En la actualidad, la tecnología juega un rol clave en la gestión de procesos al interior de las empresas.
Según un estudio de McKinsey, alrededor del 50 % de las empresas encuestadas que han implementado transformaciones tecnológicas, informaron un impacto de moderado a significativo en la realización de nuevas fuentes de ingresos, casi el 70 % informaron un impacto en el aumento de las fuentes de ingresos existentes y el 76 % informaron un impacto en la reducción de costos.