Hein Schumacher, el nuevo CEO de Unilever, comunicó la semana pasada a los inversores que dejaría de imponer (a la fuerza) el propósito a todas y una de las marcas del grupo. En los últimos años Unilever ha enarbolado con orgullo la bandera del propósito, que ha imbricado en el corazón de todos y cada una de las marcas que forman parte de su porfolio.