Capacitación y empleo son algunos de los compromisos de las empresas con quienes dejan las armas. Llenar un formato de hoja de vida para un empleo parece cosa fácil; pero no lo es cuando las referencias laborales, la experiencia y el nivel de estudio quedan en blanco porque quien busca el empleo militó por años en las filas de algún grupo armado al margen de la ley.
Según la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) desde el 2009 y hasta mayo de este año, son 59.906 personas las que han tomado la decisión de desmovilizarse y reincorporarse a la sociedad. Por eso, resultan valiosos los esfuerzos de las empresas que, desde sus programas o a través de alianzas, capacitan, emplean y apoyan diversos emprendimientos y procesos productivos que generan ingresos y oportunidades a quienes buscan una nueva vida.
De acuerdo con la misma entidad, el 70 por ciento de los reinsertados registrados están vinculados laboralmente: el 75 por ciento en un trabajo informal y el 25 por ciento en uno formal. El logro de ese porcentaje se ha construido con un trabajo ‘hombro a hombro’ con más de 650 empresas que apoyan la reintegración a través de diferentes mecanismos que incluyen empleo, voluntariados y encadenamientos productivos.
En el 2006, Sodexo dio luz verde a su programa 'Soluciones', que buscaba la incorporación de los entonces desmovilizados de las Autodefensas Unidas de Colombia. Hoy, el proyecto acoge también a madres cabeza de familia, reinsertados de la guerrilla, víctimas del conflicto armado, jóvenes de 18 a 25 años, afros e indígenas, y ha logrado impactar a más de 1.200 personas, ofreciendo 100 empleos con contrato laboral y capacitando a otros en alianza con el Sena.
“Un trabajo no solo permite resolver necesidades desde lo material y lo físico sino que permite soñar, retarse”, afirma Felipe Montoya, vicepresidente de recursos humanos del Grupo Éxito, una de las empresas que ha apoyado la vinculación y capacitación de reinsertados desde hace más de 10 años. También en alianza con el Sena, el Grupo ha capacitado a cerca de 1.300 personas residentes en Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla para que puedan trabajar mediante contratos de aprendizaje que permiten adquirir competencias laborales y, posteriormente, postularse a procesos de vinculación directa con la compañía.
Apoyo de varios años
Por su parte, Coca-Cola Femsa trabaja desde varios programas para facilitar la reincorporación de los excombatientes a la vida civil y ayudar a mejorar la calidad de vida de las víctimas del conflicto. Así es como la embotelladora ha permitido a más de 1.600 personas participar en procesos de reintegración en 14 departamentos del país.
'Aportando tiempo' es uno de los programas en el que los colaboradores de la compañía ayudan, de manera voluntaria, a personas en proceso de reintegración, haciendo asesorías que aportan herramientas para lograr el éxito en los diferentes planes de negocio. Según la empresa, para 2017, alrededor de 420 voluntarios donaron más de 1.400 horas en favor de 786 personas en siete ciudades colombianas.
Realizar talleres con expertos en diseño de interiores, mercadeo y publicidad que enseñen sobre las tendencias y las técnicas en pinturas para el hogar o espacios comerciales es una de las estrategias que lleva a cabo Sodimac Colombia, a través de sus tiendas Homecenter y Constructor, en su trabajo por la reintegración de los excombatientes. Una vez terminada la capacitación, se incluye a los asistentes en la base de datos de las tiendas, generando así experiencia y oportunidad laboral.
La empresa trabaja además, desde el 2000, con la Fundación Tecnovo, en un modelo de intermediación, atención y generación de ingresos a través de negocios inclusivos que generan oportunidades laborales directas y autosostenibles.
Tecnovo vende los productos realizados por las unidades productivas propias o independientes a Homecenter, como un proveedor cualquiera, sin privilegios y cumpliendo con todos los estándares. Por su parte, Homecenter se encarga de comercializar el producto, al igual que generar pedidos de manera permanente.
Un ejemplo
Víctor Hugo y Eliber Arturo se conocieron en el hogar de paz en el que estuvieron unos meses tras su desmovilización del Ejército de Liberación Nacional (ELN). Ambos, inscritos en el programa de la ARN, decidieron hacer de la confección de prendas su sustento de vida. Sin saber ni prender una máquina y desconocer el negocio, optaron por pagarle a una mujer del pueblo para que les enseñara el oficio.
Tomaron los pocos ahorros que tenían, compraron ocho máquinas de coser y pusieron en marcha 'Textil World', un taller en una pequeña casa en Medellín, que hoy emplea a seis personas, la mayoría madres cabeza de familia.
El negocio fue uno de los ganadores del galardón Carlos Arturo Ángel, otorgado por la Fundación de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, Andi, que busca premiar a emprendedores que han vivido el conflicto armado. Según Isabella Barrios, directora ejecutiva de la fundación, el premio busca motivar y fortalecer el emprendimiento de personas que han estado excluidas del mercado. “Los empresarios tendrán un año de acompañamiento y fortalecimiento de su negocio, con el fin de que sea sostenible en el tiempo", aseguró.
