El último almuerzo de Carlos
Con la intervención de dos ex presidentes de la república, el poeta nadaista Jotamario Arbeláez, anunciantes, publicistas y amigos, ANDA rindió homenaje a Carlos Delgado Pereira.
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Así recuerda Colombia a Carlos Delgado Pereira:
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CARLOS DELGADO PEREIRA, HOMENAJE PÓSTUMO
Con la intervención de dos ex presidentes de la república, el poeta nadaista Jotamario Arbeláez, anunciantes, publicistas y amigos, ANDA rindió homenaje a Carlos Delgado Pereira.
La Asociación Nacional de Anunciantes, ANDA, rindió homenaje póstumo a Carlos Delgado Pereira quien se desempeñó durante 22 años como presidente ejecutivo de la Asociación y falleció víctima de un infarto el pasado 12 de noviembre. El evento, realizado el 4 de diciembre en el Gun Club, que se llamó “El Último Almuerzo de Carlos”, se sirvió de los acostumbrados Almuerzos ANDA–reuniones instauradas por Delgado Pereira, en las que convocaba a la sociedad para escuchar a personalidades de la vida nacional, tratando temas de coyuntura– para reunir a más de un centenar de personas entre las que se encontraban miembros del gobierno, presidentes gremiales, empresarios, anunciantes y representantes de agencias y medios de comunicación sumados a la familia Delgado Pereira y al equipo de trabajo de la ANDA. A manteles se recordó el importante legado que Carlos Delgado Pereira dejó al sector de las Comunicaciones y la Publicidad en Colombia.
Durante el evento, Ana María Scarpetta, miembro de la Junta Directiva de la ANDA como representante de Kellogg, entregó a sus 4 hijos una placa en reconocimiento al invaluable aporte que su padre le hizo a la agremiación. Por su parte, María Carolina Hoyos, viceministra de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Mintic, en nombre del Gobierno Nacional impuso a Patricia Moreno de Delgado, la medalla al mérito “In Memoriam Manuel Murillo Toro, Oro” como un reconocimiento a Carlos Delgado Pereira por el aporte realizado al país desde el sector de las comunicaciones.
Los invitados tuvieron la oportunidad de recordar el legado humano del homenajeado a través de un video que recogía los testimonios de familiares, miembros de su equipo de trabajo, y personalidades como el ex presidente Belisario Betancur, el ex presidente Álvaro Uribe, el presidente de la multinacional Nestlé para Colombia y Ecuador; y los dirigentes gremiales Ximena Tapias de Ucep, Nora Sanín de Andiarios y Tulio Ángel de Asomedios.
A la emotiva ceremonia se sumaron, a la vez, las voces del reconocido historiador Otto Morales Benítez, quien recalcó que fue Delgado Pereira quien enalteció con hechos reales los conceptos que hoy son la bandera de la agremiación, libertad de expresión y responsabilidad social, pues recordó cómo se comprometió desde 1992 en lograr que la publicidad que llegaba a los consumidores tuviera condiciones tales como verdad, credibilidad y respeto.
Al tiempo, el presidente de Compensar, Néstor Rodríguez Ardila, recordó a Delgado Pereira como un miembro de Junta Directiva dedicado y comprometido, capaz de conseguir la serenidad en momentos críticos y de lograr con humor y tacto que hasta los más escépticos se sumaran a iniciativas de las que solo se preveían resultados a largo plazo.
El padre Joaquín Sánchez García, rector de la Pontificia Universidad Javeriana, por su parte, recordó a los asistentes que junto a Carlos Delgado aportó conceptos y opiniones que de alguna forma hicieron parte de lo establecido en la Constituyente de 1991. Además, entre otros indicó: “Carlos siempre tuvo una preocupación sobre cómo el derecho se debía ejercer desde la comunicación”. –De ahí surgió la Especialización en Derecho de la Comunicación de la Universidad Javeriana, de la cual Carlos Delgado fue director–. “Sobre la responsabilidad social, Carlos fue un hombre muy claro y exigente, instó desde siempre a los medios y a los anunciantes para que el respeto fuera esencia de la comunicación al oyente, al televidente y al lector”; “En no pocas ocasiones aprendimos de él lecciones de ética en el manejo de los medios”.
