Dejar de fumar, hacer dieta o aprender inglés son algunas de las ideas que influyen en la economía.
Mientras las registradoras del comercio se lentifican en enero y febrero después del frenesí de diciembre, que en esta oportunidad también fue flojo en consumo (0,4 % inferior al del mismo mes del año pasado), varios sectores se preparan para hacer su agosto en esta época, pues su dinamismo está ligado a los propósitos que los colombianos se trazaban mientras consumían cada uva al son de las 12 campanadas que enterraron el 2016.
Casi nadie escapa a los excesos de diciembre, no solo en materia de compras sino de consumo de alimentos, bebidas, turismo, entre otros. Por ello, en los meses posteriores hay que empezar a cumplir el ‘ahora si voy a aprender inglés’, ‘voy a hacer el posgrado’, ‘voy a ir al gimnasio’, o ‘voy a dejar de fumar’.
Según Rafael España, director de estudios económicos de Fenalco, aunque las promesas de diciembre sí son relevantes en los negocios de comienzo de año, el comercio tampoco se queda atrás, ni mucho menos con las manos cruzadas.
“Aunque los primeros meses de enero son menos dinámicos para el comercio en general, estrategias como las aplicadas en Medellín, de unir todos los centros comerciales y animar al consumidor, incrementan el tráfico hacia este sector”.
También, como de costumbre, la temporada escolar mueve la economía. Tanto así que, según investigaciones de Fenalco, el 94 por ciento de las familias colombianas tienen algo que ver con compra de útiles, uniformes y similares. Inclusive, si no tienen hijos.
Claro está, nada como la feria que viven los negocios que permiten cumplir las promesas de cambiar el estilo de vida y buscar nuevas oportunidades de crecimiento personal.
Así, si al final de año, según los datos de la firma Raddar, experta en consumo, el gasto de los hogares en diciembre fue de 59,23 billones de pesos, los bolsillos quedaron livianos para iniciar el nuevo año, pero estos son algunos sectores que tienen una realidad distinta.
Con la maestría no más demora
Aunque la promesa de ‘este año sí hago el posgrado’ se repite cada fin de año, en esta ocasión, en particular, las intenciones suben, teniendo en cuenta que es un año difícil para la economía y hay muchos colombianos en busca de mejorar sus condiciones laborales, para obtener mayores ingresos por esa vía.
En la Universidad de los Andes, por ejemplo, para el primer semestre se inscribieron 3.800 estudiantes de posgrado. En esta institución, el valor de la formación se cobra por crédito, cada uno de los cuales tiene un costo de un millón de pesos, y, por ejemplo, una maestría en economía incluye 32 créditos.
Otro tanto sucede en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, en donde las cifras del año pasado dan cuenta de que el repunte es en enero: para el primer semestre se matricularon 1.038, frente a 836 en la segunda mitad del año.
En una universidad pública como la Nacional se aprecia aún más la intención de los colombianos de cumplir la promesa de estudiar. Según datos suministrados por Unimedios, para este semestre se inscribieron 6.452 aspirantes a posgrado.
Este año sí, a aprender otro idioma
Uno de los intentos de los colombianos en cada comienzo de año es el de dominar una segunda lengua. El inglés, que es el tercer idioma más hablado después del español y el mandarín, cuenta en el mundo con cerca de 328 millones de personas hablantes. No obstante, no es precisamente Colombia el país modelo en habitantes que dominan esta lengua.
Si solo 2 de cada 10 colombianos hicieron un aprendizaje en inglés, al iniciar el año 4 de esos que no lo hablan tienen la intención, señalan los estudios, y es el comienzo de año el de mayor pico.
Para la economía, las cifras aportadas por los que finalmente inician y permanecen no son para nada despreciables, pues hay programas integrales de 4 niveles que valen 6,5 millones de pesos.
En instituciones de reconocida trayectoria, el aprendizaje puede estar entre 8 y 10 millones de pesos.
Gimnasio siempre está en la mira
Las cifras confirman que, entre los más movidos en estos primeros meses del año están los gimnasios. Y la situación no se presenta solo en Colombia.
Cifras de la Asociación Internacional de Salud indican que el 12 por ciento de las suscripciones nuevas a gimnasios se registran durante este y el segundo mes del año.
En Colombia, de acuerdo con lo expresado por Gigliola Aycardi, directora del Bodytech, en su caso, “tenemos un 30 por ciento más de uso en nuestros centros, entre enero y febrero, por todas esas personas que comienzan y las que reanudan su rutina”.
En los gimnasios, los números se mueven sin falta. “Cerramos el año con 150.000 clientes; el incremento ha sido de 9.000 hasta el 25 de enero. Esperamos cerrar el mes con 15.000 afiliados más, es decir, un incremento de 10 por ciento”, expresó Aycardi.
Cabe recordar que cada afiliación a un centro como este, que además de ejercicio ofrece otros servicios, cuesta en promedio 1’400.000 pesos anuales. Con estos precedentes, la compañía toma las decisiones inversionistas en esta época, y para este año abrirá en Colombia 11 nuevos centros en distintas ciudades, muchos de los cuales son apuestas expansionistas, como el que estará ubicado en el centro comercial Gran Estación de Bogotá, que contará con 2.000 metros de construcción y una inversión es de 3.250 millones de pesos.
La dieta, no más plazos
La expectativa de los colombianos de perder peso con métodos distintos al de los gimnasios es otra oportunidad de negocio. De hecho, en ocasiones se complementan.
En compañías como Herbalife, la cual distribuye suplementos dietarios y de nutrición, se refleja con claridad el negocio que implican las promesas de fin de año.
Según Sergio Gamboa, gerente sénior de desarrollo de negocio de Herbalife, para la temporada de fin de año hay una reducción de la demanda por dos motivos: “Uno, por la forma en que vendemos los productos (uno a uno). Entonces, nuestros distribuidores saben que sus clientes se mueven a otras ciudades, por vacaciones, y la labor comercial disminuye”.
En segundo lugar, el tema de nutrición y dietas se deja a un lado. “El consumidor está poco dedicado a la buena nutrición. Las novenas, las reuniones, el trago, la fiesta de fin de año. Por ello, en el arranque del año se retoman los propósitos saludables. Es así como “la operación colombiana, en el último bimestre –noviembre diciembre– cae entre 10 y 15 por ciento. Este porcentaje tiende a recuperarse en los primeros meses del año siguiente”, es la conclusión de Gamboa.
Dejar de fumar
Los registros del buscador más grande, Google, dan cuenta de que, en enero, una de las frases más anotadas por los cibernautas es ¿cómo dejar de fumar?
Algunos de los laboratorios que fabrican parches y chicles, que están entre los tantos productos para dejar de fumar, en enero registran un incremento del 40 por ciento en las ventas de todo el segmento.
Fuente: http://www.eltiempo.com/