La contratación de las tripulaciones para las nuevas aeronaves es una de las tareas más complejas de todo el sector transporte. Aunque el negocio de Avianca se desarrolla en el aire, los empleados de esta empresa deben tener los pies en la tierra para ‘conquistar’ cada día más clientes y mantener altos estándares de seguridad, el primer mandamiento de esta industria.
El crecimiento del tráfico aéreo en el país, sumado al mayor número de turistas que arriban a Colombia desde el exterior, han obligado a esta empresa a invertir cifras millonarias para ampliar su flota de aviones de última tecnología y más personal calificado. Por esto la empresa, que en diciembre de 2019 cumplirá 100 años, está inmersa en un plan ambicioso de expansión.
“En nuestra empresa siempre hacemos esfuerzos para atraer el mejor talento humano. Por ejemplo, este año se han vinculado a la compañía unos 160 copilotos de 1.300 aspirantes que se presentaron”, recuerda Ana María Rubio, vicepresidente de talento humano de la aerolínea. No es coincidencia que Avianca sea una de las firmas que más trabajadores tiene en el país: 21.061 colaboradores. Pero no todos vienen de afuera. La empresa ha desarrollado un sistema de ascenso más que interesante. Esto no solo motiva a los trabajadores, sino que genera un incentivo para que el personal se especialice y califique a mejores puestos. Por ejemplo, en los cargos técnicos hay 4 escalas, mientras que entre los supervisores hay 2. Los capitanes de aeronave generalmente han hecho el proceso iniciando como copilotos en aviones más pequeños, hasta llegar a un A330 o Boeing 787, los aviones más modernos con que cuenta la firma.
La apuesta por la diversidad de género y edad también es destacable. En Avianca, 4 de un total de 12 directivos son mujeres, mientras que 63% de todo el personal es milenial.