En España, el cambio en los patrones de consumo permitió que productos como las cápsulas de café de Nespresso y los servicios en línea de video como Netflix empezaran a ser tenidos en cuenta para el Índice de Precios al Consumo (IPC) que cada mes elabora el Instituto Nacional de Estadística español.
Esta novedad no ha llegado a las canastas familiares de la Alianza del Pacífico, pero expertos prevén que empezarán a abrirse un campo, pues, sobre todo, en México, Colombia y Perú estas parecen no satisfacer las necesidades actuales de los consumidores.
Además de incluir productos autóctonos, y curiosos, como el caldo de gallina, las arepas rellenas, la panela, el tequila, las carnitas y otros productos como los artículos de aseo y ropa de vestir, estas aún contemplan bienes y servicios que están obsoletos como el disco compacto y el revelado de fotografía.
De los países analizados por LR, Chile es el único que contempla algunos artículos novedosos, pues suma en el IPC los implementos utilizados para hacer camping o manualidades, por lo que hay quienes dicen que las canastas familiares de México, Perú y Colombia serán aspiracionales, es decir, buscarán parecerse a países de ingresos altos como EE.UU., España o incluso Chile (el salario promedio es de US$839,23) en la región.
No obstante, según Hernando Espitia, profesor de Finanzas del Politécnico Grancolombiano, no se puede hablar en términos de aspiraciones sino de necesidades y de la edad para el caso puntual del entretenimiento.
Teniendo en cuenta que Colombia es uno de los países donde se hace una canasta familiar por estratos, Espitia explicó que, por ejemplo, una persona de estrato dos o tres buscará un producto que satisfaga las necesidades que cumpliría el mismo bien que utilizan en un país desarrollado.
Para Espitia, el ingreso de productos tecnológicos (si una persona mantiene el mismo ingreso), el componente de entretenimiento no variaría sino el porcentaje de participación de los productos que están dentro del grupo.
Así mismo, el experto hizo énfasis en que la gran mayoría de productos de la canasta familiar, como los alimentos, la salud y la educación son inelásticos, es decir, que por más que aumente su precio, la gente los seguirá consumiendo. En cambio, el grupo de entretenimiento es elástico, y en caso de una disminución de ingresos, sería el primero que disminuiría.
De acuerdo con el analista José Roberto Acosta, las canastas tienen que acostumbrarse a los nuevos hábitos y a la idiosincracia. Respecto a esta última, considera que es normal que la mayoría de productos que la conforman sean de origen autóctono y aún no esté Netflix.
Donde más se evidencia esto es en los grupos de bebidas alcohólicas y comidas. Las canastas incluyen desde productos como el aguardiente, el vino tinto y blanco, el pisco, el ron y el tequila, hasta alimentos básicos para cada país como es el caso de las arepas rellenas y precocidas, el suero, el almuerzo corriente y los bocadillos para Colombia; el arroz chaufa, el caldo de gallina, los sándwiches y las parrilladas en Perú, y las tortillas y las carnitas en México.
De acuerdo con el especialista en banca, Alfredo Barragán, la actualización de la canasta se hace en un momento más que necesario, puesto que muchas cosas que antes eran vistas como una moda, hoy son patrones de consumo como Netflix y Nespresso, y hasta el camping.
En relación con el ingreso de innovación tecnológica a la canasta familiar colombiana Barragán dijo que hay que tener en cuenta la ponderación que tenga el producto dentro de 100% de consumo. Desde su perspectiva, los elementos tecnológicos tendrían una participación significativa, por lo que podrían llegar a tener un efecto positivo o negativo en el IPC dependiendo del alza o la disminución del dólar.
No obstante, señaló que son más las ventajas de que estos productos hagan parte del índice, porque así se tendría en cuenta qué es lo que la gente está consumiendo ahora. Incluso, cree que la inflación puede llegar a ser mucho menor.
Expertos dicen que estos productos deben entrar en la actualización que hace el Dane de la canasta, para la cual hace la Encuesta Nacional de Presupuestos de los Hogares. Esta servirá de guía para identificar cómo manejan su presupuesto los hogares colombianos, cuáles son los productos que más se adquieren y los nuevos patrones de consumo a partir de las más recientes innovaciones tecnológicas como las ventas por internet. Esa canasta estará en 2019.
¿Qué productos han salido del IPC?
La canasta familiar que rige en Colombia empezó a regir desde el primero de enero de 2009. Desde que el Dane tiene registro, algunos de los productos que han salido de la lista de bienes y servicios representativos del gasto en consumo en los hogares colombianos son la máquina de coser, los telegramas y el pantalón tropical. De acuerdo con los analistas, la construcción de una nueva canasta familiar responde a un relevo generacional, por lo que proponen descartar artículos como el disco compacto para darle la bienvenida a productos de internet como Netflix.
Las opiniones
Hernando Espitia
Profesor del Politécnico Grancolombiano
“A pesar de las innovaciones tecnológicas, hay que señalar que las personas de estratos bajos buscarán siempre satisfacer sus necesidades”.
Alfredo Barragán
Especialista en banca
“El ingreso de productos tecnológicos a la canasta familiar va a considerar lo que realmente gastan las personas en la actualidad”.
Fuente: http://www.larepublica.co