Las compras compulsivas se ceban con los más jóvenes. El 23% de los jóvenes adscritos a la Generación Z confiesa realizar compras impulsivas. Y el 22% de los millennials compra también de manera impulsiva. Ceder a la tentación de las compras impulsivas es un mal contemporáneo del que es muy complicado sustraerse, pero los consumidores más jóvenes parecen ser quienes más incurren en una práctica que descuadra a menudo por completo la contabilidad en los hogares (y en más tiempos de inflación).