Cristian Schrader Valencia, decano de la facultad de Publicidad de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, por su parte aseguró: “Carlos Delgado es la conciencia moral de los anunciantes en Colombia”; “Era un maestro en la formación de valores, tenía muy clara cuál era la diferencia entre educar y formar; la primera tiene que ver con la transmisión de conocimientos, mientras que formar, tiene que ver con la transmisión de valores; por lo tanto, desde que inició su carrera emprendió causas para llamar la atención sobre la responsabilidad de los medios, la publicidad y las comunicaciones en la formación de la sociedad y sobre todo delas nuevas generaciones”. Gustavo Castro Caicedo, periodista, confirmó lo dicho por Schrader cuando recordó cómo Carlos Delgado, incluso desde que ejercía como director de Inravisión, siempre se ocupó de reunir a los ex directores de esa entidad, entre otros, para influir en los comunicadores, los anunciantes y los publicistas de tal forma que les hicieran ver que el poder de los mensajes que se comunican tienen que ver con el comportamiento social.
Otro importante testimonio lo expresó Carlos Felipe Arango, presidente de Sancho BBDO, quien subrayó que los publicistas le deben muchísimo a Carlos Delgado Pereira por haber instituido en Colombia los premios Effie, ya que estos se constituyen en el mayor y más importante aporte que le haya hecho agremiación alguna a la industria de la publicidad y el mercadeo en Colombia.
Durante el evento también se dirigió al público Alberto Galofre del Instituto de Ciencia Política, ente del cual Carlos Delgado fue un activo miembro y directivo. Antes de finalizar, Adriana Prieto Herrera, editora, presentó a los invitados la Revista Anda con la que la agremiación celebra los 20 años de la publicación y en la que se rinde homenaje al legado que Delgado Pereira dejó para el país.
El postre de este, El Último Almuerzo con Carlos, lo acompañó el poeta y periodista Jotamario Arbeláez, contertulio y amigo del protagonista, quien leyó un texto quele fue dictado por Carlos Delgado desde el cielo. El humor, como era costumbre en los Almuerzos con Carlos, causó más de una sonrisa entre los asistentes que al tiempo miraban hacia el centro del salón, donde el rostro del protagonista impreso sobre la carátula de la revista ANDA miraba a un lado y otro dirigido por el poeta, quien con pausa y extraña solemnidad servía de médium.
Bogotá, diciembre 4 de 2013 Adriana Prieto Herrera Editora, revista ANDA.
ESTE EL TEXTO QUE ACOMPAÑÓ EL POSTRE,
El último almuerzo de Carlos
Por Jotamario Arbeláez
Señora Viceministra, Señores Junta Directiva Anda, Señores Empresarios y Anunciantes, Amada Familia, Amigos de y para Siempre:
Por motivos ajenos a mi voluntad, entre ellos las dificultades de tráfico entre las esferas de la existencia, es la primera vez que no estoy de primeras haciendo acto de presencia en un solemne compromiso con ustedes en el Gun Club, en cuyos almuerzos de Junta Directiva me aplaudieron tantos discursos breves, que me ayudó a estructurar de acuerdo con mis directrices el ghostwriter Jotamario Arbeláez, oficio muy de moda como lo puede testificar el doctor Pastrana con su libro reciente, cuyo título olvidó mi memoria, no sé por qué.
El poeta nadaísta siempre interpretó mi pensamiento a cabalidad, aunque con licencias, como habrán visto por su columna de El Tiempo, donde divulga mis confidencias acerca de la sabihondez, la sobradez y la hideputez de algunos de nuestros contemporáneos, ninguno de los cuales aquí presente. Confío que haya sido leída con indulgencia. Espero que en esta ocasión ad honorem, en que el writer es él porque el ghost soy yo, no me vaya a hacer quedar mal. Les cuento que mi alma se encuentra en perfecto estado de salud ya entre ustedes quedó mi corazón detenido, que haciendo con la Contraloría del Más Acá el inventario de lo que me pasó en ese preámbulo que es la vida temporal y terráquea, resulta que fui una especie de triunfador, no tanto por lo que logré realizar sino por los seres que llegué a conocer y hacer, como mi adorada esposa Patricia y mis hijos María Patricia, Ana María, Alejandro y Juan Carlos, que me fueron el anticipo del cielo, mis compañeros de trabajo en el gremio y en la oficina, la niña de mis ojos que fue la revista Anda, y tantísimos amigos que es como si se los hubiera arrebatado a Roberto Carlos.
