La ministra de las TIC, Sylvia Cristina Constaín, se la juega toda en el Congreso esta semana. La ministra de las TIC, Sylvia Cristina Constaín, más convencida que nunca del proyecto de ley sobre el sector, se la juega en el Congreso esta semana.
Insiste en que la falta de conectividad de 20 millones de colombianos es uno de los mayores factores de desigualdad.
Tengo que reconocerle que usted ha sido muy testaruda y persistente en sacar adelante su ley de TIC, lo que revela su absoluto convencimiento de sus bondades. ¿Me podría resumir la principal?
La mitad del país carece de acceso a internet. Veinte millones de colombianos no tienen conectividad de banda ancha. Y eso nos debería imprimir un sentido de urgencia a todos los colombianos. Lo que estamos haciendo no es nada distinto que actualizar la normativa de Colombia para impulsar las inversiones en el sector. Esto es algo que la Ocde nos sugirió que hiciéramos desde el 2014, y que Colombia ya está en mora de hacer. De hecho, recordemos que el gobierno pasado impulsó una ley de modernización que se llamó de Regulador Convergente, pero no la lograron sacar. Así que este no es un asunto de un gobierno u otro, esto es un tema de país.
Ha sostenido que esta ley tiene un contenido muy importante de equidad, porque se trata primero de llegar al 70 % de los colombianos con un internet de alta velocidad, y después al 100 %...
Mire, no hay nada que más le pueda llevar a una sociedad equidad que el hecho de que todos tengamos las mismas oportunidades. ¿Y por qué este sector es tan importante? Porque pega a todos los demás sectores. Es lo que permite que un niño en un área rural pueda aprender por ejemplo un segundo idioma. Es lo que permite que un emprendedor agrícola pueda tener las mismas oportunidades que tiene el emprendedor aquí en la ciudad. Que cualquier persona que quiera aprender una nueva competencia, desde cómo cocinar hasta cómo programar, pueda hacerlo. La diferencia entre tener que movilizarse para aprender y poder hacerlo desde su casa, o vender desde casa sus productos en lugar de tener que sacarlos a mercados y ferias, es toda. Así que como herramienta de equidad para todas las profesiones y oficios, es de un impacto inmenso.
¿O sea que usted realmente confirma que existe una relación directa entre la penetración de internet y la desigualdad?
La hay. Tanto en el tema de equidad como en el de la pobreza, y tiene todo el sentido porque cuando por iniciativa propia, usted puede progresar, eso hace total la diferencia. Lograr que los niños nazcan digitalmente nativos también hace toda la diferencia. Le doy un ejemplo sencillo: estamos en un programa que enseña a programar a más de 15 mil niños y niñas en escuelas públicas.
¿Cuántas generaciones se necesita para que Colombia sea un país de niños digitalmente nativos?
Depende de nosotros. De la decisión que tomemos en términos de la velocidad a la que queremos llegar con internet a toda la población. Por eso es tan importante el proyecto de ley.
Una de las cosas que le han criticado es que la ley ampliaría el plazo a las concesiones que hoy prestan servicios de internet, a cambio de aumento en cobertura, y no propiamente de dinero. Argumentan que eso produciría un detrimento patrimonial…
Pregunto: ¿Cuál debe ser la función del Estado? ¿El mejoramiento del bienestar social, o guardar plata en un fondo sin tener más gente conectada? El tema es de más colombianos que tengan todas las oportunidades que tenemos las personas que ya tenemos conectividad. Y eso debería ser un objetivo nacional. En cuanto a lo del plazo, le quiero recordar que este es un sector absolutamente global; entonces, en lugar de estar pensando en que estamos ampliando a 20 años, deberíamos estar mirando a Chile, uno de los países más conectados de esta región, que asigna espectro a 30 años. El proyecto pasa el periodo de asignación de espectro de esta autopista de comunicaciones de 10 a 20 años, y eso lo hacemos porque el resto del mundo también está haciéndolo. Estamos en un ecosistema global.
¿Y esa ampliación de los plazos se haría a las concesiones actuales en Colombia?
No, eso es para las concesiones nuevas.
¿No es una injusticia con las actuales?
No, porque las actuales tienen unas condiciones que pactaron durante un plazo. Cuando este se venza, y vayan a renovar, se les pueden aplicar las condiciones nuevas. Que tiene todo el sentido porque ellos pagaron lo de diez años.
Y cuando vayan a renovar se les van a dar veinte años…
Pueden pedir hasta veinte, eso ya es decisión de ellos.
Pero de ninguna manera se impediría que vinieran nuevos jugadores, o nuevos operadores, a ampliar este servicio de internet…
Para nada.
Bueno, el otro tema sobre el cual ha habido crítica es porque la ley fundiría en una sola la Agencia Nacional de Televisión y la de Regulación de Telecomunicaciones, y usted tendría silla en esa comisión. En una entidad tan fuerte, ¿que tenga silla la ministra no abre la posibilidad de la censura oficial, no solo a contenidos sino a todos los aspectos digitales?
Para nada. Ahí hay dos temas, el primero es el de censura. Aclaremos: la libertad de expresión está en la Constitución; no ha habido ni va a haber ningún tipo de censura. Aquí no se están creando competencias, se están transfiriendo competencias. Entonces, por ese lado no hay lugar a esa preocupación, e incluso en el proyecto de ley queda claro que quien decide los contenidos de los canales públicos, por ejemplo, son los canales públicos.
¿Por qué unir dos reguladores?
