Julio C. Aldana, director de la entidad, explicó que una de sus prioridades es la admisibilidad de la carne porcina a mercados del Lejano Oriente.
Entre el 2002 y el 2005 fue la primera experiencia de Julio César Aldana al frente del Invima. Ahora, en su segunda etapa, encontró una entidad que, si bien ha crecido con más presencia en las regiones y labores de inspección avanzadas, todavía cuenta con algunos aspectos por mejorar.
En diálogo con Portafolio, Aldana dijo que su administración tendrá tres pilares fundamentales: lucha contra la corrupción, eficiencia y agilidad en trámites, y ejecución de la diplomacia sanitaria del presidente Iván Duque.
¿Cuál será su hoja de ruta al frente del Invima?
Serán básicamente tres pilares. Uno, lucha frontal contra la corrupción, ya que para nadie es un secreto que el Invima recientemente tuvo unos brotes internos de corrupción, sobre los cuales hay que trabajar mucho. En eso la tolerancia es cero. Dos, eficiencia respecto a la agilidad en trámites, para ser amigables con el emprendedor, el industrial. Muchas veces, el técnico no se pone en los zapatos del empresario y nos encontramos casos de productos que quedan represados en una bodega durante tres meses; debemos ajustar procedimientos y hacer uso de herramientas modernas de la informática.
Tres, poner en práctica la diplomacia sanitaria y trabajar en el estatus sanitario. Tampoco es un secreto para el sector industrial el gran problema que tiene Colombia con el cierre de mercados a raíz de los brotes de la fiebre aftosa.
Quiero también hacer un llamado muy especial a los entes territoriales, porque desde el 18 de octubre pasado tienen la obligación y las competencias de vigilar los expendios de carne en el país, para que se garantice la inocuidad, se proteja la salud y se luche contra la ilegalidad.
En cuanto a la apertura de nuevos mercados para productos transformados, ¿qué metas tiene?
En referencia al tema de apertura de nuevos mercados, se trabaja principalmente para obtener el acceso a mercados de países asiáticos para la exportación de carne porcina, específicamente Singapur, Hong Kong, Vietnam, Filipinas y Malasia, entre otros.
En un mediano plazo, se trabaja para la apertura de los mercados de Canadá, Estados Unidos y la Unión Europea, para la exportación de carne bovina.
¿Cuántos mercados tienen abiertos los empresarios nacionales para poder exportar productos transformados?
Son 55, de los cuales la mayoría son para carne bovina, pulpas de frutas o enlatados, entre otros.
¿Qué otros proyectos tienen para el próximo año?
Sin duda, el tema más importante es recuperar el estatus de Colombia frente a la enfermedad de la fiebre aftosa, para recuperar el acceso a los países que establecieron restricciones para la exportación de productos colombianos. El otro tema es continuar con la ejecución del proyecto para el mejoramiento de la inocuidad, con el fin de apoyar procesos de exportación, el cual entra a su segundo año de ejecución en 2019 y se extiende hasta el 2021. Con este se han logrado avances importantes en el fortalecimiento del sistema de inspección oficial de la carne bovina y aporta información necesaria para ser proporcionada dentro de los procesos de admisibilidad a países de altos estándares sanitarios y permite preparar al Invima para la atención de auditorías, que se realizan en el país por parte de esos mismos países. Hablo de Canadá, Estados Unidos y la Unión Europea.
¿Qué homologaciones esperan alcanzar con sus pares de otros países?
Con Ecuador se espera que, en el marco del Gabinete Presidencial de esta semana, se avance hacia la consolidación de la apertura del mercado para la exportación de carne porcina y se restablezcan las ventas externas de derivados lácteos. También se trabaja para la firma de un acuerdo de cooperación de vigilancia de productos de la pesca, con destino a la Unión Europea.
Con Perú, en el marco del Gabinete Presidencial que llevaría a cabo a comienzo del 2019, se espera avanzar en la reapertura del mercado para exportar carne porcina y la apertura del mismo para venderles derivados lácteos.
Y se espera concretar la auditoría de la autoridad de Panamá en febrero, para habilitación de plantas que elaboran productos procesados como derivados cárnicos y lácteos.
Pasando al tema de importaciones, ¿cuáles son esas categorías de productos con las que se debe tener mayor control y precaución?
Los productos de mayor precaución son los de origen animal, carnes, derivados cárnicos, lácteos y emulsiones grasas. Para importación de carnes, el Invima solicita que el país se encuentre autorizado en la equivalencia del sistema; de igual manera, que los establecimientos cuenten con la debida autorización. Seguidamente se surte el proceso de reconocimiento y se verifica que el producto traiga el certificado de inspección sanitaria del país de origen.
Algunos emprendedores han señalado dificultades para obtener permisos y registros en el Invima, porque las reglas de juego son las mismas para ellos y las grandes empresas. ¿Cómo piensan facilitarles el acceso a registros?
La senadora Paloma Valencia quiere que con el Invima, tal y como se hizo entre el 2005 y el 2007, se implemente una modalidad de registro, que en este caso llamamos nosotros permiso sanitario. De la mano con el Sena y los gobernadores, queremos que esos pequeños emprendedores puedan obtener una modalidad de registro sanitario para que ellos, en un periodo perentorio, tengan acceso a ese permiso que les abra las puertas al mercado y se formalicen.
No les vamos a decir a los emprendedores que fabriquen como quieran. El Sena capacita, la entidad territorial aporta un poco de recursos y el Invima asesora para que no se vulnere el tema de inocuidad, seguridad, calidad y eficacia.
Fuente: https://www.portafolio.co