El mundo de la publicidad en algunos casos es difícil de entender, más aún cuando se habla de la cantidad de dinero que se invierte para dar a conocer un producto al mercado. Aunque parezcan montos muy altos, la inversión en publicidad es una realidad que permite a los diferentes participantes de este negocio comunicar y ser visibles ante los consumidores. En promedio, en el periodo de abril a agosto de 2015, se evidencia una inversión de $4.400 millones de pesos en publicidad en los diferentes medios de comunicación, pero es sin duda la Tele quien lleva la corona, pues se lleva más del 50% en la repartición de la torta de la inversión publicitaria, con un total de inversión de 2.350 millones de pesos y un total de 2’419.826 spot en lo corrido del año.
La tele se puede definir como un medio que satisface diferentes aspectos de la vida cotidiana debido a la gran variedad de programas, series, novelas, reality, noticieros y otros formatos que llevan a los televidentes a tener mucho de dónde escoger. De hecho, en la evolución de la televisión encontramos que ahora se encuentran canales especializados en su programación, generando con esto marcadas tendencias en las preferencias de programación.
Ya sabemos que televisión es el medio que se lleva el porcentaje más grande en la inversión publicitaria, pero cuando entramos a desglosar la distribución de esa inversión al interior del medio encontramos que 30% de la inversión está en los noticieros, el 15% en telenovelas, un 7% en programas de concurso y tan solo el 3% en Reality Show. En estos géneros los sectores que se destacan son cosméticos (16%) con productos para el cuidado del cabello y cuidado de la piel; droguerías (13%), con vitaminas y suplementos multivitamínicos; alimentos y golosinas (11%) con caldos, pasabocas y galletas.
Hay géneros con un mayor peso en consumo que otros, como es el caso de los noticieros que del total de la audiencia se llevan un 14% de la misma, seguidos por los magazín con el 11% y las telenovelas con un 5%; podemos decir entonces que la mayoría de los productos sin importar la categoría a la que pertenezcan se logran ubicar dentro de los diferentes géneros ofrecidos por el medio y cumpliendo con los objetivos de visualización y de difusión de los diferentes anunciantes.