Invitamos al sector privado para unirnos y contribuir entre todos para que el campesino sienta nuestro apoyo.
Es un hecho que no podemos negar el privilegio geográfico que tiene Colombia. Tenemos un país con amplia variedad de suelos y climas que lo hacen una potencia como despensa alimenticia. Sin duda, la fortaleza del país está en el campo y en la cadena de producción agroindustrial que comienza en este sector. El progreso del país consiste en potenciar el campo, invertirle, crecerlo y así consolidarlo como el motor de desarrollo colombiano.
No obstante, a lo largo de los años, la migración del campo a las ciudades ha venido en aumento, fenómeno que ha afectado al país desde hace varias décadas. Lo anterior, ha planteado importantes retos para el sector privado, por los cuales debemos crear nuevos modelos que nos permitan demostrar el potencial del agro y que inviten a los empresarios del campo a llevarlos a cabo en conjunto, buscando mejorar su calidad de vida.
Bajo esta mirada, desde PepsiCo venimos trabajando en modelos asociativos de papa y plátano, a la vez que venimos explorando en otros insumos agrícolas para vincular a los pequeños agricultores en nuestra cadena de valor. Dos ejemplos están en Boyacá y Risaralda. Hace más de 9 años hemos venido trabajando con Asplabel, la planta de pelado de la Asociación Nacional Agropecuaria de Productores de Plátano de Belén de Umbría, alianza que hoy permite la producción de Natuchips.
Comprometidos con el desarrollo social y económico de la región hemos creado oportunidades para 50 mujeres, entre madres cabezas de familia, víctimas del conflicto armado, indígenas y jóvenes vulnerables. Hemos logrado un impacto positivo por medio de oportunidades para trabajar en mejores condiciones, prosperar, escapar de la violencia y sacar adelante a sus familias, al igual que hemos aportado en mejoras de infraestructura, fortalecimiento de los esquemas de asociatividad y capacitación técnica. Por otra parte, en Toca (Boyacá), trabajamos empoderando a la mujer del campo en la generación de habilidades para el cultivo de papa como una alternativa productiva y en el desarrollo de sistemas de riego.
Estamos convencidos de que así logramos la construcción de país por medio del trabajo con comunidades en el campo, cambiando la problemática existente, que hoy les permite a las familias vivir tranquilas, y a nosotros, desde el sector privado, abrir nuevas posibilidades que impulsen el desarrollo de Colombia.
Invitamos al sector privado para unirnos y contribuir entre todos para que el campesino sienta el nuestro apoyo y pase de ser un agricultor a un empresario del campo y finalmente a un aliado de las grandes compañías. Somos nosotros, quienes tenemos una gran responsabilidad en intervenir en las diferentes etapas de la cadena de valor, de manera que se puedan definir objetivos en conjunto para generar desarrollos con la comunidad, incluyéndolos y forjando un trabajo de beneficio para ambas partes.
Es tiempo de aprovechar el momento que vive el país para profundizar los esfuerzos agroindustriales en las zonas afectadas por el conflicto, generando nuevas oportunidades para estas comunidades y propiciando los mecanismos para que los jóvenes se queden, o vuelvan al campo: un trabajo conjunto entre empresa, sector público y comunidades que logre la construcción de país.
Mónica Contreras
Gerente general de PepsiCo Alimentos para la región Andina
Fuente: https://www.portafolio.co