¿Se debe prohibir la publicidad de medicamentos direct- to -consumer? ¿Es mejor que las personas encuentren la información en internet y no en los comerciales? ¿Invertir en marketing en este sector aumenta innecesariamente el precio de los medicamentos y estimula innecesariamente su consumo? Estos son los temas que toca Marketers by Adlatina, a raíz de la discusión que se está dando en Estados Unidos sobre el tema.
(Advertising Age)
Los marketers estadounidenses no están para nada felices con el llamado realizado por la American Medical Association al Congreso para prohibir la publicidad de medicamentos direct-to-consumer. La Association of National Advertisers dice que el movimiento equivale a un asalto sobre la libertad de expresión y atenta contra una forma de conservar la información vital para la salud de los consumidores. Dan Jaffe, el top lobbyist de la ANA, dijo que el gobierno federal ya impone duras regulaciones sobre la industria de los medicamentos y requiere “muy significativas revelaciones” sobre las drogas en la publicidad.
Agregó que, si la gente no obtiene información en un comercial acerca de una droga potencialmente capaz de salvarle la vida, ella tratará de conseguirla en Internet. “Y mucha de esa información es errónea”, dijo Jaffe.
Los marketers farmacéuticos movieron 4.800 millones de dólares en 2014 en medios auditados de Estados Unidos, según el DataCenter de Ad Age.
La AMA, la mayor organización de médicos del país, aseguró que la creciente proliferación de avisos de medicamentos directos al consumidor está aumentando la demanda de tratamientos onerosos a pesar de la efectividad clínica de alternativas menos costosas. El martes de la semana pasada, en Atlanta, la entidad votó por un llamado a que se ponga fin a los comerciales de TV y avisos en revistas que publicitan medicamentos.
El voto del grupo por una prohibición de la publicidad “refleja la preocupación que existe entre los médicos sobre el impacto negativo de las promociones comerciales, y el rol que juegan los costos del marketing en el aumento de precio de los medicamentos”, dijo la chairman de la AMA Patrice A. Harris. “La publicidad directa al consumidor también infla la demanda por nuevas y más costosas drogas, aun cuando ellas pueden no ser apropiadas”.
Estados Unidos y Nueva Zelandia son los únicos dos países del mundo que permiten la publicidad directa al consumidor de este sector.
El movimiento llega a pocas semanas de que la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton dijo que deseaba poner fin a la deducción de impuestos de la publicidad directa al consumidor de especialidades medicinales.
Jaffe afirmó que el nuevo foco que han puesto sobre esta publicidad tanto la señora Clinton como la AMA y algunos legisladores en el Congreso “no son nuevos”, y que los anunciantes han sido capaces de resistir a esa amenaza en el pasado.
Citó al fallido intento del ex senador Edward Kennedy en 2007 por terminar con la publicidad de medicamentos. “Pero sólo porque uno ha sido exitoso en el pasado no quiere decir que ahora deba bajar la guardia”, aseguró Jaffe.