Ahora, en vista de que me quedaron alientos de sobra, y que a estas alturas en vez de descansar es mejor seguir haciendo lo que uno sabe, estoy postulado a la Junta Directiva de la Corte Celestial, por algunos de los muchos amigos influyentes hasta en las altas esferas, a quienes acompañé no sólo en las duras y las maduras de su vida y de sus negocios, sino hasta la propias puertas del crematorio. Es la ventaja de haber tenido tan buenos compañeros de ruta, como ustedes los que continúan disfrutando de lo que considerábamos vida, sin saber lo que nos espera, de lo que después tendré ocasión de hablarles si en alguna oración me invocan. Cuando comience a ejercer funciones pienso editar al fin un boletín, sin anuncios, y más virtual que ninguno, Levántate y anda, para que cuando lo reciban ustedes se comenten por el teléfono: “Desde el cielo he recibido la noticia que…” Y se pongan a la busca del ángel que les anuncio. Se reúnen ustedes a evocarme alrededor de unos platos que esta vez no voy a probar como el espíritu puro que ahora soy, pero ante los cuales me expreso con ese término de la buena educación en la buena mesa que me atañe y que nunca pasa de moda, “buen apetito y buen provecho”, y “salud” cuando se comience a escanciar el vino.
Así como veo que no estoy desaparecido para ustedes, ustedes tampoco lo están para mí, que desde aquí los espío por un huequito. Me siento tan bien como cuando compartía sus manteles, sabiéndolos reunidos en mi memoria a la que no le llegó el altzháimer. Deseo que celebren mi inasistencia al banquete y a ese club que es el mundo ilusorio como una más de mi repertorio de jugarretas. Aquí se ha dictaminado que hice bien lo que me propuse, que no sólo no le hice mal sino que ni siquiera le deseé el mal a nadie, que fui fiel a la amistad y al amor, a la actividad que me encomendaron y al país que me tocó en gracia, por lo cual alcancé la gracia. Y les pido permiso porque ya están llamando a elecciones de la Junta Directiva de la Corte Celestial. Buen apetito y buen provecho.
CUBRIMIENTO MEDIÁTICO DE LA NOTICIA
ARTICULOS EN MEMORIA
CARLOS DELGADO PEREIRA Y EL DEPORTE
Hace cerca de 25 años se vinculó al Club Campestre La Hacienda, ubicado en la vecina población de Cajicá, constituyéndose prácticamente en Socio Fundador del mismo. Allí practicaba su deporte favorito, el tenis, en compañía de su hijo Alejandro, mientras que su esposa Patricia y su hija María Patricia lo hacían en la hípica.
En el año 1994 me propuso realizar un torneo de esta disciplina deportiva para los miembros de las entidades vinculadas a la ANDA e iniciamos su organización en el Club arriba mencionado.
Han transcurrido veinte años desde su inicio y el evento se mantiene en la misma sede deportiva, constituyéndose actualmente en uno de los torneos más tradicionales y antiguos de la ciudad. Con el transcurrir de los años se decidió hacer extensiva la invitación a deportistas de los clubes campestres de Bogotá y entidades bancarias. Los tenistas esperan todos los años el certamen, que forma parte del Calendario anual, para poder participar.
Con el fallecimiento de Carlos se registra una sensible pérdida en el ambiente deportivo por lo que él representó como impulsador y promotor, convencido de estar “trabajando” por el llamado deporte blanco. Su esfuerzo y condiciones humanas eran una espléndida y ejemplar síntesis.
Sus amigos y el tenis bogotano pierden a uno de sus más eficientes y discretos impulsadores de esta disciplina deportiva. Personalmente tuve el honor y placer de gozar de su amistad durante muchos años. Siempre fue un amigo generoso, desinteresado, un colaborador permanente con el torneo, un amigo a carta cabal.
