En setiembre de este año que termina Bancolombia sorprendió al mundo ocupando el primer lugar en su industria dentro del DJSI Index, siendo la primera empresa de América Latina en logra ese lugar. Para conocer mejor cómo llegó allí el banco colombiano, ComunicaRSE conversó con Franco Piza, Director de Sostenibilidad de Bancolombia. (Foto: Franco Piza, Director de Sosteniblidad de Bancolombia).
¿Cómo ha evolucionado en los últimos años la estrategia de sustentabilidad de Bancolombia?
Durante la historia del Banco, los enfoques a nivel empresarial y social han cambiado, pero la organización ha estado atenta para entender las expectativas de su grupo de acción. En la actualidad, el enfoque de sostenibilidad lo venimos implementando y desarrollando bajo metodologías estandarizadas a nivel global, desde hace aproximadamente 15 años.
Entre 2005 y 2008, estructuramos el modelo de gestión y como primer paso, en 2008 creamos área de gerencia ambiental. En ese momento, empezamos a ver oportunidad en la evaluación de riesgo y también en el armado de un portafolio de productos orientados a proyectos que generan beneficios ambientales, ya sea energía renovable, producción más limpia, etc.
Así, comenzamos a financiar proyectos grandes y chicos. Al mismo tiempo, nos dimos que también teníamos que implementarlo de manera interna. Empezamos a trabajar en temas de ecoeficiencia a nivel corporativo para reducir consumo de agua, energía, construcción sostenible en sucursales.
Este año la empresa apareció como líder mundial de su sector en el índice de sustentabilidad del Dow Jones. No es muy usual que una empresa de América Latina alcance ese lugar ¿Qué significa esta performance para Bancolombia?
Fue un proceso. En 2010, nos invitan a participar en el índice de sustentabilidad de Dow Jones Sustainability, en función de nuestros resultados de 2009. Fue un primer diagnóstico, que nos dio el impulso de seguir mejorar y en 2012 pudimos por fin ingresar al índice. Esté logro nos permitió generar nuevos productos y mayor participación del mercado, y motivó a la organización en trabajar en ese propósito.
Para nosotros la sostenibilidad no es un área, la sostenibilidad es el negocio. Toda la organización debe pensar de manera sinérgica en los impactos ambientales y sociales, a partir de la generación de valor económico. No hay generación de valor económico a futuro si no se complementa con lo social y ambiental. Para nosotros la sostenibilidad es uno de los 5 pilares estratégicos de la organización. Es lo que queremos ser como organización frente a todos.
¿Cómo se compone la cartera de productos financieros vinculados con sustentablidad?
Dentro de nuestros objetivos, destinamos 5 billones de pesos, (500 millones de dólares) en temas de financiamiento sostenibles. A medida que nuestras metas se cumplen, las vamos ampliando. En el tema de emisión de bonos, ya hemos realizados dos, y estamos trabajando para avanzar en ese camino.
Hemos desarrollado diferentes productos en los distintos mercados donde tenemos presencia.
Así, también tenemos productos para personas, por ejemplo, tenemos una línea de créditos verdes, para vincular clientes en área de restauración. También tenemos un programa con los niños, vinculado a la protección de tortugas.
Asimismo, ofrecemos diferentes productos para el segmento de startups y emprendimientos. En esta línea, estamos trabajando el tema de género, dentro del que contamos con productos para mujeres emprendedoras en Panamá. Por otro lado, en El Salvador tenemos un producto diversificado para temas agrícolas a pequeñas escalas.
Con las Pymes trabajamos diferentes temáticas, como energía renovable, eficiencia energética, generación de energía a partir de biomasa. Mientras que, para las empresas más grande, tenemos líneas de construcción sostenible. En el eje de energía, estamos combinando temas de generación, como granjas y fincas solares. Ya hemos financiado parques eólicos en Centroamérica.
