Conozca las historias que demuestran la competitividad de cada área. Esta semana, la Cámara de Comercio lanzó la Especialización Inteligente, una estrategia que plantea desarrollar cinco áreas productivas de Bogotá y la región. Innovación, tecnología, valor agregado conocimiento y sostenibilidad.

Educación para transformar

Como un barco grande y muy pesado que se demora para cambiar de dirección. Así ve Henry May, docente inglés, el sector educativo tradicional.

“La educación ha sufrido mucho por ser una de las industrias con muy poca innovación”, dice el fundador de CoSchool, una empresa que se dedica a formar jóvenes de diferentes instituciones educativas en liderazgo a través de la educación experiencial.

Esta es la razón por la que la especialización inteligente propone hacer en Bogotá Región un hub de conocimiento que integre instituciones de educación terciaria y de investigación, para que el desarrollo que se genere en estas pueda llegar y ser usado por el sector público y el empresarial.

El hub se desarrollará en tres nichos que ayuden a sofisticar la oferta educativa, volverla pertinente y especializada. Pretende basar la formación, así como CoSchool, en los valores de la innovación: autoconocimiento, toma de decisiones y riesgos, mentalidad de crecimiento, resolución de conflictos y determinación.

Para Henry May, quien ha trabajado en Bogotá, Antioquia y Chocó, “si Colombia quiere ser un país diferente, tiene que hacer cosas diferentes”. Y tiene una ventaja, la que May llama “nivel de dificultad 10”: gracias a los retos que hay, se vuelve casi necesario buscar soluciones creativas, y “eso nos da la oportunidad de generar que ciudades como Bogotá se vuelvan un centro de innovación y emprendimiento”.

Lo mismo piensa Diana Gaviria, directora de Connect Bogota. Según ella, la forma de hacer de Bogotá una capital del conocimiento es fortalecer la educación primaria y secundaria, para poder generar una educación superior de talla mundial, y centrarse en fortalecerla.

Pero para esto también es necesario que “el Gobierno entienda que la ciencia y la tecnología son temas críticos para el desarrollo, y hay que invertir en ellos”, asegura Diana.

Valor agregado para las empresas

En la capital se crean 70.000 empresas por año, y la gran mayoría quieren saber cuál será su norte.

Algunas no pueden hacerlo solas, necesitan de expertos que les ayuden a instalarse, que les enseñen cómo aprovechar el fuerte mercado que hay en Bogotá.

Opening Consulting es uno de esos expertos. Con un equipo de abogados, ingenieros industriales y administradores de empresas, se dedica a la formulación del plan de ruta de las empresas y les ayudan a conocer qué leyes y decretos las rigen.

Esta empresa es uno de los ejemplos que integran la estrategia de Especialización Inteligente, en el área de servicios empresariales, que, hasta ahora, representa el sector económico en que Bogotá es más fuerte (representa el 10 por ciento total del PIB de la capital).

Además de los servicios que presta Opening Consulting, la especialización inteligente también contempla enfocar esfuerzos en sofisticar los procesos del sector financiero; encontrar nuevas formas de prestación de servicios de salud, como la telemedicina, y cerrar las brechas de competitividad que hay entre las grandes empresas y las pymes.

El reto ahora, según María Claudia García, presidenta de Opening Consulting, es “estar al tanto de las tecnologías y de todo el conocimiento que hay en el mundo, ya que el mercado cambia y no podemos quedarnos obsoletos”.

La sostenibilidad inteligente: un desafío

Una de las áreas planteadas en la Especialización Inteligente es un gran reto que se debe trabajar en Bogotá para mejorar la calidad de vida.

Se trata de ‘ciudad-región sostenible’, que plantea encontrar soluciones productivas y tecnológicas para temas tan delicados en la ciudad como el río Bogotá, la gestión de recursos naturales, residuos y el transporte y la construcción amigables con el ambiente.

