En el universo del mercadeo los lugares comunes son un enemigo que, a mi parecer, es una bomba de tiempo para la creatividad, la innovación y lo más importante para la conexión de las marcas con las personas, quienes son sin duda las que determinan el éxito de las campañas.
Los lugares comunes son esas ideas y conceptos que se quedan en la caja, que generan una sensación de calma debido a que no producen mariposas en el estómago, y aunque esto puede ser efectivo en algunos casos, no marca una diferencia en el tan saturado mundo del marketing. Eslóganes genéricos, mensajes vacíos y frases sobre utilizadas que han perdido ese poder de persuasión, están dejando por fuera esas historias que repican con las experiencias y aspiraciones del público objetivo.