La meta es extenderse este año con un centenar de aparatos, traídos especialmente desde Italia. A las tiendas, al café empacado y a la bebida servida en restaurantes con el sello Juan Valdez, se sumarán las máquinas como otro foco de negocio para la marca de los caficultores colombianos.
Alejandra Londoño, vicepresidente de mercadeo, explica a Portafolio la nueva estrategia que solamente en este año proyecta ventas por $1.000 millones con la instalación de 100 máquinas.
¿Cual es el interés de incursionar en las máquinas?
En Procafecol tenemos fundamentalmente cuatro modelos de negocio.
El primero es el de las tiendas de café, el segundo es el de la venta de café empacado en supermercados y el tercero es el segmento institucional que atiende restaurantes hoteles y oficinas. Y el cuarto es el comercio electrónico.
Sin embargo, ante un ambiente competitivo distinto, ante un entorno económico diferente, en Procafecol nos dimos a la tarea de pensar un poco en explorar otros canales. Por eso decidimos entrar el negocio de las máquinas vending.
¿Cuál es el objetivo?
El objetivo de este modelo es llegar a muchos más clientes de varias maneras. Lo primero es llevar a más jóvenes y para eso la idea es ubicar estas máquinas en universidades, por ejemplo.
Otro pilar de este negocio es que el ritmo de la vida es distinto y en esa medida, la gente va tras cosas más rápidas y encontramos que con este modelo de negocios podemos llegar a esos momentos de consumo, ubicándolas en oficinas o en clínicas.
¿Cómo será la oferta?
El cliente encontrará café tostados y molido y más de 30 preparaciones. También se pueden encontrar otras bebidas como el té de manera sencilla.
El otro pilar de la estrategia es el fácil acceso y ver cómo nosotros podemos trabajar para que las empresas o las instituciones subsidien estas máquinas para lograr que los precios sean favorables para los consumidores. Estaríamos hablando de un promedio de $1.500 por bebida.
Esto, unido a un esquema de operación más liviano, que no requiere un gran espacio y que, adicionalmente, no demanda de mucha gente. Igualmente consideramos que es un negocio altamente rentable.
¿Pero eso no lo enmarcan dentro del negocio institucional?
Sí, pero queremos manejarlo como una unidad de negocio diferente porque la operación es distinta, en la medida en que exige acciones distintas en cuanto factores como la forma de surtir y de recoger el dinero producto de las ventas.
¿Cómo crecerán?
Este año queremos terminar con más de 100 máquinas a nivel nacional, lo que representaría un centenar de puntos de venta adicionales de Juan Valdez y queremos tener gente enfocada en este modelo.
Claro que esto no quiere decir que no vamos a seguir con la expansión con las tiendas.
¿Existirá una zona en la que enfatizarán la instalación de las máquinas?
El foco de crecimiento será Bogotá y ahí estamos concentrando nuestros esfuerzos y, seguramente, tendremos un plan de desarrollo a nivel nacional.
¿Cómo serán las máquinas?
Son aparatos de última generación, importadas de Italia. Estamos haciendo una modernización de lo que teníamos antes y queremos garantizar que el producto que vamos a ofrecer esté al nivel de nuestros estándares de calidad. Vamos a tener el mismo café premium de nuestros locales.
Por eso nos dimos a la tarea de conseguir una de las mejores máquinas del mercado, como respaldo de que la calidad que estamos sirviendo es la mejor.
¿Cuál es la inversión ?
Lo único que puedo decir es que estamos apuntándole a que, por lo menos, tengamos unas ventas de alrededor de $1.000 millones.
El colombiano está relacionado a este canal de venta de café, ¿cuál será el diferencial aparte de la marca?
La idea es que estén a la mano del consumidor las novedades que presentemos en las tiendas. Se trata de ver cómo las innovaciones se adaptan a las máquinas, gracias a que tienen esa versatilidad. La idea no es solo tener los clásicos de Juan Valdez. Igualmente, tendremos otra máquina que ofrezca snakcs para aprovechar las bebidas.
OTRO CONCEPTO DE TIENDA EN EL DORADO
Juan Valdez abrió ayer la tienda 282 en Colombia y la 410 del mundo. Está en la parte exterior del Aeropuerto Internacional El Dorado, bajo un nuevo concepto de diseño y arquitectura.
Con este lanzamiento, la cadena colombiana de café completa su tienda número 12 en aeropuertos en Colombia.
También está en terminales aéreos de Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Bucaramanga y Pereira.
Este local se concretó gracias a la alianza con Opaín, según explicó Procafecol, la empresa que maneja las tiendas de café Juan Valdez, al tiempo que señala que tiene “la seguridad de seguir afianzando su alianza con Opaín con la cual esperan seguir expandiéndose en todo el país, e incluso en el propio terminal bogotano teniendo en cuenta ampliaciones que se planean a futuro. Actualmente tiene cinco establecimientos en El Dorado.
“Comprometidos con elevar la experiencia del café colombiano, siempre buscamos conceptos innovadores que enamoren a los consumidores de este increíble producto.
Los aeropuertos son un lugar perfecto para ofrecer nuevas experiencias y son una vitrina que le genera valor al producto y al negocio de los caficultores colombianos, pues la mayoría de viajeros regresan a sus casas con una bolsa de café”, afirma Hernán Méndez, presidente de Procafecol.
Aprovechando los 255 metros cuadrados del área, Juan Valdez quiso resaltar el único espacio verde con que el cuenta el Aeropuerto de la capital.
Para este proyecto se tomaron como inspiración dos conceptos. Por un lado, dado el carácter exterior del espacio, se planteó un Coffee Garden. Por otro lado, “decidimos incorporar un container que representa el compromiso de Juan Valdez de llevar lo mejor de nuestro café colombiano a diferentes partes del mundo”, agrega Felipe Rodríguez, arquitecto y diseñador de las tiendas.
Fuente: http://www.portafolio.co