Otros proyectos incluyentes
Securitas Colombia
Desde el 2006 está promoviendo su estrategia de inclusión laboral alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el respeto por los derechos humanos y la generación de empleo digno a personas con algún tipo de vulnerabilidad.
Sus iniciativas incluyentes de empleabilidad las trabaja en alianza con la Fundación Arcángeles, el Servicio Público de Empleo (Colsubsidio), la Fundación Cirec, el Instituto para la Economía Social (IPES), el Ministerio de Defensa, el Centro de Rehabilitación Inclusiva (CRI) del Ejército Nacional y el Ministerio de Trabajo (porgramas de 40.000 primeros empleos), y con el apoyo de clientes con una visión socialmente responsable como Terranum, en su proyecto Connecta 26, Gran Estación y La Estación, quienes fueron los pioneros de esta iniciativa en el sector de centros comerciales, la Red de bibliotecas públicas, algunas universidades, aeropuertos y cajas de compensación.
“Securitas ha logrado implementar dispositivos de seguridad con aproximadamente 8.000 personas, en su gran mayoría, en condición de vulnerabilidad, que trabajan para diferentes establecimientos públicos en 29 departamentos y 177 municipios de Colombia”, resaltó Marcela Álvarez, directora de mercadeo y comunicaciones de la empresa.
Su estrategia de sostenibilidad inició con el programa 'Vigilancia inclusiva', prestado por personas con discapacidad física, en los diferentes sectores económicos; ha tenido tal éxito en la opinión pública, que otras sucursales de Securitas a nivel latinoamericano se unieron para vincular a más de 320 individuos discapacitados en Ecuador, Perú, Chile, Argentina, Uruguay y Costa Rica.
La Estación, Centro Comercial (Ibagué)
Su iniciativa de inclusión laboral está fundamentada en una historia de vida de Juan Pablo Salazar, hijo del reconocido arquitecto Augusto Salazar, quien sufrió un accidente que marcó su futuro, dejándolo sin movilidad del cuello hacia abajo; por lo que creó la Fundación Arcángeles con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad en situaciones vulnerables y excluyentes.
Su programa de inclusión, que además es referente en la región, nació con la apertura del centro comercial en el 2013, buscando fomentar la igualda y equidad, donde las personas en esta condición son las protagonistas, mostrando su utilidad y capacidad en diferentes roles.
"Les brindamos a estos colaboradores la posibilidad de mejorar su calidad de vida, de desarrollarse y realizarse impactando positivamente el funcionamiento global de los equipos de trabajo. Está demostrado que la presencia de funcionarios con discapacidad une, integra e impone desafíos colectivos de productividad, debido a la gran responsabilidad y perseverancia que ellos manifiestan”, comentó Efraín Roberto Valencia, gerente de la Estación, Centro Comercial.
Por este programa de inclusión han pasado 31 personas y actualmente se encuentran vinculadas 14 en diferentes cargos administrativos y operativos en las áreas de seguridad, servicio al cliente, estacionamiento y medios tecnológicos.
“Dentro de las principales discapacidades físicas que cuentan los integrantes del programa, se encuentran movilidad reducida en miembros inferiores, discapacidad auditiva y congénita, limitación funcional de miembro superior, discapacidad congénita en miembros superiores, limitación funcional de miembro superior, discapacidad en pie por fragmento de esquirlas y personas de talla baja”, agregó Valencia.
Enel, comprometido con la equidad de género
La compañía cuenta con la mayor participación de mujeres en roles tradicionalmente masculinos y promueve en los hombres una práctica más activa en las tareas del hogar y el cuidado de los hijos.
Actualmente, está implementando planes de desarrollo de liderazgo femenino para contribuir a que las mujeres se formen en áreas técnicas del negocio, se cuestionen los paradigmas que ellas mismas tienen sobre sus posibilidades de ascenso profesional y se preparen para asumir posiciones 'core' (en la organización hay tres mujeres en la línea de 'managers'), considerando el balance de su vida personal y profesional como una palanca para su crecimiento profesional.
Hoy, en todos los procesos de selección de la compañía, 50 por ciento de los candidatos son mujeres y, además, el 25 por ciento de los cargos directivos son ocupados por ellas. También, el 100 por ciento de las posiciones de liderazgo dentro de las empresas del grupo cuenta con una sucesora mujer y en plan de desarrollo. Igualmente, su participación en procesos de promoción interna se ha incrementado en casi un 30% desde que empezó este proceso de transformación.
“Enel-Codensa y Enel-Emgesa son las primeras empresas en el sector energético en obtener el Sello de Oro de Equidad Laboral (Equipares), considerado el nivel más alto de reconocimiento en el proceso de certificación al Sistema de Gestión de Igualdad de Género, por parte del Ministerio de Trabajo”, reconoció Lucio Rubio, director general de Enel en Colombia.
En la práctica, en Enel Codensa las mujeres han escalado a cargos que, en un sector tan masculinizado, siempre habían sido ocupados por hombres, como la subgerencia de la unidad operativa de Bogotá y de Cundinamarca. Es así como dos de ellas son las encargadas de garantizar la calidad del suministro de energía en la ciudad y el departamento.
Fuente: https://www.eltiempo.com