La decisión abarca la nueva política de privacidad de datos anunciada en mayo de este año. El próximo 15 de octubre empezarán a regir las nuevas políticas de privacidad de datos de Google.
Con esto, los desarrolladores externos de las extensiones de Chrome se verán obligados a solicitar el menor acceso posible a la información de los usuarios y publicar sus políticas de uso de datos, o de lo contrario sus aplicaciones serán eliminadas de la Web Store.
Por estos cambios, que se vuelven obligatorios, la compañía solicita a más extensiones que publiquen sus políticas de privacidad, incluidas aquellas que "manejen comunicaciones personales y contenido proporcionado por el usuario", aseguran.
De esta forma, explican desde Google que "los productos que violen estas actualizaciones de la política de Datos del Usuario serán eliminados o rechazados de la Web Store", y que tendrán que cambiar los aspectos necesarios para obedecer estas políticas si quieren volver a ser reinstaurados. Para ello, recomiendan a los desarrollares que comprueben que sus extensiones cumplen con las políticas.
Así, desde Google piden que hagan un revisión de los permisos que actualmente tienen las extensiones y que, si es posible, cambien a alternativas que estén mejor enfocadas a sus políticas. Además, solicitan que incluyan "una lista de los permisos utilizados" y las razones por las que se solicitan, o que esta información se exponga en un apartado de 'sobre la página' dentro de la extensión.
Y recalcan que si se expanden las funciones de la extensión y se necesita un nuevo permiso, solo se podrá solicitar en la versión actualizada de la extensión correspondiente.
Por otra parte, si la extensión gestiona datos del usuario personales o sensibles, donde ahora aseguran que se incluyen las "comunicaciones personales y los contenidos proporcionados por el usuario", el producto debe contar con una publicación donde se explique su política de privacidad y que los datos de los usuarios se gestionen "de manera segura, incluyendo su transmisión a través de la criptografía moderna".
Estas políticas se enmarcan dentro del denominado Project Storbe, por el que Google pretende revisar los accesos que tienen los desarrolladores externos a los datos de los usuarios en aplicaciones y dispositivos Android, que comenzó el año pasado.
Fuente: https://www.eltiempo.com