Por, Mónica De Greiff. El entorno para los negocios, entendido como la suma de condiciones que tienen las empresas para desarrollar sus actividades, es tal vez el factor de mayor relevancia para que una economía logre crecer y generar prosperidad. Es allí donde la política pública se hace determinante, porque es gracias a ella que se definen las reglas de juego en materia de desarrollo productivo y se establecen las pautas para impulsarlo a futuro.
Es por eso que el sector privado, que conoce sus propias necesidades, debe asumir un rol protagónico para acompañar a los gobiernos en el diseño de estas reglas e incidir en la toma de decisiones que beneficien su actividad protagónica.
Son ellas, las empresas, las únicas capaces de generar riqueza en la sociedad y de ahí que sea imprescindible esa articulación público-privada, no solo en lo local, sino en lo internacional.
Precisamente, buscando ser esa voz de los empresarios y de promover el comercio, la inversión, las políticas y medidas dirigidas a facilitar la operación internacional de las compañías, fue creada hace cerca de 100 años la Cámara de Comercio Internacional (CCI) en París (Francia). Este organismo, reúne más de 6,5 millones de empresas y a 100 países para promover el comercio internacional, la conducta empresarial responsable y un enfoque global de la regulación.
La CCI trabaja con organizaciones del más alto nivel para la toma de decisiones intergubernamentales, en escenarios como la Organización Mundial del Comercio, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) o el G20, buscando incidir en las disposiciones aplicables al comercio y a la inversión global. También es miembro observador de Naciones Unidas desde el 2016.
En Colombia, la Cámara de Comercio de Bogotá, como aliada de los empresarios desde hace 140 años, ejerce la representación de la CCI. Desde hace dos años, tomamos la decisión de fortalecer este escenario de carácter privado con el fin de abordar nuevas temáticas especializadas.
Pasamos de tener dos comisiones a nueve para representar el sentir de los empresarios colombianos en temas como arbitraje, derecho y prácticas mercantiles, propiedad intelectual, responsabilidad empresarial y anticorrupción, medioambiente y energía, economía digital, política de comercio e inversión, aduanas y facilitación del comercio, y mercadeo y publicidad.
Hemos logrado avanzar en la formulación de reglas voluntarias por las cuales se realizan negocios todos los días. Los empresarios colombianos han incidido en la nueva versión de los términos de comercio Incoterms®,la regulación a las franquicias, el apoyo a la Alianza Global para la Facilitación del Comercio –AGFC–, la socialización de la Ley de impuesto al carbono y la creación del Observatorio Digital que permite evidenciar las brechas que hay que cerrar en las mipymes, entre otros.
Con la representación de la CCI, en Colombia desde la Cámara seguiremos trabajando por los empresarios y ejerciendo esa voz ante los principales organismos internacionales en favor de la competitividad del sector privado.
Fuente: http://www.portafolio.co