Anualmente lo veíamos en “su” torneo, siempre tenía un consejo para que el mismo saliera perfecto, expresando una palabra y gesto amable. Ese era Carlos Delgado Pereira, que en la premiación y clausura de los últimos años terminaba su intervención diciendo que “ya he colgado los tenis”.
KURT WODAK JR Director Torneo de tenis ANDA
Los dichos de Carlos Delgado, Perro viejo, late echado!.
Perro viejo, late echado!.Esa fue la frase con la que terminó una conversación que tuve con el Dr. Carlos Delgado hace ya varios años. Sucedió que el Dr. Delgado tuvo la deferencia de invitarme a participar en un foro para que expusiera mis conceptos y apreciaciones sobre la medición de audiencia de televisión a nivel mundial y por supuesto la situación que se presentaba para entonces en Colombia. Dos días antes de que se realizara el evento, recibí llamada del Dr. Delgadoquien me soltósin anestesia esta noticia “Como estamos en el país de los anónimos, acaba de llegarme uno en donde lo están desprestigiando y piden que lo excluya de la conferencia a la que lo invité. Ud. sabe quién puede ser el autor del anónimo?”. Ante semejante anuncio y convencido de no tener enemistades (por lo menos ganadas por mérito), le aseguré que no tenía la menor idea de quien podría ser pero que dada la coyuntura que se estaba viviendo por esos días alrededor del estudio de audiencia de televisión, (debo mencionar que nuestra empresa estaba midiendo para entonces la audiencia de televisión a través de Audímetro para uno de los canales privados del país), el mensaje podría venir de cualquier parte, sin embargo le insistí en no tener la más remota idea del autor. Acto seguido me exclamó, “me extraña, yo si se de quien es…”y me soltó el nombre del autor, mismo que por respeto a la memoria de nuestro gran amigo, no menciono en esta oportunidad. Después de superar la sorpresa inicial de la afirmación, le pregunté “y Ud. como lo sabe?” a lo que me respondió riéndose, “es sencillo, perro viejo, late echado”. Debo confesar que durante un bien tiempo dude de que la persona a quien se refirió el Dr. Delgado fuera el autor del anónimo pero después de una serie de pesquisas y revisiones detalladas de redacción y juegos de palabras usadas en el famoso mensaje (El mismo Dr. Pereira me lo remitió por correo electrónico), terminé por comprobar que efectivamente el autor era el mismo que mencionóen la conversación. Desde entonces con mucha frecuencia me viene a la mente esa frase con la que el Dr. Delgado terminó la conversación ese día, “Perro viejo, late echado”!.
Por Yesid Zárate
Carlos Delgado Pereira: siempre en pos de la excelencia
La única verdad inexorable que se que se repite con cada ser humano, es la muerte. Muchas veces la desaparición de una persona no nos extraña, especialmente cuando entendemos que ha cumplido su ciclo de vida. En otras ocasiones uno se sorprende con el deceso de alguien conocido, pero hay ocasiones en que el adiós sorpresivo de un amigo nos consterna.
A mi, personalmente, como debió haberle sucedido a muchos de los amigos de Carlos Delgado Pereira, quien tenía muchos porque los merecía ya que uno de sus sentimientos sinceros y espontáneos era ese de la amistad, que entregaba sincero y sin reservas.
Estos días he escuchado innumerables calificativos expresados para hacer memoria del entrañable Carlos: para unos era amable, para otros cumplido, simpático, sincero, serio, honesto, cálido, emprendedor, activo, incansable, defensor de los valores, considerado con la gente, solidario, buen padre y esposo muy responsable socialmente, de excelente humor, y muchas cosas más…
Si hoy pudiera hacer una encuesta con todas las personas que lo conocieron, lo apreciaron y lo quisieron, estoy seguro que entre el ciento por ciento de los consultados habría un factor común en la apreciación sobre el mayor valor de Carlos Delgado Pereira: que era un extraordinario ser humano.
Era tanta su sensibilidad social que luego de oír sus historias de caballos y una de amor, muy especial, con uno de sus mascotas, su perro Leoncico, le pedí que la escribiera para mi libro, “Historias humanas de perros y gatos”. Su narración, desbordante de amor y ternura, lo lleva a uno a pensar que ese sentimiento suyo por los animales, era una señal inequívoca de su amor por los seres humanos.
