El fraude empresarial y el lavado de activos se han convertido en una verdadera pandemia para las empresas en el último tiempo. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en América Latina se pierden entre 2% y 5% del PIB anual por fraudes empresariales y lavado de activos. Esto equivale a entre US$100 mil millones y US$250 mil millones cada año. Según otras fuentes hablamos por lo menos del 1% de las utilidades que registran todas las empresas en la región en un año.