnología.
Y en el 2013, cuando Don Maíz inició la apertura de puntos de venta directa de arepas y empanadas preparadas que denominó Don Maíz Express.
TAJADA MÁS GRANDE
El segmento de arepas precocidas tiene en el país una fuerte competencia de venta callejera en Bogotá, Medellín y Barranquilla. Además arroja crecimientos importantes en la distribución que pequeños productores hacen en puntos de venta como los expendios de carne.
Por ello, la firma Raddar estima que el negocio es de unos 3,8 billones anuales si se suman los informales.
Se considera que el aumento del consumo de arepa lista se debe a que la vida moderna no deja el mismo tiempo que tenían las abuelas, que se ocupaban de moler el maíz.
La gran industria enfrenta a la artesanal, entre otros, con laboratorios para la investigación y desarrollo de productos derivados del maíz, puntos de venta directos y flotillas de vehículos.
Las ventas a mercados internacionales también estarían dentro de la estrategia de Don Maíz para crecer, y esa sería una de las razones de Alpina para incursionar en el negocio de arepas.
Fuente: http://www.portafolio.co