Compartí con él muchas actividades, especialmente en las que se debatía sobre la responsabilidad social de los medios y de la publicidad. Yo hacía parte del Consejo Editorial de la revista de la ANDA, en él Carlos, (como en todos sus actos), siempre iba en pos de la excelencia y el acierto de un medio para construir conciencia. Y también aprecié mucho su iniciativa de reunirnos periódicamente a quienes, como él, fuimos directores de Inravisión, para buscar desde nuestra orilla, con su liderazgo, influir en la búsqueda de una televisión socialmente responsable.
Su esposa, sus brillantes hijos, los anunciantes, sus colaboradores y sus amigos, todos, sabemos que Carlos es irreemplazable, y que el legado de su obra y su ejemplo sigue vivo y con validez para ser emulado por los comunicadores, anunciantes y publicistas, pues él expresó siempre que la razón de ser de su poder, es para construir una Colombia más justa, más solidaria y más humana.
De pies, Fernando Barrero, (no recuerdo el nombre del segundo), Gustavo Castro Caycedo, Armando Sánchez Torres, César Símonds Pardo y Carlos Delgado Pereira. Sentados: Carlos Medellín, William Fadul, Fernando Restrepo Suárez y Orlando Rovira Arango.
Gustavo Castro Caycedo
Carlos Delgado, gracias por prestarnos tu brújula
Durante los últimos veinte años tuve la fortuna de compartir con Carlos, momentos y espacios, siempre en torno a temas relacionados con la Ética y la Responsabilidad Social en el ejercicio publicitario, cruzadas en las cuales fue un abanderado. Porque Carlos Delgado será recordado como un luchador por grandes causas en torno al respeto del hombre.
En varias oportunidades fuimos invitados a participar como jurados en convocatorias que, desde los diferentes sectores, se hicieron para reconocer el esfuerzo de las agencias de publicidad y los anunciantes en la transmisión de valores a través de campañas de bien público, eventos que se convirtieron en pretextos para dialogar sobre temas en los que Carlos fue experto. Porque al recordar de Carlos Delgado, es imposible no pensar en la Ética, la Responsabilidad Social y el respeto por los derechos humanos.
Viene a mi memoria el año de 2008, en el cual la Federación Nacional de Comerciantes-FENALCO lanza su premio “Nemequene “ con el propósito de hacer un reconocimiento a las campañas destinadas a inducir a la población colombiana a cambios de actitud individuales y colectivos, que se tradujeran en un mejoramiento de la convivencia ciudadana, del cumplimiento de las normas y de la imagen del país o de sus regiones y localidades. Como jurado del evento tuve en aquella oportunidad el privilegio de asistir a una “clase” en formato de diálogo prolongado, sobre el tema de los valores que debían estar presentes en los contenidos de los seriados de televisión: comenzó con una disertación a cuatro manos entre Antanas y Carlos, quienes fueron también jurados, además de Dionisio Araujo y Francisco de Paula Ochoa. Aquel “concierto” durante la hora del almuerzo, terminó con la narración por parte de Carlos de la historia de su perro Leoncico , que viajaba solo, en flota, a su finca en San Francisco.
Carlos Delgado, fue un gran académico, invitado permanente a los congresos que organiza la Facultad de Publicidad en la Universidad Jorge Tadeo Lozano; un gran maestro de Ética para estudiantes y profesores… eso fue Carlos siempre en su vida. Exponía sus ideas en charlas amenas y llenas de humor fino en las cuales jugaba con la palabra sobre temas fundamentales. En Abril de este año fue invitado especial en la Universidad para acompañarnos en la celebración de los 45 años del programa. Por su presencia en este evento estaré siempre muy agradecido y tuve el privilegio de recibir de su mano una placa conmemorativa por mis veinte años al frente del programa de Publicidad.
Ejecutivo incansable y organizador entusiasta de los congresos de Publicidad en Cartagena, desde donde siempre aportó su visión acerca de la responsabilidad de los anunciantes en las comunicaciones. Al medio, deja un legado invaluable como gestor e impulsador del reciente Código de auto regulación publicitaria, tema en el cual fue guía desde siempre.