¿Qué posición tiene el banco sobre la descarbonización de las carteras de inversión post Acuerdo de Paris 2015?
Hay inquietudes, ya que hay un parte importante de la economía que depende del carbón. La economía colombiana depende mucho de esa industria, por eso es un cuestionamiento complejo. Hay muchas dudas sobre lo que pasará con la industria que tiene tanta dependencia.
Pero, por otro lado, gracias el movimiento a nivel global, se está garantizando que a mediano plazo las tecnologías bajen los costos en términos de energía fotovoltaica y solar. Por lo tanto, esté avance de energía renovable está empezando a contrarrestar la economía del carbono.
¿ Y con respecto a establecer un precio o impuesto a las emisiones de carbono?
En Colombia, ya funciona un impuesto al carbón desde el primero de enero de 2017. Por lo tanto, ya se ha generado un mercado voluntario de carbono y ya hay un precio establecido. La bolsa nos da un referente precio con respecto a la demanda y oferta de los bonos. Eso nos permite hacer los cálculos, así que ya no es un reto para nosotros.
De todas maneras, lo que se busca es que estos combustibles dejen de ser tan atractivo para las industrias, aunque se encuentren disponibles.
¿Cómo gestionan los potenciales riesgos en derechos humanos y ambientales de los proyectos en los que invierten?
En los últimos años, pudimos identificar que, a nivel mundial se volvía importante la evaluación de riesgo ambiental y social en la financiación de los proyectos. Se empezaron a materializar riesgos ambientales y sociales que detuvieron proyectos. Esto fue entendido por la Banca y comprendió que era una variable que no estaba incorporada en los análisis.
Hay diferentes componentes, por un lado, depende del nivel de protesta social del país y el tema de la consulta previa del desarrollo de los proyectos. En países como Bolivia y Perú es un tema muy complejo. La regulación surge porque hay una protesta social muy grande. Mientras que en Costa Rica el tema ambiental es un activo del país, es algo positivo para el país. Por lo tanto, el empresario lo tiene incorporado.
A nivel general, depende del industrial, del desarrollo del país, de la legislación y de la consulta a las comunidades.
¿Con qué enfoque trabajan la equidad de género y la diversidad en Bancolombia?
Actualmente en nuestra organizamos hay un 35% de hombres y 75% mujeres. Así el 54% de los cargos de liderazgo son mujeres, 35% de los niveles de presidentes son mujeres.
Con respecto a los puestos, los cargos tienen responsabilidad establecidas y las que acceden son mayorías de mujeres, que cuentan con un mayor nivel de habilidades. A nivel general, hemos logrado una organización equiparada, tanto en edad como en sueldos.
En los últimos años se ha producido una revolución en materia de fintech e Inclusión financiera ¿Es una amenaza o una oportunidad para industria financiera?
Las fintech son una oportunidad de crecer y trabajar de manera más ágil. Estamos trabajando, a través de banco 100% digital, nos permite generar nuevos esquemas y avanzar más rápido. Es una oportunidad de trabajar con un nicho distinto.
Con respecto a la inclusión es un reto en los países donde operamos. La inclusión la entendemos no solo como la base de la pirámide, si no como todos los clientes y no clientes. Por ejemplo, tenemos clientes de buen nivel económico, pero con bajo nivel de entendimiento de los servicios financieros, por lo tanto, hay un eje asociado a educación.
Vinculado a la base de la pirámide, apuntamos a desarrollar una agenda que busca utilizar canales, productos y temas de educación a través de esquemas de distribución flexibles para llegar a más ciudadanos a servicios financieros, por eso tenemos productos desde la banca móvil, la banca análoga y la banca digital, por ejemplo, que a través del celular se pueda crear una cuenta bancaria. Así estamos acercando a más ciudadano a los servicios financieros.
Cuando tengamos una sociedad más bancarizada, vamos a tener una economía más robusta, formalizada y con más oportunidades.
Fuente: http://www.comunicarseweb.com.ar