En el comercial, el artista aparece en una situación donde todo se complica… hasta que llega el toque de Nesquik. Con música, humor y su sello personal, transmite un mensaje simple pero efectivo: no te rayes la cabeza
En el comercial, el artista aparece en una situación donde todo se complica… hasta que llega el toque de Nesquik. Con música, humor y su sello personal, transmite un mensaje simple pero efectivo: no te rayes la cabeza