(Ad Age) - Stetter fue madre a los 20 años y tuvo que encontrar un mecanismo que le permitiera el balance entre su vida profesional, sus hijos y su vida personal. Nunca olvidaré cuánto me costaba ver a mi hijo tener berrinches diarios cuando lo dejaba en la guardería. Era el año 2011 y debía dejar a mis mellizos pequeños en otro lugar para intentar dirigir una tienda de segunda mano.