La diversidad es una fortaleza para el desempeño de las compañías y debe entenderse como una ventaja competitiva. El siglo XXI ha significado para la sociedad mundial una era de cambio en el ámbito económico, ambiental y social, lo cual ha generado distintos retos que obliga a los países a unir esfuerzos para satisfacer las necesidades globales dentro de un desarrollo sostenible. Libertad, independencia económica, respeto profesional, admiración y seguridad, son algunas de las cualidades que caracterizan a las mujeres de este siglo.
Dentro de los objetivos planteados por el Gobierno Nacional durante la última Cumbre de Desarrollo Sostenible de la ONU realizada en Nueva York en septiembre del 2015, empoderar a las mujeres y niñas para alcanzar la igualdad de género se ubicó dentro de las cinco primeras prioridades del país para el 2030. El año pasado, en septiembre de 2016, Bogotá se convirtió en la primera ciudad de Colombia, y la cuarta capital en Latinoamérica, en hacer parte de la campaña He for She de la ONU Mujeres, la cual busca incluir al género masculino en la lucha de la equidad de género. Ambos hitos son muestra del compromiso y la apuesta que hace Colombia por incluir cada vez más a las mujeres en las diferentes cadenas productivas del país.
Sin embargo, este no es solo un deber del sector público, sino también del privado y de la sociedad en general. El debate sobre el rol de la mujer poco a poco ha transcendido barreras en el mundo de los negocios, en donde hoy en día, el desempeño, la habilidad y la inteligencia no son evaluados por el género de la persona sino por el rendimiento, los resultados y el liderazgo del individuo para alcanzar los objetivos de la compañía.
Uno de los aspectos que sin duda alguna juega un rol fundamental en la capacidad de generar impactos importantes a nivel económico, social y ambiental de un país, es la inclusión de la mujer y la reducción de las brechas entre géneros. La mujer cumple un rol fundamental en la generación de riqueza, en la disminución de las inequidades sociales y en la protección del medio ambiente y de los recursos que garantizan la supervivencia del planeta.
Como una forma de apoyar aún más los principios rectores sobre las empresas y los derechos humanos de Naciones Unidas, hoy en día algunas multinacionales han iniciado a ampliar su enfoque de respetar los derechos humanos en toda la cadena de suministro, encarando nuevas iniciativas para promover la diversidad en la fuerza de trabajo mundial, respaldar el progreso de las mujeres e incentivar el desarrollo socioeconómico en comunidades de todo el mundo.
La OCDE ha publicado estudios que justamente señalan que aprovechar de forma adecuada el capital humano de las mujeres tiene un impacto directo en el crecimiento económico de los países, en la reducción de la pobreza y el hambre, en el manejo positivo de la fertilidad, en la capacidad de innovación en los negocios, en la efectividad de las políticas de salud, en las iniciativas gubernamentales y en la disminución del daño ambiental.
No obstante, para lograr que estos impactos positivos se desencadenen es necesario tomar medidas que de forma consciente reconozcan la necesidad de promover la participación social y económica de las mujeres. Las tendencias demuestran que esta participación no crece por sí sola, y si no se promueven iniciativas para involucrar a las mujeres en el sector productivo, educativo, profesional, en la generación de ingresos y en la toma de decisiones políticas y sociales, las brechas existentes difícilmente se van a cerrar.
Por ejemplo PepsiCo, en alianza con Fundes, lanzó el programa “Mujeres con Propósito” que busca empoderar a 10.000 mujeres de toda América Latina a través de oportunidades de educación, espíritu empresarial y empleo. El programa representa una inversión esperada de USD $1.5 millones por parte de la organización y busca integrar a las mujeres en las cadenas de valor, como empleadas o como emprendedoras.
La diversidad es una fortaleza para el desempeño de las compañías y debe entenderse como una ventaja competitiva. El rendimiento financiero sustentable está directamente relacionado con una fuerza de trabajo incluyente. Hombres y mujeres con diferentes potenciales, visiones del mundo y fortalezas, son el sustento de un crecimiento financiero y operativo estable.
Continuar desarrollando una fuerza de trabajo diversa, incluyente y comprometida son iniciativas que incluyen un enfoque continuo para lograr la igualdad de género en los puestos gerenciales y equidad salarial para las mujeres.
En tiempos pasados por razones culturales se creó un imaginario en donde la mujer era poco atractiva para una compañía por temas relacionados a la maternidad, en donde resultaba preocupante para las empresas el rendimiento y el desempeño de las ejecutivas. Sin embargo, una mujer que es madre desarrolla distintas habilidades relacionadas con la crianza como la capacidad de realizar varias tareas al tiempo, ser paciente, ser recursiva, ser arriesgada, responsable, saber solucionar problemas y llegar a acuerdos, ser constante, organizada, creativa, entre otras.
Aunque la percepción de la madre ejecutiva ha cambiado, en la actualidad continúan existiendo retos por superar para continuar con el empoderamiento de la mujer empresarial y romper con las barreras de la desigualdad del siglo XXI. Contar con líderes femeninas dentro de la organización, significa contar con formas distintas de pensamientos, de maneras de gestionar y de liderar equipos, que enriquecen el trabajo del día a día y fomentan la inclusión y la igualdad de género.
Para continuar con la construcción de sociedades basadas en lo justo es necesario eliminar las teorías machistas y feministas que son un aporte a la desigualdad, e iniciar a visualizarnos como individuos con las mismas capacidades que nos lleva a convertirnos en una unidad.
Desde mi rol como mujer, madre y profesional, me siento orgullosa de pertenecer a una organización como PepsiCo, que siempre ha apostado a la inclusión de la mujer, y asegura que día a día ganamos con la diversidad e inclusión como parte de nuestra ventaja competitiva.
Fuente: http://www.portafolio.co