El retorno es elevado, pero también lo es su eficiencia presupuestaria. La subida de la inflación ha hecho que la economía se convierta en un tema crucial para la estrategia corporativa, la de marketing incluida. Algunos países han entrado —o están a punto de hacerlo— en recesión, lo que ha llevado a que la presión sobre qué va a ocurrir y cómo vaya en aumento.