Extrañaremos los almuerzos de la Anda que organizabas, donde podíamos escuchar de primera mano las opiniones sobre temas de interés nacional de parte de los personajes que en su momento escribían la historia de nuestro país, mientras podíamos disfrutar de la compañía de tu grupo de amigos y de un estupendo menú.
Gracias Carlitos por mostrarnos un camino recto, por prestarnos tu brújula y acompañarnos en la lucha por la verdad y la Ética. Gracias por contarnos tus anécdotas de vida, de esas que hacen más llevadera la existencia. Gracias por compartir con tus amigos las etiquetas del vino que te gustaba…supongo que a estas alturas ya estarás reunido con Gonzalo Meza, organizando allá arriba una asociación de anunciantes para enviarnos campañas que le muestren al ser humano el camino para llegar al Cielo.
Por Christian Schrader Valencia
MENSAJES RECIBIDOS
Bogotá, noviembre de 2013
La Asociación Nacional de Anunciantes y su junta directiva expresan su profundo pesar por el fallecimiento de Carlos Delgado Pereira quien se desempeñó desde 1992 y hasta noviembre 12 como presidente ejecutivo de la ANDA.
Carlos Delgado Pereira, abogado, especializado en Derecho Laboral de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Javeriana, ejerció importantes cargos en el sector público y privado: entre 1968 y 1970 actuó como secretario general del Instituto Colombiano de Seguros Sociales. En 1971 fue secretario general de la Alcaldía de Bogotá y entre 1972 y 1974 ocupó el cargo de director general del Instituto Nacional de Radio y Televisión, Inravisión. Hasta 1981 fue director ejecutivo de la Asociación de Diarios Colombianos y en 1988 retomó como director ejecutivo del Instituto de Ciencia Política tras su llegada de París, donde ejerció como cónsul general de Colombia en Le Havre. Su interés por la comunicación y el compromiso con su alma mater fueron las razones que lo llevaron a crear y dirigir entre 1995 y 2004 el posgrado en Derecho de la Comunicación de la Universidad Javeriana.
Recibió en vida numerosos reconocimientos por su activa participación en la sociedad, como la condecoración “Manuel Murillo Toro”, plata, del Gobierno Nacional al Mérito de las Comunicaciones en 1972, por la misma fecha le fue entregado el reconocimiento como Ejecutivo del Año Cámara Junior de Bogotá. En el año 2000 fue distinguido con la condecoración “Manuel Murillo Toro”, oro, por sus 35 años al servicio de las comunicaciones. Cuatro años más tarde fue honrado con la condecoración Medalla de la Orden de la Democracia Simón Bolívar de la Honorable Cámara de Representantes en el grado Cruz Gran Caballero. Por su parte la Embajada de México, en 2009, lo reconoció con el galardón Desarrollo Empresarial con Responsabilidad Social y un año después recibió el premio “Julián Ospina” a una vida en las comunicaciones.
Expresamos nuestro más sentido pésame a su esposa, señora Patricia Moreno de Delgado, a sus hijos: María Patricia, Ana María, Alejandro y Juan Carlos y a sus demás familiares y amigos. Ese hombre valioso, intachable, con humor y vasta cultura que desde la ANDA conocimos, a pesar de su discreción, develó en muchos de sus actos el amor incondicional por su esposa, por su pequeña nieta y sus hijos, así como el gusto por escuchar, conversar y servir a sus amigos.
Fueron muchos quienes nacional e internacionalmente tuvieron hasta el final de su vida la oportunidad de compartir con él y seguramente coinciden con nosotros en afirmar que Carlos Delgado Pereira fue, ante todo, faro, guía, norte de numerosas iniciativas y proyectos que desde siempre permearon y dejaron huella en las comunicaciones, la publicidad, la responsabilidad social de los anunciantes y los medios y la libertad de expresión comercial. En la más reciente edición de la revista ANDA, que él fundó y dirigió hasta último momento, transmite su convicción como presidente de la agremiación que conoció su pasión y su dedicación por causas que beneficiaban a la sociedad, al sector y al país.
Junta DirectivaLa Asociación Nacional de Anunciantes
Mi Carlos Delgado Pereira
La madre si me dio duro que se fuera, así como así. Discreto y caballero, como quedamos pocos, se supo retirar sin sufrir ni que lo sufrieran sufriendo. Le falló el corazón, pero él nunca falló a una junta directiva ni al funeral de quien conociera. Manejó por lustros a los ilustres anunciantes con mano de seda y guante de plata. A los señores del poder supo tratarlos con cortesía y caramelo.
