El mundo laboral actual exige equilibrio entre la experiencia y la innovación. Si bien la práctica acumulada sigue siendo un activo valioso, las empresas reconocen la importancia de contar con profesionales que combinen conocimientos sólidos con una buena base práctica. En ese sentido, las ideas frescas, las perspectivas innovadoras y la habilidad para aprender y evolucionar son cualidades altamente valoradas en la industria de la publicidad y el mercadeo.