Dulce María Bautista Luzardo Ph.D. en Ciencias Sociales y Educación Comunicación y Cultura
Desde la academia siempre se está trabajado en la actualización de las aplicaciones teórico- prácticas del negocio, con el objetivo de formar mejores profesionales que agreguen valor a las empresas con estrategias y conocimiento actualizado. Este es el caso de la Universidad Central y su visión sobre el proceso mercadológico, que funciona como una práctica de apropiación de conocimiento pensada por Fernando Montaña director del Departamento de Mercadología, 2014.
Es así como se desarrolla la propuesta de las 5 ies, que implica un proceso con 5 fases: investigar, identificar, interpretar, idear e implementar.
INVESTIGAR:
En cuanto a la investigación se puede decir que las acciones del mercadólogo se orientan a la búsqueda de información de los diversos contextos en los cuales se puede intervenir para acopiar los datos necesarios que conduzcan al éxito de vender o posicionar un nuevo producto, resolver problemas relacionados con los negocios, conocer las áreas del mercado, sus fortalezas y debilidades, y definir las características del cliente y las necesidades de consumo.
IDENTIFICAR:
Al identificar los segmentos de mercado, el mercadólogo puede elegir las formas de posicionamiento de los productos en las tensiones que generan competencia. En la identificación entran también la selección y/o jerarquización de las necesidades del cliente, las proyecciones sobre a quién venderle, la clasificación de grupos objetivo y el reconocimiento de la relación de las afinidades psicológicas, sociológicas, antropológicas y semiológicas del mercadólogo, además de la tradición y las tendencias de consumo.
INTERPRETAR:
La interpretación es útil para elegir variables y elaborar perfiles de consumidores. También para leer los comportamientos de compra de los consumidores y reconocer tendencias y modas en los entornos del mercado. Observar con atención el comportamiento del consumidor por qué y para qué venderle, definir la oferta de valor mediante el estudio semiótico según los roles actanciales, que son las formas como los actores se ubican en sus papeles en procesos de marketing para establecer dinámicas contemporáneas, incentivar el story telling, posicionar adecuadamente los productos y servicios, reconocer los patrones culturales específicos del contexto.
IDEAR:
Esta es una de las grandes competencias del mercadólogo. Estructurar programas de comercialización, teniendo en cuenta cómo, cuándo y dónde vender, no solo resaltando las características de los productos y/o servicios, sino el alcance en términos de satisfacción que puede dar a los consumidores el hecho de comprometerse con la adquisición del producto o servicio. Idear es por tanto un ejercicio inteligente que considera también los atributos intangibles, los cuales no pertenecen solamente al orden de la venta de servicios.
IMPLEMENTAR:
Los indicadores de control son de vital importancia en la implementación del proceso mercadológico; su elaboración supone un trabajo dedicado y continuo que se va formando en la academia, teniendo en cuenta cómo controlar lo vendido, cómo desarrollar el seguimiento y mejoramiento mediante acciones de fidelización, personalización y comparación con los desarrollos actuales de la competencia.
Estas prácticas innovadoras participan del programa de mercadología y se concretan mediante las diferentes actividades académicas para que los futuros profesionales logren alcanzar competencias, identificar necesidades, deseos y tendencias, crear ofertas de valor culturalmente significativas, social y ambientalmente responsables, rentables y financieramente e innovadoras en el ámbito tecnológico.