El vicepresidente senior de Innovación de Mastercard para Latinoamérica dijo que la empresa ya tiene discusiones iniciales con bancos centrales que quieren crear sus monedas digitales.
Mastercard sorprendió al mercado mundial en febrero, cuando anunció que empezaría a admitir algunas criptomonedas en su red de pagos. Este anuncio, al que se sumaron otras compañías, llevó al bitcoin a máximos históricos.
La empresa ya tiene experiencia con monedas digitales. Cuenta con 90 patentes aprobadas de tecnología relacionada con blockchain. Además, lanzó recientemente junto a Island Pay la primera tarjeta digital vinculada a una moneda de un banco central del mundo en Las Bahamas. Walter Pimenta, vicepresidente senior de Innovación de Mastercard para América Latina, habló sobre el tema.
¿Qué cambios trajo la pandemia para el mercado de pagos?
En Latinoamérica hemos visto cambios impresionantes. El primero es que vemos una aceleración de cinco años en el comercio electrónico , que se dio en siete meses. Latinoamérica crece en comparación con el promedio del mundo tres veces más rápido. Lo segundo es que en el mundo físico se utilizan más las tarjetas débito en puntos de venta. Eso ha crecido exponencialmente. Y dentro del mundo de tarjetas, hemos evidenciado un crecimiento nunca antes visto de la tecnología sin contacto.
¿Cómo han avanzado en el tema de criptoactivos?
Ahora también ofrecemos a los bancos centrales la posibilidad de que en el momento que diseñan sus criptomonedas puedan conectarlas a una red de pagos Mastercard y llevarlos a entender cómo funciona esto en un sistema de pagos establecido. Nuestra primera patente viene desde 2013 en lo que es la tecnología que habilita 99% de las monedas digitales y tenemos el número de patentes más grande en blockchain, 90 aprobadas, y más de 220 pendientes.
¿Cómo ha evolucionado este mercado?
Vemos el mundo de las criptomonedas evolucionando mucho en los últimos años. Las agrupamos en tres grandes bloques. El primero es el de las monedas digitales centrales (Central Bank Digital Currency). El segundo grupo es el de las monedas estables, emitidas por la industria, pero que respetan tres puntos fundamentales: estabilidad, regulación y protección al consumidor. Un tercer grupo es el de criptomonedas como el bitcoin. No entra en el segundo grupo porque no tiene una regulación en todos los países y fluctúa mucho en muy poco tiempo. Estamos abiertos a probar las monedas digitales y en el futuro habilitar el procesamiento directamente en la red de Mastercard si cumplen con los principios.
¿Qué ejemplos hay?
El Banco Central de Las Bahamas creó su propia moneda digital, el Sand Dollar. Hemos hecho una alianza con una fintech para que convierta la moneda en una tarjeta y se pueda usar en cualquier punto de venta que acepte Mastercard. Esta es una revolución en la industria de pagos.
¿Cómo ven el piloto de la Superfinanciera en Colombia?
Tenemos conocimiento del piloto, hemos tenido algunas charlas con los bancos. Revisamos el piloto bajo los tres principios que mencioné: estabilidad, regulación y protección al consumidor. Estamos muy cerca para entender cuál va a ser nuestro papel.
¿Cuándo se van a poder usar los criptoactivos en compras?
Tanto las monedas digitales de bancos centrales, como las monedas estables tienen los atributos para que puedan usarse como instrumentos de compra. El tema es cómo un comercio que habilita el pago con bitcoin, por ejemplo, recibe la cantidad que le pagan. Hay desafíos regulatorios. El tema va mucho más allá de la aceptación. Al bitcoin lo vemos más como un activo de inversión que como un instrumento de compra por su volatilidad.
Nosotros tenemos un producto llamado Crypto Card, que permite que un proveedor de una billetera de criptomonedas le ofrezca la posibilidad de convertir bitcoins a moneda y usarlos en puntos de venta que acepten Mastercard.
Fuente: https://www.larepublica.co