Desde hacía 20 años que nos sentábamos, cada tres meses, en su oficina, a charlar un tinto y husmear el tema para nuestros artículos en la revista de la Anda, que él dirigía. Ahora que no está, me permito rememorar cuando le caía a su despacho, con la seguridad de que no solo su café sería bueno, sino que estaría aromatizado por una conversación relajante.
La última vez que lo visité, en la inolvidable torre de Sancho, luego del abrazo represado por el tiempo de no vernos, pasamos a la mesa de juntas, recibimos el elíxir de origen árabe que endulzamos al batir de la cucharilla, y empezamos a platicar de las cualidades de la fauna que nos rodea. El hombre era circunspecto, pero incisivo. Relacionista sagaz, conocía como nadie la marcha de las empresas y, por ser además un clubman, estaba al tanto del giro de las últimas cantimploras en el desierto. Así, con un humor de ropaje trascendental, aventuró una clasificación que me cayó en gracia.
En primer lugar, habló de la sabihondez. De quienes se creen, no solo que lo saben todo, sino además que se las saben todas. Pontifican divinamente sobre lo humano, lo sobrehumano y lo infrahumano, sobre cómo se mueven las masas en la política, los productos en el mercado y las damiselas en el diván. Saben cómo se cura el cáncer, pero no le pueden petardear a los médicos el negocio; saben quién mató a Gaitán, a Galán, a Gómez y a Garzón, pero no son sapos; saben cómo se lograría la paz en Colombia, pero no les interesa y tienen las claves para acabar con el narcotráfico, pero pa’ qué. No quieren imaginar lo que sería sin ellos del país y de las empresas que asisten. La mayoría son consultores y consejeros y hacen gala de su dominio de la realidad inmediata.
En segundo lugar me habló de la sobradez. Los que la ostentan ¿o la padecen? lo tienen todo: la empresa más pujante manejada con su cerebro pletórico de neuronas, la mujer más hermosa, la quinta más imponente, el automóvil más deslumbrante, el yate fondeado; son amigos personales del Presidente y de la mitad de su gabinete; cuando viajan a otro país son huéspedes rogados en la casa del embajador, son saludados por su nombre en los restaurantes famosos. Pagan a los anteriores sabihondos para que no les dejen meter la pata, viven rodeados de la gente más chic y de los escoltas más bravos.
Y en tercer lugar me habló de la hideputez. Esa virtud de aquellos que no ven con buenos ojos el triunfo de nadie, que critican no solo lo que sale mal, sino lo que sale bien porque podría haber salido mejor, que se arden porque soltaron de la cárcel al que acusaron injustamente, que escamotean sus deudas porque a ellos también les deben, que hablan mal del país adentro y afuera, y están en contra de cualquier acuerdo por humanitario que sea.
Me prometí que algún día escribiría sobre estos tópicos, aun corriendo el riesgo de caer en la hablamierdez, de la que parece que no se salva nadie en este país. Me fui riendo por el camino de regreso a mi cueva, donde tampoco estoy a salvo de estas virtudes capitales del colombiano, sobre todo de la última. Me da pena con el amigo tan delicado por divulgar su chispa analítica. Prefiero enfatizar en ella antes que en su prudencia de directivo.
Me estás haciendo mucha falta, querido Carlos. Hasta la próxima junta, y perdona la confiancita.
Jotamario Arbeláez Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. http://www.eltiempo.com
Federación Mundial de Anunciantes
It is with profound regret and great sadness that I inform you of the death of Carlos Delgado Pereira, who passed away yesterday in Bogotá. I know you will join me in offering his wife Patricia, his family and many friends our sincerest condolences.
Carlos served as President of ANDA Colombia from 1992 and was always a hugely committed and active supporter of the WFA. His passion for communications and his tireless work in the field of social responsibility will leave an indelible mark on both the industry and his beloved Colombia. A wonderfully warm and charismatic man, he will be greatly missed by everyone at WFA and all those who knew him.
We will express, in the name of all WFA members, our sincerest condolences to Patricia and his loved ones.