Lo estamos haciendo porque es lo que la tecnología actual nos lleva a hacer. Tenemos hoy en día una Comisión de Regulación de Comunicaciones y una Agencia Nacional de Televisión. ¿De acuerdo? Eso responde a lo que era el sector hace 15 años, cuando yo tenía un televisor que me servía para ver contenidos en los horarios en que la televisión me imponía. El teléfono me servía solamente para hacer llamadas. En ese momento, y tenía sentido, había dos reguladores, uno para las comunicaciones y otro para la televisión. Pero la tecnología evolucionó y, hoy, usted desde su televisión puede hacer una llamada en conferencia con 15 personas alrededor de todo el mundo, o ver noticias, novelas, series, o sea, ver televisión desde su teléfono. Esos dos sectores, que hace 15 años eran completamente distintos, hoy en día son un solo sector. El proyecto de ley reconoce eso, une los dos reguladores, reconociendo que son un sector, y une los dos fondos. Esa unión de los dos fondos, por ejemplo, es lo que nos permite garantizar unos recursos que se incrementan en el tiempo, y que se destinarán en parte para televisión y radiodifusión pública.
¿Pero qué es entonces lo que usted regularía?
Hoy en día, la Comisión de Regulación de Comunicaciones tiene a dos ministros sentados, el de las TIC y al director del Departamento Nacional de Planeación. La nueva Comisión de Regulación de Comunicaciones tendría solamente a uno: el Mintic.
¿Y no sería mejor integrarlo solo con particulares?
Pues, no porque tiene que haber una coherencia entre la regulación y la política pública.
¿Cómo se va a llamar esa nueva comisión?
Comisión de Regulación de Comunicaciones. Por puros temas de eficiencia financiera, en lugar de haber creado una entidad nueva, esta absorberá a la otra.
Con esta guerra de contenidos que hay a nivel mundial, empresas como Netflix han surgido porque que no tienen grandes reguladores que las amarren. ¿No será contraproducente esta regulación en Colombia?
Para nada. Tanto por el fortalecimiento de la televisión y radiodifusión pública como por el de los recursos nuevos que genera el proyecto de ley, por ambos lados se está fortaleciendo la creación de contenidos aquí en Colombia, contenidos nuestros. Y, adicionalmente, en el proyecto de ley se dice que esos nuevos fondos para contenidos deben tener un impulso hacia la pequeña y mediana empresa productora. Es decir, hacia esas empresas pequeñas y medianas que hay en las regiones, que son las que se van a ver fortalecidas.
Un obstáculo de su ley fue que se le atravesó, tan de malas, el connato de censura en RTVC…
Fue un episodio totalmente lamentable, pero si uno mira las acciones que se tomaron dentro de RTVC, ahí nunca se reflejaron unas palabras en acciones. Eso no pasa. La Constitución nos prohíbe la censura, y el más comprometido con la libertad de expresión es el presidente Duque. La Comisión de Regulación de Comunicación no tiene, ni antes ni ahora, funciones de censura. Es más, diría que una herramienta más poderosa que el tener acceso a internet, en términos de libertad de expresión, es muy difícil de encontrar. Usted tiene hoy 20 millones de colombianos que no pueden compartir sus ideas. Con el proyecto de ley lograríamos conectar a millones para que tengan esa voz que hoy no tienen.
¿Es optimista de que esta semana sí pueda sacar adelante su ley?
Le digo es que esta ley no es mía, es de todos los colombianos y de todos los partidos. Nuestra angustia es por el deseo de ver a todo colombiano conectado, con las mismas oportunidades tanto de recibir información como de expresar sus ideas, y de difundir esos contenidos que se quedan en las regiones y a veces son tan difíciles de sacar. Colombia debería ser de los países más conectados en la región, y somos de los menos conectados. Pero la increíble suerte que tenemos es que nuestra ruta es clara. Mi persistencia responde a que sabemos exactamente qué tenemos que hacer, está en el proyecto de ley; tenemos espectro, o sea autopistas, porque si no tuviéramos autopistas para asignar sería muy distinta la discusión, y, a través del ministerio, el Presidente ya anunció que estaremos asignando dos bandas, una de 700 y otra de 1.900 MHz este año; y, segundo, la tecnología hoy está mucho más avanzada, así que una antena de hace 10 años conecta mucho menos y con menor potencia que la que puede conectar una de hoy. Tenemos una oportunidad de oro.
¿Y esa asignación de las autopistas será vía licitación?
Claro, es vía subasta.
¿Se van a tener en cuenta actuales concesionarios y nuevos?
A todos. Y las condiciones de la subasta se anuncian con anterioridad, es un proceso absolutamente abierto que tiene acompañamiento internacional. Ya abrimos y cerramos la etapa de manifestación de interés, y estoy muy contenta al decirle que hay interés en estas autopistas. Con el proyecto de ley, por tener mayor certidumbre jurídica y claridad en términos del espacio en el que se tendrán estas autopistas, habrá mucha más inversión para que podamos conectar a muchos más millones de colombianos. En las bandas en las que abrimos manifestación de interés hubo pluralidad de oferentes.
Y la pregunta de moda: ¿qué consecuencias podrá traer para Colombia la pelea Trump-Huawei?
Este tema es global, y estamos monitoreando la situación.
Imagino, por la prudencia de sus palabras, que el tema es grueso, porque Huawei podría ser uno de esos futuros jugadores en Colombia…
Es todo lo que le puedo decir.
Fuente: https://www.eltiempo.com