Entre 2010 y 2016 se duplicaron las primas emitidas en seguros de vida individual, pero solo hay 1,5 millones de personas con este tipo de pólizas. El crecimiento de la clase media colombiana, que según las cuentas del Gobierno ya asciende al 70% de la población, se ha convertido en un imán de inversiones de empresas de todo tipo que buscan ganar participación entre un creciente grupo de personas que cada vez tienen más recursos para gastar.
El sector de los seguros no es la excepción y prueba de ello es que han venido aumentando sus ingresos (primas) en los distintos tipos de pólizas que ofrecen. Tradicionalmente los consumidores nacionales han preferido asegurar sus bienes (carros, vivienda, maquinaria) más que su propias vidas y aunque esta tendencia no ha cambiado, también es cierto que cada vez más familias buscan una cobertura ante una ausencia del jefe de hogar.
Las pólizas de vida son ofrecidas por 19 compañías, pero la mayoría están enfocadas en los negocios de seguridad social (como riesgos profesionales o pensiones) o en salud, así como en los seguros de vida colectivos, que son por ejemplo los que se usan para cubrir a los deudores de un banco, para que en el caso de muerte, su deuda quede saldada.
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En lo que se refiere a vida individual, que es cuando la persona por decisión propia decide comprarse un seguro para proteger a su familia, ha habido grandes avances, pero las cifras son aún pequeñas para el total de la población. De acuerdo con datos de Fasecolda, en el año terminado en noviembre, las primas de vida individual alcanzaron $798.054 millones de pesos, 14% más que un año atrás y el doble de lo registrado a noviembre de 2010.
“El lío está en que esas primas representan apenas 1,5 millones de pólizas de vida individual, un dato muy pequeño para una población de mayores de edad que supera los 32 millones de personas”, dice Juliana Tobón, presidente de MetLife en el país.
Esta aseguradora estadounidense, que llegó al país en 2010 tras adquirir Alico (que era la aseguradora de vida de AIG), es una de las pocas que solo se dedica a vida individual. Su presidente dice que este tipo de seguros son los más difíciles de vender, dado que se requiere de mucha persistencia para hacerle ver al tomar del seguro que lo que se busca con esta alternativa es poder mantener el flujo de ingresos de un hogar.
Una de las alternativas que ha jugado a favor de estos seguros es la posibilidad de poder ahorrar mientras se paga la póliza, así cuando esta termina, la persona recibe unos recursos y percibe los beneficios del seguro en vida.
En Colombia la penetración de los seguros es baja, pues falta más cultura financiera y ante los limitados recursos de los hogares, una póliza no es considerada prioritaria. No obstante, Tobón dice que hoy en el mercado hay seguros de todos los precios, lo que permite que personas de estratos tres en adelante se puedan asegurar.
“El costo del seguro depende mucho de las condiciones de cada tomador, pues requerirá una indemnización mayor si tiene niños pequeños o si es el único soporte económico del hogar, así como de su nivel de gastos. Pero, a medida que los hijos crecen, puede bajar el valor de la póliza”, dice la ejecutiva y agrega que otra opción aún más económica es tomar una pólizas de accidentes personales, que pagan inmediatamente una suma en caso de que ocurra una tragedia.
En Metlife, que cuenta con una fuerza de ventas propia de 600 personas, la meta de este año es poder llegar cada vez más a personas de estrato 3, con productos que se ajusten a sus necesidades y en alianzas con cajas de compensación y empresas de servicios públicos. Hoy tienen 120.000 pólizas.
Sin embargo, si se analiza todo el mercado de seguros del país, los de personas siguen siendo pequeños, al representar 28% del total.
“Evidentemente es un dato muy bajo, pero también representa una oportunidad para empresas como la nuestra que quieren crecer en todo el país”, reitera Tobón.
Fuente: http://www.dinero.com/