Como hombre de empresa, organizador como el que más, pionero que fuera para el mundo comercial de la publicidad en Colombia, maestro que enseñó y orientó a muchos quienes siguieron su ejemplo, para bien del progreso de la industria y el comercio de los colombianos, éste fue, el santandereano MARIO GARCIA PEÑA. En Nueva York, donde fijó su residencia inicial, se formó en diversos campos del periodismo. Después de haber representado con prosperidad reconocida, los más prestigiosos periódicos que por entonces circulaban en las capitales de los países de Latinoamérica, formó The All American News Papers, siendo también el corresponsal estadounidense para ellos. Su responsabilidad y madurez, permitieron a Mario, entre sus múltiples tareas de empresario, actuar como acudiente, a la sazón, de los estudiantes: Hernando y Enrique Santos Castillo,- éste último, padre del actual Presidente de la Republica
Eran tiempos difíciles los que dejaba la segunda guerra mundial en EEUU. No obstante ello, no fue obstáculo alguno, para que Mario, con su extraordinaria inteligencia como su irreductible voluntad de trabajo y hombre de iniciativa desbordante, fundó y constituyó la primera empresa de publicidad comercial en Colombia, PROPAGANDA ÉPOCA LIMITDA. Contó para ello con el apoyo de su compañera de toda la vida, DORA FERNANDEZ CASTRO. Más tarde, la Agencia publicitaria contaría, entre su notable nómina de colaboradores a los dibujantes: Max Henríquez, Oscar Cadiz, Gonzalo Ariza, Santiago Martínez Delgado, (célebre pintor del Bolívar del Capitolio Nacional) y Enrique Wallenberg. Iniciaron sus carreras de publicidad personajes como Consuelo Salgar de Montejo y Alvaro Ponce de Leon entre otros. Como no mencionar a sus entrañables colaboradoras, Doña Beatriz Alfonso y Olga París, su secretaria.
Recordamos, de cómo los primeros anuncios comerciales en la radio, hicieron verdaderamente una época, honor al nombre de la empresa publicitaria de Mario. Generaciones han memorizado, los productos que recién veíamos, en los escaparates de tiendas de barrio y farmacias o boticas. Conocidos, ya gracias a la pauta que de los mismos productos con sus graciosos cantos y coros de voces entrenadas en la radio, hacían de buen recibo el producto. Empresas entre otras, cuyas cuentas fueron tradicionales de PROPAGANDA EPOCA LTDA, tales como: Colgate Palmolive, Icollantas, Avianca, Banco de Bogotá, Colombiana de Tabaco, Chocolate Corona, con su programa, “La serenata del aire”; Postobón y Coltejer, ésta con su melodioso y pegajoso tema de “Coltejer es el primer nombre en textiles y fabrica para usted mejores driles…” y su tan famoso programa: “Coltejer toca a su puerta, con su carro fantasma”, tan escuchado y repetido por las juventudes de entonces. Y otro programa, no menos recordado, como “El tesoro Alicachín”. Registraron época e hicieron de la publicidad radiada, el medio prodigioso de la verdadera difusión del producto comercial. Por esa misma razón, cómo olvidar los anuncios de “Kol-cana”, “Chiclets Adams”, “Glostora”, “Jabón Reuter”, máquinas de coser “Singer”, Alka-Seltzer, etc, productos, de grata recordación, por el impacto que hicieron en el oyente, dada su pegajosa y agradable entonación musical. Su gran creatividad no solo hizo que todos estos productos fueran reconocidos sino que también impulso algunos escritores de radionovelas a través de incontrastables voces profesionales.
El anuncio publicitario que emitía la radio, se apreciaba con especial agrado, pues la organización empresarial de Mario era tan eficiente, y a través del llamado “radiocontrol”, que sus funcionarios con esfuerzo seguían, garantizaba al productor y fabricante, que el producto tuviera el alcance que el mensaje o pauta comercial, pretendía: llegar al público para su consumo con agrado.
Fundó y contribuyó Mario, importantes órganos de difusión cultural y educativa, tales como El Centro Colombo Americano, a través del cual incorporó la cultura americana al país, la Universidad de América, con su primera escuela de publicidad en Colombia; y fue notable su aporte al impulso de la Cruz Roja Colombiana, como uno de sus directivos. La pionera de la aviación comercial, AVIANCA, lo tuvo también, en su nómina de directivos. Fue accionista importante de la famosa empresa AEROTAXI.
Así como en La Vorágine, Mario también fue cautivado por el embrujo Llanero. Fue el escenario natural, al que Mario dedicó parte no menos importante de su vida, distinta al mundo del empresario que le moldeó su férrea voluntad. Allí en medio de aquella hermosa llanura de la que tantos frutos tributó, dejó su amor a través de su hija, Claudette. Desde el inesperado fallecimiento, en el año de 1962, su tumba es el testigo mudo de aquel inmenso lugar donde el cielo y la llanura se confunden en una magia interminable.
Gabriel García-Peña