Para poder hacerlo, se promoverá la creación de iniciativas orientadas a desarrollar tecnologías que ayuden a reducir el impacto ambiental. Un ejemplo de estas es Datapop, una organización sin ánimo de lucro presente en siete regiones del mundo que busca promover el uso de grandes volúmenes de información para ayudar a las personas. Para Andrés Clavijo, su director para Colombia, la ‘alfabetización de datos’ “es importante para el desarrollo de economías y ciudades”.

Uno de los grandes proyectos que han identificado Datapop necesarios para Bogotá es el del transporte: medirán, por medio del celular, los tiempos y hábitos de movilidad de los bogotanos para mejorar el transporte. La meta, para la Cámara de Comercio, es transformar la ciudad en materia de movilidad y desarrollo habitacional sostenibles, y optimizar el aprovechamiento de los recursos naturales para mejorar la calidad de vida.

La apuesta por la creatividad

“No nos trazamos un camino. Hemos ido evolucionando, gracias a la curiosidad de nuestro talento humano”.

Así es la filosofía de Oruga, una agencia de creación y producción de contenidos audiovisuales y de animación que por la diversidad y flexibilidad en su trabajo ha logrado consolidar las industrias culturales de Bogotá en el mercado extranjero.

Por ese tipo de empresas, el Comité Directivo de la estrategia de Especialización Inteligente identificó que una de las áreas a las que les debe prestar atención es a Bogotá región creativa, donde existe un gran potencial (representan el 4,8 por ciento del producto interno bruto a nivel regional).

Oruga, en sintonía con esta estrategia, ha creado alianzas con empresas digitales que ofrecen servicios de creación y desarrollo de páginas web, que se complementan con sus contenidos. “Nosotros ideamos las historias, las desarrollamos, y las empresas aliadas nos ayudan a crear las plataformas para comunicar esos contenidos”, explica su director creativo, Augusto Caro.

La empresa, que lleva 14 años en el mercado, ha realizado comerciales para Coca-Cola, Samsung, Fanta; además, creó la serie Amplificado para Señal Colombia, en la que muestran el talento musical.

El mercado al que esperan llegar con más fuerza es el latino, un nicho que, según Caro, está cogiendo mucha fuerza. “No nos queremos quedar en lo local, queremos que nuestros contenidos no solo los entiendan en el país”, explicó el ejecutivo.

Conocimiento y tecnología unidas

BioPolo es una de las áreas productivas que integran el desarrollo de las ciencias de la vida. Incluye las actividades de la agroindustria, la química y la salud.

La Especialización Inteligente propone que estos sectores se enfoquen en el desarrollo de alimentos funcionales autóctonos del país, la creación de productos de belleza basados en elementos naturales y los servicios avanzados de salud. La farmacogenética también es uno de estos nichos.

Según Jorge Mario Díaz, de la Cámara de Comercio, “hay laboratorios orientados al diagnóstico molecular que hacen muy fuerte este sector”.

Corpogen, un centro de investigación que lleva más de 20 años en la ciudad haciendo ciencia, es uno de los ejemplos.

“En el mundo no existe una prueba rápida, barata, que no requiera equipos sofisticados para diagnosticar la tuberculosis”, menciona la directora de laboratorio de Corpogen, Martha Lucía Cepeda. La compañía descubrió un biomarcador que identificaría la bacteria que provoca esta enfermedad. Esto implica que muchas personas que quieran saber si están infectadas accederían a un diagnóstico menos doloroso y un tratamiento más rápido.

Así, la puesta en marcha de la estrategia traería beneficios a estos centros, como la unión de su conocimiento y tecnología para continuar procesos de investigación que generen nuevas patentes.

Los aliados

Cámara de Comercio de Bogotá, Connect, Invest in Bogota, Probogota, Gobernación de Cundinamarca, Andi, Consejo Privado de Competitividad, Alcaldía de Bogotá y Ministerio de Comercio, Presidencia de la República.

Fuente: El tiempo.com