Con el desarrollo de su modelo de negocio bajo el concepto “ciudad dentro de la ciudad”, la constructora sigue generando un impacto positivo en cada una de las regiones donde tiene presencia.
Amarilo es una de las constructoras con mayor reconocimiento en el país y en 2023 está celebrando 30 años de trayectoria. La constructora tiene el firme propósito de impulsar un cambio de mentalidad en la forma de construir, a través de un lado más humano, con una visión enfocada en las comunidades y con un alto compromiso con la sostenibilidad.
Para Roberto Moreno, “la sostenibilidad ya no es una opción, por eso lideramos un modelo de sostenibilidad integral, con el propósito de generar valor a todas nuestras audiencias e impactar de manera positiva todo el entorno. Bajo esta línea, ejecutamos diversas iniciativas y programas enfocados en las comunidades, el medio ambiente, y el desarrollo de las regiones”.
Bajo esta premisa, la empresa se ha destacado en el sector en los últimos años por apostarle a un modelo de negocio bajo el concepto de “ciudad dentro de la ciudad”, cuya planificación y desarrollo se soporta en tres premisas: 1) desarrollo de urbanismos planeados y organizados 2) ofrecimiento de espacios más inclusivos, seguros y sostenibles donde se promueva la participación ciudadana, el empoderamiento y liderazgo de las comunidades como motor de cambio y 3) aportar al desarrollo de las ciudades promoviendo la asequibilidad de la vivienda.
Esta visión le ha permitido aportar al mejoramiento de las condiciones de vida de más de 120.000 familias colombianas, aportando progreso y desarrollo en las regiones donde tiene presencia, a través de proyectos residenciales de gran escala, en donde sus habitantes cuentan, en su entorno cercano, con equipamientos públicos como parques, bibliotecas, colegios, hospitales, comercio y entretenimiento.
Acompañamiento a las comunidades
En esta línea, Amarilo propende por la generación de espacios habitacionales y de desarrollo social, para fortalecer el capital y el tejido social y fomentar un espíritu de colaboración, solidaridad y respeto en las comunidades que confían en sus proyectos.
Es por esto que en 2004, la constructora creó el Programa de Acompañamiento Social (PAS), una iniciativa que busca formar comunidades sostenibles, capaces de autogestionar sus necesidades y expectativas en el entorno donde habitan. El PAS fomenta espacios de formación en planeación estratégica, resolución de conflictos y formulación de proyectos, para desarrollar habilidades de liderazgo positivo y robustecer las competencias en gestión comunitaria. En sus casi 20 años, este programa ha beneficiado a 386 conjuntos residenciales, 118.903 unidades de vivienda y 452.272 personas con más de 5.000 actividades realizadas.
Además de esto, cuenta con dos líneas de trabajo adicionales en comunidades:
-Escuelas de gestores del desarrollo sostenible, que fomentan la apropiación de los territorios por parte de las personas y el desarrollo de programas y proyectos.
-Voluntariado corporativo, en las cuales el personal de Amarilo dona parte de su tiempo para efectuar actividades tales como recuperaciones de espacios públicos, celebraciones de fechas especiales con comunidades y entidades que atienden poblaciones más vulnerables, entre otras.
Sin duda alguna, Amarilo es una empresa que cree en Colombia y en su gente, y que le apuesta a construir sociedad por medio de acciones que generan impactos positivos en sus entornos.
Fuente: https://www.larepublica.co