En la actualidad, las marcas se enfrentan a un reto creciente: la percepción de "greenwashing". Este término, que se refiere a la práctica de promover acciones sostenibles que, en realidad, no lo son, ha cobrado fuerza en los últimos años y ha puesto en jaque los esfuerzos de muchas empresas por destacar en sostenibilidad. El temor de ser catalogadas como "greenwashers" ha llevado a muchas marcas a reconsiderar sus campañas de sostenibilidad, a veces incluso antes de lanzarlas, por miedo a la crítica y al rechazo.