Stephan Loerke WFA President
Siempre sería pronto para su partida
Mi encuentro con Carlos Delgado fue bastante reciente. Hace poco más de un año coincidimos en un interesante panel de especialistas organizado por la revista P&M y en el que, por supuesto, Carlos estaba encima del escenario, como vocero, y yo, entre el público. Tuvimos la ocasión de cruzar unas palabras al final del evento y él, buscador incansable de nuevos caminos, ideas y oportunidades para fortalecer el gremio colombiano de la comunicación, me citó a los pocos días en las oficinas de la ANDA donde empezamos a cocinar varios futuros proyectos: foros entre expertos, divulgación de información privilegiada, impulso académico a las relaciones públicas, desarrollo de estudios del sector, acuerdos de colaboración con gremios de otros países…
Hablar con él era una experiencia grata y siempre inspiradora. Con razón ha dejado amigos en todo el mundo. En la sencillez y proximidad de Carlos Delgado se descubría su grandeza; tenía una brújula certera para elegir el mejor camino a seguir; poder de convocatoria en eventos de alto nivel; capacidad, cultura y carisma de sobra para acometer todo tipo de empresas. Su magia radicaba en ser capaz de hacerte reír y, a la vez, ponerte a pensar en temas trascendentales porque era una persona con un fino y elegante sentido del humor y una fuente inagotable de ideas.
Con su partida, esas ideas, y muchísimos grandes proyectos, se han quedado huérfanos.
Belén Galera Gerente de ABC EstrategiasQue difícil aceptar la falta sorpresiva de un ser tan querido y especial!!!!
Con Carlos desde hace muchos…., muchos años, que el suscrito transitaba en triciclo por los andenes frente a la casa de sus padres en Teusaquillo o en la misa de 12m en la Iglesia del Espiritu Santo, me acompañan sus recuerdos, que personaje… “adorado!”
Con el tiempo ya en cursos superiores pudimos tener contacto cuando como presidente de la Productora Cinematográfica “Producciones Esmeralda”, con mucho talento y tesón produjeron la Película “PACO” bajo la dirección y actuación de Andre Marqui (Daniel Abondano) buen amigo suyo y de su hermano Manuel Jose. Carlos… precursor total de la Cinematografía en el país.
Posteriormente, en bicicleta y casa de por medio en Santa Bárbara seguimos encontrándonos y siempre, recuerdo…., grandes palabras lo envolvían y acompañaban para con los que lo rodeaban.
Ya profesional, tuve la oportunidad de verlo y acompañarlo en sus múltiples eventos e interesantísimas charlas en el Gun. Que grandes y gratos recuerdos!
Gente gentísima!! Gracias Carlos!!!
Luis Felipe Mayol Abondano Presidencia Tutecho.netLa Ausencia inesperada de nuestro compañero y amigo Carlos Delgado Pereira, nos invita a pensar que todos estamos de pie junto a la tumba.
Pocas personas como Carlos han gozado de un afecto y admiración instantánea, desde el mismo momento de conocerlo cuando a la primera impresión se recibía de su intelecto privilegiado la emanación desbordada de simpatía y positivismo que irradiaba de inmediato.
Fue Carlos, un ser excepcional generador de ideas, incondicional, patriota, amigo sin par, hombre de familia. Su trayectoria es un ejemplo de vida para todos nosotros y las nuevas generaciones.
Por eso será exaltado en el altar de la patria a la cual se consagró condiciones, ni retribuciones.
Carlos, jugaba a ganar y ganaba con honor en las lides de su privilegiada inteligencia, dedicada a convertir pequeñas ideas en grandes proyectos.
Tenia la habilidad innata a flor de piel, para confrontar diversas opiniones para convertirlas en una sola, articulada y armoniosamente... En esto, era un artista.
Adiós... Carlos.
El balance positivo de tu vida te catapultará hacia la infinita grandeza, reservada para los hombres nobles que dedicaron su vida al servicio de sus semejantes. Pocos seres de tal talante... ya no quedan.
Hoy, un rocío de bendiciones caerá perpendicularmente sobre tu cuerpo mustio para mostrarte el camino sin retorno hacia la gloria.
Yo tenia un compañero..!
Fernando González Muñoz